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"Es absurdo que Cataluña haga cola con Turquía y Moldavia para entrar en la UE"
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LOS RADICALES MINusvaloran A BARROSO

"Es absurdo que Cataluña haga cola con Turquía y Moldavia para entrar en la UE"

¿Turquía? ¿Moldavia? ¿Hacer cola para entrar en la UE? ¿Pero qué dice ese tal Barroso? No son preguntas exactamente, sino reflexiones desde el lado independentista

Foto: El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. (EFE)
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. (EFE)

¿Turquía? ¿Moldavia? ¿Hacer cola para entrar en la UE? ¿Pero qué dice ese tal Barroso? No son preguntas exactamente, sino reflexiones desde el lado independentista. Porque el jarro de agua fría del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, al presidente catalán, Artur Mas, sobre el proceso soberanista no es tal. Al menos, así lo interpretan los sectores más radicales del catalanismo que están a favor del referéndum independentista. En la misiva de apenas seis líneas, Barroso advertía de que el conflicto catalán es un problema interno de España, pero recordaba que en el caso de que esta comunidad decidiese independizarse, automáticamente quedaría fuera de la Unión Europea.

Barroso hacía también referencia a que, en el supuesto de llegar a la secesión, Cataluña debería pedir el ingreso en la UE y ponerse a la cola, como cualquier otro tercer país. Y eso es demasiado para los más radicales. “Es absurdo pensar que nos hemos de poner a la cola, al lado de Estados como Turquía o Moldavia. Nuestro país hace años que forma parte del proyecto común europeo, los ciudadanos y ciudadanas tenemos derechos adquiridos de ciudadanía europea y hace tiempo que aplicamos la legislación comunitaria”, afirmó ayer Jordi Solé, diputado de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Pero, en Bruselas, estas disquisiciones son inocuas: un territorio escindido, como por sí solo no tenía condición de Estado miembro, queda fuera de la Unión Y si quiere entrar, ha de pedir permiso y este le ha de ser concedido por unanimidad de los 28 Estados miembros. Si uno solo se opone, no entrará nunca en la UE.

Y es que en los sectores secesionistas se minimiza el alcance de la respuesta del presidente de la Comisión Europea, dejando entrever que ignora cuestiones jurídicas que le desmentirían. Hay un detalle que no pasa inadvertido: los grandes dirigentes, los que dan la cara en otras ocasiones, se han mantenido esta vez en segundo plano. Y eso que correspondía fijar la posición ante el propio máximo mandatario comunitario.

Mención aparte merece Unió Democràtica (UDC), de la que fue el propio secretario general, Josep Maria Pelegrí, quien valoró el impacto de la misiva de Barroso. En Esquerra, en cambio, fue el diputado Jordi Solé el elegido por su partido para cantar las cuarenta a Barroso. Ni Oriol Junqueras (presidente), ni Marta Rovira (secretaria general) ni Anna Simó (portavoz). “Cuando lo que está en juego es el derecho a votar de una parte de la ciudadanía europea, deja de ser un problema estrictamente interno de un Estado miembro, porque la democracia es un principio fundamental de la UE y esta ha de defender los derechos de todos sus ciudadanos”, manifestó Solé.

El dirigente republicano llegó incluso a enmendar la plana al máximo ejecutivo europeo. “Barroso hace afirmaciones categóricas sobre una situación (los efectos sobre la pertenencia a la UE de una parte de un Estado miembro que se separa de esta y se convierte en un Estado independiente) que no está contemplada en los tratados europeos ni tiene precedentes. Estas afirmaciones se pueden debatir desde el punto de vista jurídico, pero sobre todo desde el pragmatismo: nadie gana nada dejando fuera de la UE a un país dinámico, de vocación europeísta y contribuyente neto a las arcas comunitarias como es Cataluña. Se encontrarán soluciones transitorias y realistas”.

Una señal del Gobierno español

Más comedidos se muestran en Convergència Democràtica de Catalunya (CDC). “Barroso dijo lo de siempre, que es un problema interno de España. Pero el día que se produzca la independencia, si llegamos a ser un país, ya veremos qué pasa, porque hay fórmulas para seguir perteneciendo a la UE. De todos modos, dudamos de que Europa prescinda de una colectividad de 7,5 millones de personas de la noche a la mañana. No les interesa”, expresó un alto dirigente convergente a El Confidencial.

Para CDC, Barroso “contestó educadamente al president. Pero, al mismo tiempo, envía una señal al Gobierno español diciendo, ‘señores, siéntense y negocien, porque tienen un problema interno’”. Una fuente de la cúpula convergente señala, asimismo, a este diario que la respuesta del presidente de la CE no varía ni un ápice la hoja de ruta del Gobierno catalán. “Los posicionamientos son iguales que hace una semana: queremos que la gente pueda votar democráticamente. Pero algunos se empeñan a poner el carro delante de los bueyes. ¿Quién dice que ganará el sí? ¿Por qué no puede ser que gane la postura de seguir dentro de España? Porque podría pasar esto último, y entonces Barroso tiene razón”.

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas. (EFE)El democristiano Pelegrí, por su parte, admitió igualmente que la respuesta de Barroso era la previsible y recordó, en este sentido, que Mas ya reconoció recientemente (eso sí, por primera vez y después de más de un año mareando la perdiz) que Cataluña podría ser expulsada de la UE. El dirigente de Unió no negó que los tratados dejan entrever esa situación, pero señaló que los tratados, igual que otros textos, incluida la Constitución, se pueden cambiar siempre con diálogo. “Los textos pueden ser muy rígidos, pero si hay voluntad política, con diálogo, se pueden cambiar”, subrayó. Un tema, el de la voluntad política, que es una cuestión sobre la que también redunda Convergència.

El secretario general de UDC manifestó también que el Gobierno central está cerrado a admitir diálogo en este tema, pero que su formación seguirá intentándolo. Aun así, reconoció que la prioridad de su partido es trabajar para que la consulta se pueda hacer el 9 de noviembre. “Esta es nuestra prioridad y nuestra preocupación”, enfatizó.

¿Turquía? ¿Moldavia? ¿Hacer cola para entrar en la UE? ¿Pero qué dice ese tal Barroso? No son preguntas exactamente, sino reflexiones desde el lado independentista. Porque el jarro de agua fría del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, al presidente catalán, Artur Mas, sobre el proceso soberanista no es tal. Al menos, así lo interpretan los sectores más radicales del catalanismo que están a favor del referéndum independentista. En la misiva de apenas seis líneas, Barroso advertía de que el conflicto catalán es un problema interno de España, pero recordaba que en el caso de que esta comunidad decidiese independizarse, automáticamente quedaría fuera de la Unión Europea.

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