Pedro Sánchez pone rumbo a la investidura sin mencionar la amnistía
El presidente reaparece arropado por la militancia del PSOE andaluz, evita lanzar mensajes a ERC y Junts y defiende un pacto por "la convivencia y concordia": "Tengo más argumentos que nunca"
Pedro Sánchez inició este sábado su camino a la investidura arropado por la principal Federación de su partido, la andaluza. En un mitin celebrado en Sevilla, el presidente del Gobierno en funciones evitó mencionar la amnistía y la exigencia de un referéndum de ERC y Junts, aunque defendió la necesidad de buscar un pacto "real, no postizo" de cuatro años por "la convivencia y la concordia en España". Tras dos sesiones sin intervenir en el Congreso de los Diputados, donde cedió su turno de réplica a Óscar Puente, Sánchez arrancó su "pedagogía exprés" para justificar un acuerdo con los independentistas. Lo hizo en Andalucía, uno de los territorios más susceptibles a las cesiones a Cataluña, donde los 3.000 asistentes se volcaron con el presidente y dedicaron una fuerte ovación a uno de los históricos críticos con Felipe González y Alfonso Guerra, Luis Yáñez.
Sánchez se mostró "con más fuerza, ganas y argumentos que nunca" para acudir a la investidura tras el intento fracasado de Alberto Núñez Feijóo. Durante su intervención, combatió la defensa de la derecha a la Constitución y la unidad territorial y sostuvo que hoy, tras cuatro años de gobierno apoyado en los nacionalistas, el conflicto con Cataluña se ha apagado. "Cuando España estuvo a punto de romperse fue con Mariano Rajoy y la declaración unilateral de independencia", recordó, además de defender que en la Constitución "cabemos todos y todas". "Incluso aquellos que la incumplen, como el PP con el Consejo General del Poder Judicial". Los socialistas buscan convencer a sus afiliados de la necesidad de buscar el pacto, a pesar de las posiciones de máximos expuestas por ERC y Junts. En el mitin, Sánchez tampoco puso sobre la mesa la opción de una repetición electoral, una amenaza con la que presionará a los nacionalistas para acercar posturas.
El presidente en funciones desplegó algunas de las propuestas que llevará a su investidura: convertir la vivienda en la “gran causa nacional” de su legislatura. Reforzar el Estatuto de los trabajadores para que el SMI se actualice anualmente hasta el 60% del sueldo medio. Invertir en la hucha de las pensiones 5.000 millones cada año, "por los pensionistas del mañana". Una ley de paridad. "Merece la pena", insistió el presidente, quien destacó la excepcionalidad que supondría la reedición de un gobierno progresista en Europa, donde la ultraderecha ha alcanzado la presidencia en Italia o Polonia. “En Europa nos miran con envidia sana el resultado electoral de España”, afirmó.
El lugar elegido fue el municipio de La Rinconada, donde el PSOE andaluz sigue ganando al PP de Juanma Moreno hasta en las elecciones autonómicas. Su alcalde, el presidente de la Diputación provincial, Javier Fernández de los Ríos, fue claro con la finalidad del encuentro desde el primer momento. "Este mitin podemos resolverlo en un minuto o en una hora: ¿Queréis que Pedro Sánchez siga siendo presidente de España?".
El PSOE defiende que hay que formar gobierno "por España": "No nos van a quitar la bandera"
El acto buscaba exhibir el apoyo de la militancia, además de legitimar y argumentar un futuro pacto de Gobierno criticado no solo por la derecha, sino por históricos del socialismo como Felipe González o Alfonso Guerra. Hubo mensajes para ellos. "No hay militantes A y militantes B, todos somos socialistas", expuso Fernández de los Ríos, figura en alza del PSOE andaluz. Tanto el anfitrión como el secretario general de los socialistas andaluces, Juan Espadas, y la ministra de Hacienda en funciones, la sevillana María Jesús Montero, contraatacaron el discurso con el que el PP pretende frenar la investidura. Hay que formar Gobierno, dicen, "por España". "No nos van a quitar la bandera, el himno, el sentimiento ni la Constitución ¡España es nuestra también!", exclamó Fernández de los Ríos.
La visita de Sánchez es interpretada desde las filas del socialismo andaluz como un espaldarazo a la Federación. Hace unas semanas el presidente ya inició el curso político en Málaga y este sábado buscó el respaldo de la militancia andaluza para convencerla de la necesidad de alcanzar un acuerdo de investidura. "No estamos dispuestos a que la derecha nos dé lecciones", espetó el líder del PSOE andaluz, alineado con las tesis de Sánchez tras la caída de Susana Díaz. "El PSOE va a garantizar la diversidad, pero sobre todo la igualdad", respetando "la diversidad de todos los territorios de España". "Aquí no hay ni un socialista que vaya a comprar un gobierno de PP y Vox. ¡Ni uno solo!", manifestó Espadas, crítico con la llamada de Juanma Moreno a los diputados socialistas "con sentido de Estado" para que votaran a Feijóo.
Pedro Sánchez inició este sábado su camino a la investidura arropado por la principal Federación de su partido, la andaluza. En un mitin celebrado en Sevilla, el presidente del Gobierno en funciones evitó mencionar la amnistía y la exigencia de un referéndum de ERC y Junts, aunque defendió la necesidad de buscar un pacto "real, no postizo" de cuatro años por "la convivencia y la concordia en España". Tras dos sesiones sin intervenir en el Congreso de los Diputados, donde cedió su turno de réplica a Óscar Puente, Sánchez arrancó su "pedagogía exprés" para justificar un acuerdo con los independentistas. Lo hizo en Andalucía, uno de los territorios más susceptibles a las cesiones a Cataluña, donde los 3.000 asistentes se volcaron con el presidente y dedicaron una fuerte ovación a uno de los históricos críticos con Felipe González y Alfonso Guerra, Luis Yáñez.
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