El niño que vivía en un piso con su familia, 34 perros y basura para llenar 13 cubas grandes
Retiran la custodia al padre de un menor, que a sus de 11 años llevaba mucho tiempo viviendo entre desperdicios. El hombre ha sido detenido y la abuela del pequeño es investigada. Curiosamente, ambos trabajaban para una empresa de limpieza
Cuando los agentes entraron en el interior de esa vivienda del centro de Estepona (Málaga), se toparon con un auténtico vertedero ‘indoor’. Montañas y montañas de desperdicios que llenaron 13 cubas, así como 34 perros, entre los que desde hacía mucho tiempo malvivía un niño de 11 años. Su padre ha sido detenido por un presunto delito contra los deberes inherentes a la patria potestad y por otro de maltrato animal, mientras que su abuela está siendo investigada.
Ha sido el resultado de una intervención que la semana pasada llevaron a cabo agentes del Área de Protección al Menor (Aprome) de la Unidad de Policía Nacional Adscrita a la Comunidad Autónoma de Andalucía y que tenía como objetivo prioritario que el niño no siguiese residiendo en esas condiciones.
Fuentes consultadas por este periódico explicaron que el Ayuntamiento de Estepona precisó varios camiones para llevar a un vertedero los desperdicios que se acumulaban en el domicilio. El volumen de la basura equivalía a unos 13 cubas de las de poda, “unas 1.500” bolsas que se extendían por todas las estancias de la vivienda: tres dormitorios, un amplio salón con acceso a una terraza cerrada, un baño y una cocina. Llamó la atención la gran cantidad de cajas de pizza y botellas refrescos de cola que había esparcidos, por lo que se piensa que esta era la dieta habitual de la familia.
En el piso, ubicado en una cuarta planta de un céntrico edificio de la localidad esteponera, residían el menor, su padre y la madre de éste. Los dos adultos, paradójicamente, trabajaban en una empresa de limpieza y eran propietarios de otros inmuebles. Los restos llevaban años acumulados —“al menos siete”, señaló una de las fuentes— y la insalubridad era evidente.
La abuela dormía en una silla, mientras que el pequeño, al parecer, se recostaba en la encimera de un mueble
Las cucarachas se contaban por centenares y fue el fuerte olor y las presencia de insectos la que alertó a los vecinos, que informaron a las autoridades de las precaria situación en la que vivía la familia. La mujer dormía en una silla, mientras que el pequeño se recostaba en la encimera de un mueble porque era el único lugar donde podía hacerse un pequeño hueco entre los desperdicios, según adelantó diario Sur.
En la casa también había un total de 34 perros que orinaban y defecaban entre los desperdicios. Algunos de los animales padecían enfermedades y graves infecciones, y ninguno de ellos era sacado a la calle.
El niño, que se encuentra en un centro de acogida mientras se estudia la retirada de custodia, explicó que, de un día para otro, su padre empezó a llevar a casa bolsas de basura que encontraba en la calle.
Los servicios sociales habían intentado contactar con la familia y visitaron la vivienda, pero nadie les abría la puerta, según informó el citado rotativo, por lo que habían dado al progenitor un plazo para normalizar la situación, circunstancia que no ocurrió.
Los trabajos de limpieza se prolongaron durante varios días y la casa tuvo que ser desinfectada en varias ocasiones
Al recibir el primer informe, la Fiscalía solicitó al Servicio de Protección de Menores que decretara el desamparo provisional del adolescente. El padre ha sido arrestado por un presunto delito contra los deberes inherentes a la patria potestad y por otro de maltrato animal, mientras que la abuela no llegó a ser detenida, aunque aparece en las diligencias en calidad de investigada.
Fuentes del Consistorio explicaron que, tras la intervención policial, se hizo cargo de la limpieza de la vivienda y retiraron a los perros para ser atendidos en el parque zoosanitario. Los trabajos se prolongaron durante varios días, fue necesaria la participación de un buen número de operarios y la casa tuvo que ser desinfectada en varias ocasiones.
Cuando los agentes entraron en el interior de esa vivienda del centro de Estepona (Málaga), se toparon con un auténtico vertedero ‘indoor’. Montañas y montañas de desperdicios que llenaron 13 cubas, así como 34 perros, entre los que desde hacía mucho tiempo malvivía un niño de 11 años. Su padre ha sido detenido por un presunto delito contra los deberes inherentes a la patria potestad y por otro de maltrato animal, mientras que su abuela está siendo investigada.