El Gobierno nombra a un ‘duro’ fiscal de Cataluña para dirimir los escándalos de CiU

El Gobierno español ya tiene decidido a su nuevo fiscal jefe de Cataluña, que tomará posesión en las próximas semanas: será el actual teniente fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), José María Romero de Tejada. Martín Rodríguez Sol, que fue nombrado hace dos años, quedó sentenciado el pasado marzo cuando realizó unas comprometidas declaraciones, en las que afirmaba que “al pueblo de Cataluña hay que darle la posibilidad de expresar lo que quiere”, refiriéndose al polémico referéndum que quiere convocar Artur Mas. De todos modos, advertía de que la consulta independentista no tiene marco legal para que pueda ser convocada desde la Generalitat.

Rodríguez Sol había llegado a fiscal jefe de Cataluña con el beneplácito del Gobierno del PP, que consideraba que, además de su talante personal (algunas fuentes le sitúan en la órbita del Opus Dei), tenía la suficiente profesionalidad y ascendencia sobre los fiscales como para hacerse cargo de un cargo clave para el Ejecutivo de Mariano Rajoy. La declaración de intenciones sobre la consulta soberanista, sin embargo, lo dejó a los pies de los caballos y el Gobierno inició un proceso para sustituirlo. En realidad, fue relativamente objetivo: “En estos momentos del viaje a Ítaca, los billetes los pueden tener en Madrid. Y nos podemos encontrar con que la postura de Madrid no sea muy favorable a los cruceros”, dijo en relación con la intención de Artur Mas. Pero su condescendencia con la posibilidad de que pueda efectuarse una consulta no pasó desapercibida para el Gobierno, que le pidió la dimisión inmediatamente.

En estos dos meses, pues, el Ejecutivo central ha barajado varias hipótesis y, finalmente, ya tiene a su candidato. Fuentes solventes manifestaron a El Confidencial que Romero de Tejada ha sido ya elegido por la Fiscalía como sucesor de Rodríguez Sol, que además acaba de pasar por un duro trance tras el fallecimiento de un familiar. El cambio se oficializará en las próximas semanas, cuando su nombre sea llevado por el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, al Consejo Fiscal. 

El nombramiento es importante en un momento en que las relaciones entre el Gobierno central y el de la Generalitat evidencian serias desavenencias y precisamente cuando varios dirigentes de CiU están imputados en escándalos económicos. Los procesos contra el secretario general de Convergència, Oriol Pujol, contra el diputado y exalcalde de Lloret, Xavier Crespo, o contra el también diputado Ferran Falcó, implicado en el caso del 3%, pueden tomar una nueva dimensión con el nuevo fiscal jefe.

Proveniente de una familia relacionada con la judicatura (su padre ya había sido fiscal en Barcelona), está considerado “un hombre del ala dura de la derecha”. Casado con la hija de un prohombre catalán, tiene lazos de parentesco también con un grupo hotelero de fuerte raigambre en la capital catalana. “Será un fiscal muy político, que ejecutará sin dudarlo las órdenes que vengan de Madrid”, asegura a El Confidencial un veterano letrado que lo conoce de hace décadas. Y otro señala que “es un fiscal muy duro y con un talante de derechas que lo hace idóneo para ocupar el cargo con un Gobierno del PP”.

El eterno segundo

“Romero de Tejada ha sido el eterno segundo de la fiscalía en Barcelona durante décadas. Como el cargo de teniente fiscal es por escalafón, ya fue segundo de José María Mena y, más tarde, de Teresa Compte. Tradicionalmente, se le habían reservado tareas muy vinculadas a representación, pero no ha estado al frente de ninguna investigación importante”, señala a este diario una fuente que lo conoce bien.

A pesar de su talante de derechas, otra fuente asegura que ha tenido una intensa relación de amistad tanto con José María Mena como con Carlos Jiménez Villarejo (exfiscal Anticorrupción y exfiscal jefe de Cataluña), ambos vinculados a la izquierda. Otro de sus grandes amigos era también otro fiscal, Manuel Casado (militante comunista en su juventud), ya fallecido, hijo de un exfiscal jefe de finales de los 70.

El nombre de Romero de Tejada ya se había postulado en alguna ocasión para hacerse cargo del máximo sillón de la fiscalía catalana. En el 2007, se postuló para sustituir a José María Mena, pero se encontró con dos nombres de peso: Teresa Compte y Martín Rodríguez Sol. El entonces fiscal general, Cándido Conde-Pumpido llevó el asunto al Consejo Fiscal, que le dio tantos votos a Compte como a Martín Rodríguez Sol. El talante progresista de la primera decidió entonces la balanza… hasta que el PP llegó al poder y apostó por Rodríguez Sol. 

El nuevo hombre fuerte de la Fiscalía tiene una carrera de 38 años a sus espaldas. Nacido en agosto de 1948, quienes le conocen aseguran que es “un hombre muy educado y muy correcto”, aunque le achacan una menor formación técnica en relación con otros fiscales que le han precedido. “Durante muchos años, su principal cometido ha sido la representación institucional, pero nunca ha llevado entre manos una investigación importante. Siempre le habían tenido a la sombra y le encargaban muy pocas cosas, aunque era el que asistía, en la mayoría de las ocasiones, a cualquier acto en representación de la Fiscalía”, aseguran las fuentes consultadas.

Ahora, con la complicada coyuntura política en que se encuentra Cataluña, Romero de Tejada puede poner 'el colofón' a una larga carrera en el Ministerio público, según fuentes de la judicatura. “Los grandes escándalos que están vivos en el panorama político catalán pueden cobrar otra dimensión”, aseguran estas fuentes. En algunos sectores se considera, incluso, que su nombramiento es un aviso a navegantes del Gobierno central a CiU. “Pepe [como le conocen sus amigos] es un hombre muy implicado en la vida catalana debido a su tradición familiar, pero que nadie dude de que se va a mostrar inflexible y que va a ser el fiscal más duro que se podía esperar. Aplicará una política de ordeno y mando de lo que le pidan sus superiores”, zanjan las fuentes consultadas. O sea, será la perfecta correa de transmisión del fiscal general del Estado.