Circula en sentido contrario más de 60 kilómetros de Málaga a Sevilla porque "le sentó mal la bebida"
Hizo falta cortar la autovía porque hizo caso omiso a las primeras indicaciones de los agentes de la Guardia Civil. El hombre se resistió a la detención y lesionó a uno de los guardias
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La justificación que dio a los agentes fue que “no bebía habitualmente y que le había sentado mal”. Una defensa que se diluyó cuando comprobaron que había circulado más de 60 kilómetros en sentido contrario. Es lo que hizo un conductor que condujo de Málaga a Sevilla poniendo en riesgo la vida de otras personas y que fue detenido por la Guardia Civil tras interceptarlo y oponer resistencia.
El Instituto Armado informó de que los hechos se iniciaron sobre las 05:15 horas el 27 de noviembre, cuando una patrulla de la Agrupación de Tráfico de la localidad sevillana de Osuna fue alertada por la Central Operativa de que un turismo circulaba en sentido contrario por la autovía A-92 que une Sevilla y Almería.
Desde el Centro de Gestión del Tráfico del Suroeste se localizó a este vehículo y se realizó un seguimiento en tiempo real a través de las cámaras, advirtiendo al resto de conductores de la situación de riesgo a través de los paneles de mensaje variable.
Fuentes cercanas al caso precisaron que los agentes se vieron obligados a cortar la vía y rebasaron al conductor para que detuviese la marcha. Este, según precisaron, hizo caso omiso de las indicaciones. Aunque finalmente fue interceptado en el kilómetro 70,000 de la A-92.
Las citadas fuentes señalaron que el conductor, un individuo de mediana edad, inicialmente quería dirigirse a Málaga capital, pero al parecer se equivocó en una rotonda y puso rumbo a Sevilla. Estuvo circulando en sentido contrario más de 60 kilómetros —desde el kilómetro 132 de la A-92, en la provincia malagueña—, poniendo así en peligro la seguridad vial de la autovía.
Tras realizar la prueba de alcoholemia, el conductor arrojó unas tasas que superan el límite penal establecido: 0,86 mg/l y 0,83 mg/l.
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El hombre, además, se resistió a los agentes e incluso llegó a lesionar a uno de ellos, que sufrió una luxación.
Se le investiga por la comisión de un supuesto delito contra la seguridad vial por la circulación en sentido contrario, por superar las tasas legalmente establecidas; así como por la desobediencia y resistencia a los agentes de la autoridad. Por estos hechos podría enfrentarse a pena de prisión de seis meses a dos años y la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta seis años.
La justificación que dio a los agentes fue que “no bebía habitualmente y que le había sentado mal”. Una defensa que se diluyó cuando comprobaron que había circulado más de 60 kilómetros en sentido contrario. Es lo que hizo un conductor que condujo de Málaga a Sevilla poniendo en riesgo la vida de otras personas y que fue detenido por la Guardia Civil tras interceptarlo y oponer resistencia.