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Narcís Serra se convierte en la primera víctima de las fusiones de las cajas de catalanas
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EL DIRECTOR GENERAL DE CAIXA MANRESA, OTRO DAMNIFICADO

Narcís Serra se convierte en la primera víctima de las fusiones de las cajas de catalanas

El presidente de Caixa Catalunya, Narcís Serra, tiene los días contados en su cargo al frente de la entidad de ahorros que surja de la fusión

Foto: Narcís Serra se convierte en la primera víctima de las fusiones de las cajas de catalanas
Narcís Serra se convierte en la primera víctima de las fusiones de las cajas de catalanas

El presidente de Caixa Catalunya, Narcís Serra, tiene los días contados en su cargo al frente de la entidad de ahorros que surja de la fusión de esta caja con las de Tarragona y Manresa. Estas tres entidades celebraron ayer sus respectivas asambleas y aprobaron el proceso de integración, que dará como resultado la cuarta caja española por volumen de activos consolidados, con 81.000 millones de euros y cuatro millones de clientes. Pero Serra sólo seguirá unos cuantos meses al frente de la nueva entidad -en principio, se había hablado de dos años a partir de la fusión- y abandonará el sillón el próximo mes de noviembre, coincidiendo con la constitución de la nueva asamblea general y de los órganos de gobierno definitivos.

Una nota de Caixa Catalunya emitida ayer señala que “son dos las razones que se han expuesto en la asamblea general que aconsejan que la nueva entidad tenga un nuevo presidente. En primer lugar, se crea una nueva caja e incluso un nuevo modelo de caja. No se trata de un proceso de absorción y esto debe ser puesto de relieve con la creación de nuevos órganos de gobierno y, por lo tanto, de presidente. En segundo lugar, es una garantía para todo el proceso que quien preside la renovación de los órganos de gobierno no participe como posible designado al final del proceso. Esto dará una capacidad de gestión y una mayor autoridad y neutralidad para conducir la creación de los nuevos órganos de gobierno”.

Según las fuentes consultadas, ya suenan nombres para su puesto y quien más posibilidades tiene es un hombre que ha desempeñado cargos importantes en la Administración y que en estos momentos está el frente de una gran corporación, aunque su fichaje todavía no se ha atado.

Pero Serra no es el único damnificado. El director general de Caixa Manresa, Feliu Formosa, anunció también ayer ante la asamblea que no estará en el equipo directivo de la nueva entidad y abandonará el barco el 1 de julio, coincidiendo con el inicio oficial de las operaciones de la gran caja resultante de la fusión. De hecho, Formosa mantiene conversaciones desde hace varias semanas con una entidad de la competencia, para incorporarse a su staff en sustitución de un directivo que se jubila, aunque el fichaje no está todavía ultimado.

El abandono del directivo de Caixa Manresa ya venía siendo un rumor creciente porque consideraba que en el nuevo organigrama no tenía suficiente peso. A pesar de ser un hombre muy cercano al director general de Caixa Catalunya, Adolf Todó -formó parte del equipo de éste en Manresa y le sustituyó tras su marcha a Barcelona-, no le sentó nada bien que su antiguo jefe decidiera que su mano derecha será Jaume Masana, a quien ya fichó para Caixa Catalunya. “Formosa se enfadó por el gran protagonismo dado a Masana. Además, éste está blindado, por lo que no le apetece quedarse como si fuese del montón”, señala a este diario una fuente que participó en las conversaciones de la fusión.

La nueva entidad tendrá 7.600 empleados y 1.215 oficinas y, de momento, se registrará como Caixa d’Estalvis de Catalunya, Tarragona y Manresa. Para acometer el proceso de gestión, las tres entidades pedirán al FROB 1.250 millones de euros. Su estrategia estará centrada en la banca minorista de proximidad y prestará especial atención a las familias y a las pequeñas y medianas empresas. A partir de hoy, presentan ya su primer producto como una sola entidad: “un depósito estructurado vinculado a la evolución de una cesta de acciones con una inversión de atractiva rentabilidad fija”, según una nota hecha pública ayer tras las respectivas asambleas.

Constitución oficial de Unim

Las tres cajas más pequeñas, Sabadell, Terrassa y Manlleu, celebraron también ayer sus respectivas asambleas para oficializar la creación de Unnim, que será la undécima entidad de ahorros española con unos activos consolidados de casi 30.000 millones de euros. Esta nueva caja tendrá 2.900 trabajadores y 610 oficinas tras los ajustes que se realizarán durante los dos próximos años. Para acometer la integración, pedirán al FROB 380 millones de euros, que piensan retornar en tres años en vez de los cinco (ampliables a siete) que permite la normativa.

El acto de constitución oficial de Unnim está previsto para el 29 de junio, para que pueda echar a andar el mismo día 1 de julio. En la segunda quincena de ese mes, tendrá lugar la reunión de la nueva asamblea general constituyente. El primer presidente, será Salvador Soley, que oficia hasta ahora como máximo mandatario de Caixa Sabadell. El vicepresidente primero será Jaume Ribera, presidente de Caixa Terrassa, y el vicepresidente segundo, Joan Contijoch, presidente de Caixa Manlleu. El director general de Unnim será Enric Mata, director general de Caixa Terrassa, que contará con dos directores generales adjuntos: Jordi Mestre, actual director general de Caixa Sabadell, y Dídac Herrero, actual director general de Caixa Manlleu.

Presiones de la Generalitat

Con la luz verde a las dos fusiones, las entidades de ahorro catalanas pasan a ser seis en vez de diez. La Caixa será la única entidad que, por su volumen, queda fuera de la reestructuración auspiciada tanto por el Banco de España como por la Generalitat de Cataluña. Quedan, sin embargo, pendientes de tomar una decisión Caixa Penedès, Caixa Laietana y Caixa Girona, que el pasado mes de marzo se descolgó en el último momento de la integración en Unnim. Penedès ha retomado contactos con cajas de a otras comunidades autónomas y Laietana no ha movido ficha aún. Las autoridades económicas catalanas, sin embargo, están presionando para que las tres retomen la negociación para fusionarse virtualmente mediante el mecanismo del Sistema Institucional de Protección (SIP). Con esta fórmula, las tres conservarían su independencia y sólo deberían presentar un informe conjunto anual de balances, cuentas y estados financieros agregados.

El presidente de Caixa Catalunya, Narcís Serra, tiene los días contados en su cargo al frente de la entidad de ahorros que surja de la fusión de esta caja con las de Tarragona y Manresa. Estas tres entidades celebraron ayer sus respectivas asambleas y aprobaron el proceso de integración, que dará como resultado la cuarta caja española por volumen de activos consolidados, con 81.000 millones de euros y cuatro millones de clientes. Pero Serra sólo seguirá unos cuantos meses al frente de la nueva entidad -en principio, se había hablado de dos años a partir de la fusión- y abandonará el sillón el próximo mes de noviembre, coincidiendo con la constitución de la nueva asamblea general y de los órganos de gobierno definitivos.