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CDC desaparece: Mas se sale con la suya y crea otro partido para borrar la corrupción
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FRANCESC HOMS GANA LAS PRIMARIAS PARA EL 26-J

CDC desaparece: Mas se sale con la suya y crea otro partido para borrar la corrupción

Convergència continuará existiendo pero solo como entidad jurídica, por algo tiene pendientes varias investigaciones judiciales y no puede escamotearse

Foto: El presidente de CDC, Artur Mas, junto su esposa, Helena Rakòsnik, votando en las primarias de Convergència Democràtica de Catalunya. (EFE)
El presidente de CDC, Artur Mas, junto su esposa, Helena Rakòsnik, votando en las primarias de Convergència Democràtica de Catalunya. (EFE)

Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) desaparece. Artur Mas ha dado el primer paso para desprenderse de su más pesada carga: la herencia maldita de Convergència y sus connotaciones con la familia Pujol y con casi todos los escándalos de corrupción de las últimas décadas en Cataluña. La intención de Mas desde hace dos años era cambiar el nombre del partido, cambiar la sede y cambiar la estructura. Y todo eso se plasmará en un Congreso a principios del próximo mes de julio, cuando rompa oficialmente amarras con el pasado. ¿Qué quedará de la gran formación de la derecha nacionalista de Cataluña en las últimas décadas? Lo mismo, pero con otro nombre, otra sede y otra cúpula. ¿Qué quedará en el camino? Las acusaciones a Convergència y su fundación como instituciones de haber fomentado la corrupción.

Artur Mas lo dejó muy claro a primera hora de la noche: CDC continuará existiendo pero solo como entidad jurídica, por algo tiene pendientes varias investigaciones judiciales y no puede escamotearse. “No quiero disolver Convergència jurídicamente. Ha de seguir existiendo porque tiene una serie de derechos y obligaciones que se han de cumplir. Somos gente seria y no haremos las cosas de cualquier manera. Por eso, CDC seguirá existiendo jurídicamente”, subrayó. Y en otro momento, subrayó que impulsará una nueva formación política: “El mandato es impulsar una formación nueva, en la que los buenos valores de CDC, que son mayoría, han de ser la savia de ese gran proyecto. Este mensaje lo recibimos como estímulo”.

Pero uno de los objetivos estará cubierto: que la nueva estructura nazca sin ataduras, sin tener que rendir cuentas a la justicia porque habrá una nueva personalidad jurídica capitalizando el centro y la derecha catalanista. Además, esa estructura no tendrá responsabilidad civil subsidiaria sobre lo que se haya hecho en el pasado.

Tanto Artur Mas como el actual presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, habían pedido en los últimos días a los militantes que votasen por la muerte de Convergència y el nacimiento de un nuevo partido. Y los militantes les han hecho caso: del censo de 15.000 militantes y simpatizantes, 8.000 fueron a votar. Y el 68% votó a favor de esa idea, mientras que solo el 32% se mostró partidario de mantener a CDC como partido y hacer solo una renovación de la formación. En este sentido, la jornada fue un éxito completo.

Jugada táctica

Pero lo que se ha hecho, sin embargo, es una jugada táctica. El propio Puigdemont manifestaba en su visita al colegio electoral para votar que “siento orgullo de pertenencia a CDC por este proceso tan democrático y participativo que se está llevando a cabo”. Pero pedía el voto para finiquitar la organización que tanto orgullo le producía. ¿Por qué?: “Esperamos un cambio, el futuro es diferente y necesitamos herramientas diferentes para dirigirnos hacia un Estado independiente”. Una excusa con trampa, porque lo único que cambia de esa herramienta es el nombre.

Artur Mas también deslizaba que la nueva fuerza ha de ser la vertebradora de la política catalana, pero sin olvidar que “han sido 40 años de buenos servicios”. Admitió, eso sí, que la jornada ha sido un “punto de inflexión” en Convergència. De lo que no cabe duda es de que Convergència ha tenido un supersábado muy productivo. “Estamos supercontentos de este supersábado que ha sido un superéxito. Lo que hemos hecho supera cualquier otra cosa que se haya hecho en este país. Hoy todos somos ‘súpers’”, bromeó en referencia al club infantil de TV3, 'Los Súpers'.

El ‘expresident’ afirmó también que el nuevo partido no se hace “al margen de CDC ni en paralelo. Es la propia CDC la que ha de tirar adelante este proyecto abriéndolo a la incorporación de muchas otras personas”. Hizo un guiño a los pequeños partidos que se han ido desgajando de Unió (en referencia a Demòcrates de Catalunya), a PSC (en referencia a MES o Avancem) y a ERC (en referencia a Reagrupament) para que contribuyan a formar su nueva casa grande. “Serán bienvenidas personas nuevas, para hacer más grande esta casa y dar más fuerza a nuestro proyecto”, clamó. Porque “queremos seguir haciendo un muy buen servicio al país como le hemos hecho durante más de 35 años”.

Homs obtuvo casi el 80% del apoyo de los militantes para repetir como candidato en las elecciones del 26-J frente a Sílvia Requena, a la que solo apoyó el 20%

"Estoy en acto de servicio"

No quiso hablar de líderes del nuevo partido, pero sí se vinculó al proyecto personalmente: “Ya hablaremos tras el congreso qué dirección se escoge de esta nueva formación política. Yo, personalmente, estaré de alguna manera. No reclamo nada ni me posiciono, pero estoy en acto de servicio. Si me lo piden estaré con el máximo compromiso y la máxima lealtad”. Porque lo que quiere es “crear una nueva formación a partir de los mejores valores de Convergència. O sea, lo que venga será un buen hijo o una buena hija de CDC. Se han de preservar los grandes servicios que se han prestado durante 40 años y que la gente estima y en los que confía”.

La otra gran decisión que los militantes tomaron tampoco arrojó ninguna sorpresa: Francesc Homs obtuvo casi el 80% del apoyo de los militantes para repetir como candidato en las elecciones del 26 de junio (ya lo fue el 20 de diciembre), frente a Sílvia Requena, a la que solo apoyó el 20%. “Homs será nuestro jefe de filas en la política española -dijo Artur Mas-. La gente habló y sale amplísimamente reforzado de cara al 26-J. Pero hay que subrayar que esta ha sido una campaña muy educada. Quedó claro que no hacía falta tirarse los platos a la cabeza. Y que los de CDC somos de gente educada, correcta, que sabemos que el combate político ha de estar presidido por un carácter de nobleza y de sentido positivo”.

La portavoz de CDC, Marta Pascal, resaltó que son las primeras primarias que realizaba Convergència. “Y hemos dejado el listón muy alto. Estamos orgullosos de nuestros militantes y simpatizantes. Entre la vieja y la nueva política, la gente escoge la buena política y los resultados de hoy lo avalan”, afirmó la portavoz.

Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) desaparece. Artur Mas ha dado el primer paso para desprenderse de su más pesada carga: la herencia maldita de Convergència y sus connotaciones con la familia Pujol y con casi todos los escándalos de corrupción de las últimas décadas en Cataluña. La intención de Mas desde hace dos años era cambiar el nombre del partido, cambiar la sede y cambiar la estructura. Y todo eso se plasmará en un Congreso a principios del próximo mes de julio, cuando rompa oficialmente amarras con el pasado. ¿Qué quedará de la gran formación de la derecha nacionalista de Cataluña en las últimas décadas? Lo mismo, pero con otro nombre, otra sede y otra cúpula. ¿Qué quedará en el camino? Las acusaciones a Convergència y su fundación como instituciones de haber fomentado la corrupción.

Convergència Democràtica de Catalunya (CDC)
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