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Puigdemont juega al despiste: "Tenemos tiempo hasta la investidura"
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Puigdemont juega al despiste: "Tenemos tiempo hasta la investidura"

En virtud de la aplicación del artículo 155, el Ejecutivo ha logrado que no tuviera lugar el encuentro entre el nuevo presidente del Parlament y el 'expresident' catalán en la sede de la Generalitat

Foto: El expresidente catalán Carles Puigdemont, desde Bruselas. (Reuters)
El expresidente catalán Carles Puigdemont, desde Bruselas. (Reuters)

A puerta cerrada, poco más de 45 minutos de reunión. De puertas para fuera, el mismo revuelo mediático, las mismas largas, los mensajes ya conocidos. Pero poco o nada ha trascendido del verdadero contenido del breve encuentro que mantuvo el presidente del Parlament, Roger Torrent, con Carles Puigdemont en Bruselas.

¿Volverá Puigdemont a Barcelona para el debate de investidura o pretende ser investido en la distancia? "No lo ha descartado", aseguró Torrent. "Lo ideal sería que fuera presencial, que estuviéramos todos, pero no descartamos otras vías", opinó el propio Puigdemont.

¿Y las actas de diputados?, ¿renunciarán a ellas los cuatro 'exconsellers' que también se encuentran en Bélgica para que a los independentistas les salgan los números? "Tenemos tiempo para tomar muchas decisiones de aquí a la investidura", zanjó el líder de JxCAT.

Los peones —Lluís Puig, Clara Ponsatí, Toni Comín y Meritxell Serret— estuvieron presentes en parte del encuentro, pero guardaron silencio. También lo hizo Torrent (ERC) cuando le preguntaron si cree que Puigdemont —el candidato de "la mayoría parlamentaria"— debería volver o no para la investidura.

Puigdemont sigue ganando tiempo, apurando plazos, jugando al despiste. Y, de momento, le funciona. Se agarra a lo que se ha agarrado siempre: el "mandato democrático de las urnas", con su justa mayoría independentista. "No abandonaremos lo que reclamó el 21 de diciembre el pueblo de Cataluña, hay que intentar la investidura", afirmó.

Y disparó, también, donde lleva años disparando: a La Moncloa. "Fue la vicepresidenta del Gobierno [Soraya Sáenz de Santamaría] la que dejó claro quién había puesto en prisión y descabezado al Gobierno independentista: el señor Mariano Rajoy", indicó.

El presidente del Parlament, por su parte, hizo suyo el perenne argumento de que los independentistas están mandando un "mensaje de diálogo" que no está siendo escuchado.

Torrent mantiene su apuesta por hacer a Puigdemont candidato a la investidura, aunque sin aclarar cómo piensa conjugar esto con su objetivo, aparentemente contradictorio, de que en Cataluña se forme "lo más rápido posible" un nuevo Gobierno que sea "efectivo desde el minuto uno".

El encuentro sirvió también para recargar munición para la campaña contra el "autoritarismo" del Estado español. Torrent y Puigdemont decidieron reunirse en la delegación de la Generalitat en Bruselas, que a día de hoy depende del Gobierno español tras la aplicación del artículo 155.

Era difícil que el Ejecutivo no reaccionase ante esta provocación, pero mucho más que lo hiciera y saliese bien parado. Vetó la entrada de Puigdemont y sus 'exconsellers' en el edificio y terminó por cerrar la delegación. Una intervención contra la que Torrent asegura que estudiarán ahora presentar acciones legales.

A puerta cerrada, poco más de 45 minutos de reunión. De puertas para fuera, el mismo revuelo mediático, las mismas largas, los mensajes ya conocidos. Pero poco o nada ha trascendido del verdadero contenido del breve encuentro que mantuvo el presidente del Parlament, Roger Torrent, con Carles Puigdemont en Bruselas.

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