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Unió, dispuesta a romper con Convergència si Mas no reduce la hoja de ruta con ERC
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CONVERGÈNCIA SUFRE TENSIONES CON ERC Y UDC

Unió, dispuesta a romper con Convergència si Mas no reduce la hoja de ruta con ERC

La tensión entre ambos partidos se hace cada vez más insoportable. En algunos círculos se habla de romper y presentarse por separado a las elecciones

Foto: El portavoz de CiU Josep Antoni Duran i Lleida, durante un descanso del Pleno en el Congreso de los Diputados. (EFE/Emilio Naranjo)
El portavoz de CiU Josep Antoni Duran i Lleida, durante un descanso del Pleno en el Congreso de los Diputados. (EFE/Emilio Naranjo)

Sin piedad. Así tratará Unió Democràtica de Catalunya (UDC) a sus socios de Convergència Democràtica (CDC). La tensión entre ambos partidos se hace cada vez más insoportable, hasta el punto de que en algunos círculos democristianos se habla ya sin tapujos de romper peras y presentarse por separado en las elecciones del 27 de septiembre. “Se creían que Duran estaba erosionado, pero no lo está tanto. Tiene cuerda para rato”, explica una fuente de la dirección de Unió a El Confidencial. Los dirigentes de UDC ya han diseñado una estrategia para no sucumbir ante lo que llaman “chantaje” de Esquerra. Pero si Mas se deja guiar por sus cantos de sirena, tomarán otro camino.

El presidente del partido democristiano, Josep Antoni Duran Lleida, en la carta semanal que ayer envió a los militantes, era particularmente duro. Desde Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) se intenta presionar a CiU para que adopte una hoja de ruta netamente independentista y radical, pero UDC se opone. Así, Duran lanzó un dardo envenenado a los que critican a UDC o la tachan incluso de “antipatriota”. “Siempre recordaré lo que Joan Sales decía en una de sus cartas al poeta leridano Màrius Torres: ‘Dios lo perdona todo menos las faltas de estilo, es decir, las traiciones a las propias ideas y convicciones’”. En una velada amenaza a sus socios convergentes, les advierte que “lo que sí que puedo decir es que, respecto a mi persona, nunca aceptará compromisos que no se puedan cumplir”. En otras palabras: mucho ojo con prometer la independencia si no se puede dar.

Pero también arremete de lo lindo contra ERC. “Muchas veces, he sido criticado fuera de Unió por echar la culpa a ERC con mis opiniones. Bien, parece que esta semana ha servido para que algunos abran los ojos. Los humanos tenemos una facilidad extraordinaria para perder la memoria. Hace cuatro días, como quien dice, echábamos pestes sin excepción sobre la seriedad de esta fuerza política en los Gobiernos tripartitos, y parece que no hemos escarmentado. ¡Como si hubiese sido sólo el PSC el responsable del desbarajuste! No hago referencia a otras etapas de nuestra historia moderna. ¡Y todavía hay quien dice que la que no es fiable es Unió!”. Otro torpedo a la línea de flotación de la inestable Esquerra.

Los republicanos cambiaron esta semana de opinión y, ante la presión mediática, solicitaron la comparecencia del presidente de la Generalitat, Artur Mas, en la llamada Comisión Pujol para que dé explicaciones, aunque hasta ahora evitaron su comparecencia alineándose en contra de la misma junto a CiU. El miedo a quedar mal ante la opinión pública les hizo recular.

Los barones convergentes están ahora dolidos con los republicanos porque creen que se han aprovechado de las circunstancias para realizar un lavado de imagen a costa de Artur Mas: después de evitar en cuatro ocasiones que compareciese ante la comisión que investiga el fraude, le obligan a ir porque la prensa y la opinión pública los han criticado. Los convergentes se encuentran ahora con un pleito abierto frente a Esquerra y otro frente a Unió. Y necesitan como agua de mayo no perder ninguno de esos apoyos.

Conscientes de la situación, los tradicionales aliados plantean una salida: “Si la hoja de ruta con Esquerra es muy reducida, no habrá problema”. Pero si existen demasiadas reivindicaciones o concesiones a los republicanos, los democristianos seguirán su propio camino. “La lista única era imposible desde el primer momento. Si había lista única, con nosotros no podían contar. Por tanto, lo que debemos es marcar nuestra propia hoja de ruta y, si Esquerra quiere sumarse, bienvenida sea”, dicen fuentes de UDC a El Confidencial.

En Convergència no lo plantean tan explícitamente, pero no difieren mucho de estas tesis. “Artur Mas es el líder natural de este proceso y tiene la suficiente autoridad moral como para marcar la pauta”, subrayan fuentes convergentes. Los republicanos, en cambio, quieren fijar la suya. Lo que pretende ahora Convergènciaes marcar distancias con ERC y dejar claro que la fuerza mayoritaria tiene algo que decir. Elconsejero de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, ya lo dejó caer este jueves: con la actitud de ERC, intentando dejar en evidencia a Artur Mas para ganar votos, pone en peligro la hoja de ruta que se habían planteado. O sea, ha roto los cimientos de lo que quedaba del bloque soberanista.

Pero aún no está todo decidido. Cierto que los democristianos aprovechan para cargar en cualquier momento contra los republicanos, pero habrá que esperar acontecimientos. “Sólo hay que fijarse en que nada más hablar del pacto municipal de Barcelona, Oriol Junqueras salió diciendo que eso está hecho y que no habrá problemas para llegar a acuerdos entre CiU y Esquerra. Pero inmediatamente apareció el candidato de ERC por Barcelona, Alfred Bosch, diciendo que nada de nada y que ya se verá. ¿Y luego dicen que son un bloque homogéneo? Están bastante peor internamente que CiU, y eso que nosotros somos dos partidos diferentes”,

Aunque hay un sentimiento cada vez más fuerte en UDC para concurrir a las elecciones de septiembre separados de Convergència en caso de que se hagan demasiadas concesiones a Esquerra, están por medio las elecciones municipales.

“Los resultados de las municipales determinarán las tensiones dentro de la coalición”, auguran las fuentes consultadas. Pero también habrá que esperar a ver cómo evoluciona la situación griega. “Si tienen cuatro o cinco meses de bonanza, las elecciones pueden ser un fracaso para nosotros. En caso contrario, los partidos clásicos tendremos más posibilidades y eso marcará la aritmética del día después”, auguran.

Sin piedad. Así tratará Unió Democràtica de Catalunya (UDC) a sus socios de Convergència Democràtica (CDC). La tensión entre ambos partidos se hace cada vez más insoportable, hasta el punto de que en algunos círculos democristianos se habla ya sin tapujos de romper peras y presentarse por separado en las elecciones del 27 de septiembre. “Se creían que Duran estaba erosionado, pero no lo está tanto. Tiene cuerda para rato”, explica una fuente de la dirección de Unió a El Confidencial. Los dirigentes de UDC ya han diseñado una estrategia para no sucumbir ante lo que llaman “chantaje” de Esquerra. Pero si Mas se deja guiar por sus cantos de sirena, tomarán otro camino.

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