50 años sin metro: tres sevillanos denuncian en Bruselas los retrasos en el desarrollo de la red

Manuel Alejandro Moreno ha alzado este miércoles su voz en Bruselas en representación de la sociedad civil sevillana para lanzar un SOS por el “hartazgo general” ante la falta de una red de Metro completa, un problema enquistado y que durante décadas las distintas Administraciones públicas han usado como arma arrojadiza. Y la prueba es que volvió a ocurrir. Los europarlamentarios de distintos partidos que asistieron a la comisión de peticiones, donde se expuso este problema, se enzarzaron en una batalla dialéctica de reproches mutuos que los peticionarios rogaron zanjar. “Por favor, estamos cansados de guerras políticas, Europa es nuestra última esperanza”, pidió este ingeniero industrial de 26 años, portavoz de la asociación Sevillaquieremetro, que quiso homenajear con su iniciativa a su abuelo, quien asistió con entusiasmo a las primeras obras de un transporte metropolitano proyectado hace justo 50 años y que hoy sólo cuenta con una línea, inaugurada en 2009.

Por él y por todos los sevillanos que en el último medio siglo han perdido la confianza en las instituciones, esta iniciativa ciudadana lucha para que Sevilla deje de ser la única ciudad europea de su tamaño que no cuenta con un Metro completo. El siguiente tramo, una nueva línea incompleta, no estará en el mejor de los casos terminado hasta 2027. “Este es un barco encallado en Sevilla desde hace 47 años”, ha explicado Moreno, en referencia al año de inicio de las primeras obras, demostrando que su petición, lejos de ser un tema local que afecta a la movilidad exclusivamente, es un lastre para el desarrollo de la cuarta ciudad de España y para el millón y medio de habitantes que podrían beneficiarse de la citada red metropolitana.

La existencia de una sola línea de Metro aumenta la distancia de Sevilla con respecto a ciudades similares, como Colonia o Toulouse, pero también tiene un importante impacto en la huella de carbono, pues limita el uso del transporte público al 25% de la población. Y, lo más importante, origina un grave problema de equidad, de cohesión social en una ciudad que, además, cuenta con los tres barrios con menor renta de España. “La red de Metro es una oportunidad de desarrollo”, ha apuntado el representante de la plataforma Sevillaquieremetro, que suma desde hace un año adhesiones: desde el Colegio de Ingenieros a la patronal de los empresarios sevillanos o los clubes de fútbol de la ciudad.

Estos tres argumentos justifican la petición ante Bruselas. El denominador común en este movimiento ciudadano es el cansancio pero, sobre todo, la confianza en que la historia se puede cambiar. Este ímpetu es el que une al joven ingeniero que ha ejercido de portavoz con Enrique de Ávila, un patólogo de Pamplona, investigador y profesor universitario, que se afincó en Sevilla en 2013. O con otro sevillano, Víctor Aguilar, técnico audiovisual de 27 años que padece a diario las deficiencias en el transporte en la capital. Son las tres caras visibles de una plataforma con enfoque constructivo y "apolítica”. Ninguno pide dinero, sino que el foco de Europa se fije en el Metro de Sevilla, un problema que ningún gobierno ha logrado solucionar. Y también que la Comisión Europea ejerza de vigilante y comprometa ahora a las autoridades competentes a mover ficha.

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No tenían nada que perder y de Bruselas han regresado con el apoyo a un proyecto “fundamental” para la cohesión social en Sevilla y para el debate abierto en Europa sobre la sostenibilidad y el Pacto verde y la nueva Bauhaus, en palabras de Vicente Rodríguez Sáez, en nombre de la Comisión Europea, que mostró su sorpresa por la situación de la capital y se comprometió a estudiar opciones de financiación a través de los fondos Feder, que considera los más adecuados para recoger este proyecto, a pesar de que los peticionarios han apuntado otras opciones. Y también han regresado satisfechos, pues aunque saben que las competencias del Metro corresponden a la Junta de Andalucía, han pedido ayuda al Parlamento Europeo para que inste a todas las instituciones españolas a impulsar la red y para que se implique. ¿Cómo? Exigiendo informes a las administraciones para comprobar que están avanzando realmente. “Sevilla necesita a Europa y a sus instituciones comunitarias”, ha apuntado el portavoz de una petición que, de momento, mantendrá abierta la Comisión Europea que también instará al Gobierno central a que detalle si el Metro de Sevilla es uno de los proyectos que presentará a la convocatoria de fondos Feder.

Sevillaquieremetro ha logrado su primer reto. Y ha abierto un debate en el seno del Parlamento Europeo con los distintos partidos, entre ellos, con el PP, que preside la Junta de Andalucía y que estuvo representado por Juan Ignacio Zoido, ex alcalde de Sevilla y ex ministro del Gobierno central. Agradeció la movilización social y admitió la incapacidad para resolver un problema que no es nuevo, pero que el Gobierno de Juanma Moreno, según él, sacará adelante.

Al margen de los remilgos y las promesas escuchadas en el Parlamento Europeo, esta iniciativa ciudadana ha querido marcar una hoja de ruta para que el debate no se quede en los cinco minutos exactos con los que ha contado el peticionario para exponer el problema y lograr que Europa tome cuenta de ello tras medio siglo de espera.