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PP cierra un pacto económico con CiU y presiona para racionalizar gastos en la Generalitat
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CIERRE DE EMBAJADAS Y REESTRUCTURACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN

PP cierra un pacto económico con CiU y presiona para racionalizar gastos en la Generalitat

El Partido Popular se crece ante Convergència i Unió (CiU). Primero, porque le ha ganado un concejal en la ciudad de Barcelona; en las municipales del

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PP cierra un pacto económico con CiU y presiona para racionalizar gastos en la Generalitat

El Partido Popular se crece ante Convergència i Unió (CiU). Primero, porque le ha ganado un concejal en la ciudad de Barcelona; en las municipales del pasado 22 de mayo, los convergentes obtuvieron 15 concejales y el PP se quedó con los 8 que tenían. Tras presentar un recurso, los tribunales han admitido un puñado de papeletas origen de la polémica. Y gracias a ella, el PP consigue el noveno concejal por sólo dos votos, en detrimento de un edil de CiU, que se quedará, finalmente con 14.

Segundo: los populares son la llave de la gobernabilidad en el Gobierno autonómico. Desde hace meses negocian con Artur Mas un acuerdo que permita a la Generalitat aprobar los presupuestos de este año, prorrogados porque en el último trimestre del 2010, cuando se debían aprobar, el Parlamento estaba disuelto como consecuencia de la convocatoria de elecciones autonómicas. Mas ha impulsado en estos meses medidas económicas coincidentes con el PP, por lo que éste no pondrá muchos inconvenientes para que los presupuestos sean aprobados, lo que provocaría una crisis de Gobierno de consecuencias imprevisibles, incluso de una nueva convocatoria de elecciones.

El Partido Popular ya evitó presentar una enmienda a la totalidad de los presupuestos la pasada semana, por lo que Artur Mas se garantizó su tramitación. Aquí es donde el PP va a jugar una de sus bazas. El portavoz popular en el Parlamento catalán, Enric Millo, reconoció ayer que han presentado enmiendas “que puedan ser asumidas por el Gobierno y aprobadas por el Parlamento”. En otras palabras, sabe que los nacionalistas van a aceptar si se presentan en la Cámara. Por ello se trasluce la lectura de que hay un pacto tácito CiU-PP para llevar adelante las cuentas, una reedición del Pacto del Majestic que en su momento firmaron -protocolariamente- José María Aznar y Jordi Pujol.

Fuentes políticas consultadas por El Confidencial señalaron que la estrategia de los dos partidos “es poder blindar los acuerdos sin que se puedan ver como un pacto global. Hubo pacto de no agresión en la conformación de ayuntamientos y diputaciones y ahora hay apoyo del PP en el Gobierno autonómico. Pero ha de visualizarse, de cara a la opinión pública, como acuerdos puntuales y no como un pacto de legislatura”.

Fuentes del PP consultadas por este diario señalan, a este respecto, que “no hay nada definitivo. Ha habido acuerdo en una primera fase. En los temas económicos ya estamos de acuerdo”. Entre estos temas, Millo coló algunas matizaciones a los presupuestos, que fueron aceptadas por CiU, entre ellas la creación de una partida de 25 millones de euros para avales del Instituto Catalán de Finanzas (ICF) destinados a trabajadores autónomos, 9 millones más para luchar contra el fracaso escolar, el incremento en 500.666 euros de las partidas para el funcionamiento de centros hospitalarios, 150.000 euros para ayudas a familias con problemas de ancianos con dependencia y otras cuestiones relacionadas con salud, bienestar social, educación y emprendedores.

Fuentes consultadas por El Confidencial subrayan que los acuerdos de CiU y PP en materia económica no deberían sorprender a nadie. “Las propuestas son muy similares y perfectamente asumibles por uno o por otro. Además, ya en la precampaña y la campaña electoral CiU admitía que en materia económica se situaba más cerca del PP que de los otros rivales”, explican estas fuentes.

El as en la manga

Pero el PP se guarda un as en la manga. “No tienen garantizado nada todavía, ya que falta un aspecto muy importante, como son las contrapartidas políticas, de las que se ocupa personalmente Alicia Sánchez-Camacho”. En este bloque, el PP sitúa la reconversión de las embajadas que la Generalitat tiene repartidas por medio mundo en oficinas para que se ocupen de tareas fundamentalmente comerciales y la reestructuración de la Administración para racionalizar gastos. “Ahora hay una buena sintonía en los temas económicos y lo que Millo presentó hoy [ayer para el lector] son enmiendas concretas que no tendrán problemas a la hora de ser aceptadas. Pero ahora se va a poner el acento en los temas más políticos. Si no hay acuerdo, podemos reconsiderar nuestro voto”, señalan fuentes del PP a este diario. En este sentido, es clave una frase lanzada ayer por Millo: “Hemos de acabar con la etapa de Carod y empezar una nueva dirigida a la promoción comercial e internacionalización de las empresas catalanas”.

El PP ya ha asegurado a CiU su predisposición a abstenerse en la votación de los presupuestos. Con esta abstención, las cuentas de Mas serían aprobadas sin problema por el Parlamento. Pero la espada de Damocles pende sobre los nacionalistas. “Todavía podemos reconsiderar si nos abstenemos, si votamos a favor... o si votamos en contra. Dependiendo de la aceptación de algunas directrices más políticas, comprometeremos o no nuestro voto, por lo que nadie puede decir que todo está ya atado”, señalan las fuentes del PP consultadas.

El Partido Popular se crece ante Convergència i Unió (CiU). Primero, porque le ha ganado un concejal en la ciudad de Barcelona; en las municipales del pasado 22 de mayo, los convergentes obtuvieron 15 concejales y el PP se quedó con los 8 que tenían. Tras presentar un recurso, los tribunales han admitido un puñado de papeletas origen de la polémica. Y gracias a ella, el PP consigue el noveno concejal por sólo dos votos, en detrimento de un edil de CiU, que se quedará, finalmente con 14.

CiU Artur Mas Alicia Sánchez Camacho