El plan de Pedro Sánchez para Cataluña pasa por un espacio de diálogo en el Parlament

El PSC de Miquel Iceta ya está trabajando en construir un espacio de diálogo en el Parlament para consensuar un pacto de mínimos entre las fuerzas políticas catalanas, a caballo del nuevo escenario surgido en España con la moción de censura que ha encumbrado a Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno. El pacto debería ser amplio y no marginar a ninguna de las grandes fuerzas políticas, para poder servir de base al diálogo del Gobierno español con Cataluña, según apuntan fuentes cercanas a los socialistas catalanes.

Primero, y por deferencia, se escuchará lo que el nuevo presidente de la Generalitat, Quim Torra, tenga que decir el próximo miércoles en el pleno del Parlament y ver cómo puede utilizarse su intervención para construir ese espacio. En todo caso, por parte de los socialistas, se trata de un planteamiento a largo que debería dar sus frutos antes de finales de 2019, después de las elecciones europeas.

Al contrario de lo que pueda parecer por el nombramiento de Josep Borrell como ministro de Exteriores del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, el futuro Ejecutivo quiere priorizar un diálogo con Cataluña. Un diálogo dentro de la ley, pero diálogo al fin y al cabo. También apuntan fuentes del partido que Iceta no será ministro, aunque al final puede que mande más en Cataluña que muchos de los 'consellers' de Torra.

En primera instancia, no se plantea desde el PSC un diálogo entre la Generalitat y el Gobierno español, sino un pacto previo entre catalanes que pueda servir para luego negociar con el Ejecutivo de Madrid. Fuentes cercanas a los socialistas catalanes apuntan que no se quiere repetir el error de 2006, cuando se aplicó un “cinturón sanitario” que dejó al PP fuera de la negociación del Estatut. De esa equivocación vino todo el problema actual en Cataluña, según ven en el partido de los socialistas catalanes. Ahora, el reto se plantea como un acuerdo en el que el PSC fuese el eje pero que incluyese tanto a Cs como a los independentistas. Y también al PP, claro.

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Este fin de semana, el propio Iceta lo apuntaba en el debate entre partidos que se celebró en Sitges, en la reunión del Círculo de Economía: “La madre del cordero es que precisamos un acuerdo entre catalanes para llegar al pacto de Estado que necesitamos. La solución conllevará renuncias de unos y otros, como todo pacto en este mundo”.

Ahora todavía no se quiere pactar. Así lo demostraron en ese mismo debate tanto la líder de Cs, Inés Arrimadas; como el portavoz de ERC en el Parlament, Sergi Sebrià, que se manifestaron en contra de dialogar para buscar un acuerdo en el actual marco legal español. Y eso que el expresidente del Círculo de Economía Antón Costas insistió hasta la saciedad en que se comprometiesen en público. No quisieron.

Iceta avisa

“Muchas cosas se pueden arreglar. Necesitamos un consenso amplio, Cataluña adentro y Cataluña hacia fuera, como todo en la vida, porque estamos en una democracia”, apuntó Iceta en ese mismo debate.

Tal como lo plantea Iceta en su avance de la situación, lo que necesita Cataluña son acuerdos amplios que implicarán que todos cedan en algo

Miquel Iceta pidió que se recuperasen ideas de la mayoría de dos tercios para tomar decisiones importantes. Es decir, que no se trata solo de una Generalitat independentista con un Gobierno socialista en minoría. El PSC quiere cocinar en Cataluña un pacto de Estado que integre a todas las fuerzas políticas de manera previa, porque esta es la manera de cerrar un acuerdo estable con el conjunto de España.

Retos pendientes

En el seno del PSC se están debatiendo varias cosas. La primera es quién presenta ese pacto. Por eso se quiere esperar a lo que diga Quim Torra el miércoles, porque incluso están dispuestos a asumir el liderazgo del nuevo presidente de la Generalitat en esta cuestión. También se espera que Torra convoque a los socialistas a una reunión en los próximos días, igual que al resto de grupos políticos.

Entre las cuestiones que se están debatiendo, está quién presenta este marco de diálogo —Iceta o el propio Pedro Sánchez—, y en qué marco operativo y funcional ha de desarrollarse. Podría ser una comisión del Parlament. En todo caso, aquí difieren los socialistas, que quieren poner la cámara catalana en el centro del debate, mientras que JxCAT quiere impulsar la creación de una Asamblea de Electos, que opere como Parlament bis. ERC, en este momento, podría ser el partido más receptivo a los planteamientos de los socialistas, que todavía se encuentran en una fase muy inicial pero que marcará lo que serán los próximos meses en Cataluña.