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El posible adelanto de elecciones obliga a Podemos a preparar un plan B en Cataluña
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SIN CANDIDATO NI PROGRAMA PARA LAS AUTONÓMICAS

El posible adelanto de elecciones obliga a Podemos a preparar un plan B en Cataluña

Si Mas adelanta las autonómicas tras el 9-N, estos comicios serán la primera prueba para que la formación de Iglesias haga realidad los augurios demoscópicos

Foto: Asamblea ciudadana de Podemos; octubre 2014, Palacio Vistalegre / Daniel Muñoz
Asamblea ciudadana de Podemos; octubre 2014, Palacio Vistalegre / Daniel Muñoz

La incertidumbre política está obligando a Podemos a preparar un plan B en Cataluña, según aseguran fuentes de esta formación. Si el presidente catalán Artur Mas adelanta las elecciones autonómicas tras el 9-N, estos comicios serán la primera prueba de fuego para que la formación de Pablo Iglesias haga realidad los buenos augurios demoscópicos de los que disfruta estos días.

El problema es que el calendario previsto por la formación marca constituir el Consejo Ciudadano el 10 de noviembre, nombrando a un secretario general de ámbito estatal, después celebrar diversos consejos municipales, alrededor de febrero; y posteriormente consejos autonómicos para elaborar códigos éticos, programas y listas.

Pero, debido al 9-N, Artur Mas podría adelantar las elecciones. En este caso, Podemos alteraría el calendario previsto y adelantaría el consejo autonómico, porque la voluntad de la formación de Pablo Iglesias es presentarse a las autonómicas.

El Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat le otorga a Podemos hasta 11 escaños en el Parlament. Y algunas encuestas internas de los partidos les atribuyen una tendencia de crecimiento que incluso les podría colocar como segunda fuerza política después de ERC, que ganaría las elecciones según todas las previsiones.

El fenómeno Podemos en Cataluña es más sorprendente porque no tiene candidato, sus miembros no participan en las tertulias de los medios de comunicación catalanes y, además, es la única formación a la que no está desgastando el evitar pronunciarse sobre la independencia, la cuestión medular estos días en la política catalana.

Podemos está en una fase muy embrionaria en Cataluña, cociéndose en las redes sociales y en las asambleas y círculos. Su propuesta no es independentista y, en este sentido podría alterar el actual equilibrio de fuerzas en el Parlament. Todavía no han dado el salto a los medios de comunicación de masas en Cataluña, como en el resto de España.

Sin candidato en la comunidad

Sin embargo, hay grandes expectativas. En L’Hospitalet de Llobregat, por ejemplo, la segunda ciudad de Cataluña, en las últimas europeas, sin candidato, sin campaña, sin pegar un solo cartel, sacaron un 7% de los votos.

Por ahora, lo más cercano a una cara de Podemos es la candidatura de Guanyem al Ayuntamiento de Barcelona, que encabeza la expresidenta de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Ada Colau. Pero formalmente, Podemos todavía no ha dado su apoyo a Guanyem, algo que se tendrá que decidir en febrero, cuando se celebre el consejo municipal correspondiente.

En términos de política social, la confluencia con las CUP es clara. Pero en el eje nacional, si bien Podemos apoya el derecho a decidir, no está por la independencia. Podemos sacaría más escaños que las CUP, según las encuestas.

Podemos y las CUP se disputan un espacio político similar pero con un enfoque diferente. Las CUP han crecido de abajo a arriba, desde los barrios, haciendo política municipal, presentándose en los ayuntamientos y asumiendo responsabilidades en gestión local. Podemos, en cambio, es un movimiento de arriba abajo. No es sólo el enfoque estatal, es que las primeras elecciones a las que se presentaron los de Pablo Iglesias fueron las europeas, a las que las CUP ni concurrieron, por discrepar con las políticas económicas de la UE. Un cambio de enfoque en la manera de hacer política en Cataluña.

La incertidumbre política está obligando a Podemos a preparar un plan B en Cataluña, según aseguran fuentes de esta formación. Si el presidente catalán Artur Mas adelanta las elecciones autonómicas tras el 9-N, estos comicios serán la primera prueba de fuego para que la formación de Pablo Iglesias haga realidad los buenos augurios demoscópicos de los que disfruta estos días.

Generalitat de Cataluña Artur Mas
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