La depuradora que tiene en vilo a 300 familias y cinco municipios de Málaga

Y de repente, un vergel de cítricos en la única vega superviviente de Málaga capital. El paisaje sorprende por lo inédito, por lo verde y por lo bello en un territorio situado entre Alhaurín de la Torre y la segunda ciudad andaluza. La Junta de Andalucía está decidida a impulsar la construcción de la depuradora EDAR Norte que recibirá una inversión de 131 millones de euros. Será la más cara de España, según indica a El Confidencial Sergio Arjona, director general de Infraestructuras del Agua del Gobierno andaluz. El plan es ponerla en funcionamiento en 2022.

El abuelo de Mari Carmen Mestanza llegó en 1924 a esta zona, entonces baldía. Tenía diez hijos. "Aquí no había nada. Solo una choza. Todo era estéril hasta que poco a poco empezaron primero con alcachofas, alfalfa, comida para bueyes y luego tabaco y remolacha", cuenta Mestanza. Ahora hay 22.000 árboles que producen naranjas, mandarinas y limones. Esta vegetación quedará destruida si se construye la depuradora. Hay 300 familias afectadas.

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Mari Carmen explica que las palabras no sirven. Ha invitado a dirigentes políticos como el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, el presidente de la Diputación, Francis Salado o la delegada del Gobierno de la Junta, Patricia Navarro, para que fueran a la zona, "porque la vega habla mejor que yo". Los tres ya han ido. Estos días estaba previsto que fueran Arjona y la viceconsejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Ana María Corredera.

Esta vega, sin puentes y de difícil acceso, lleva medio siglo ofreciendo cítricos de máxima calidad que se exportan a toda Europa. Los agricultores recibieron el mes de agosto unas cartas en sus domicilios informándoles de que sus terrenos serían expropiados. "Aunque haya una indemnización desaparecerá nuestro medio de vida, aparte de que la zona ya no tendrá valor paisajístico", insiste Mestanza, de 65 años, y que se jubiló hace cinco años de maestra de escuela.

La Junta de Andalucía argumenta que no se puede retrasar más la depuración del agua en Málaga porque ya acumula una demora de dos décadas. "Donde la hagas, habrá problemas siempre", subrayan fuentes oficiales de la Junta de Andalucía consultadas por El Confidencial. "Es donde los técnicos dicen que se debe hacer por sus condiciones", aseguran estas mismas fuentes.

Ahora mismo hay ocho ofertas en licitación que aspiran a la adjudicación de la depuradora que se hará durante este 2021. Se están baremando en estos momentos. Queda por redactar el proyecto definitivo. El Gobierno andaluz se compromete a ejecutar una depuradora compacta que afecta al menor número de superficie posible.

Ningún Gobierno local quería la depuradora. Málaga la aceptó en su territorio, aunque lo más lejos posible de un núcleo de población

Argumenta la administración autonómica que la zona no cuenta con una protección ambiental. La Junta de Andalucía dictó un decreto en 2003 que obligaba a agrupar los núcleos de Alhaurín El Grande, Alhaurín de la Torre, Cártama, Torremolinos y Málaga enclavados dentro de la llamada aglomeración urbana. El proyecto arrancó en 2004 y hasta 2012 no se fijó que la ubicación sería en la zona de Vega Mestanza.

Ningún Gobierno local quería ubicar la depuradora en su municipio. Al final, el primer edil aceptó que se localizara en Málaga… aunque lo más lejos posible de un núcleo poblacional. Con la crisis económica, todo se paralizó y en 2017 se reactivó el proyecto con varias alternativas, entre ellas, en Vega Mestanza. Y este fue el sitio de nuevo confirmado por el antiguo Gobierno del PSOE en Andalucía. Cuando en 2019 llegó al poder autonómico la coalición PP y Ciudadanos se retoma en la ubicación consensuada dos años antes, aunque los trámites se han ralentizado al haber problemas con el tendido eléctrico.

De la Torre ha ofrecido ahora una alternativa a Vega Mestanza. ¿Y por qué ahora? "Porque se quedó maravillado con la vista [se divisa el Monte San Antón, situado en la otra punta de la ciudad] y entendió lo que supone esta zona". El alcalde planteó un terreno junto a la actual depuradora, conocida por sus continuos malos olores, y situada en el Polígono Guadalhorce, al lado de la Nacional 340 y del centro comercial Málaga Nostrum. Los técnicos municipales vieron con buenos ojos el nuevo lugar ofrecido, pero la Junta lo ha rechazado.

Según el director general de Aguas, esta parcela no cuenta con estabilidad geotécnica y el hándicap mayor es que se encuentra en una zona de dominio público marítimo-terrestre y para ubicar allí la depuradora se necesita hacer un emisario hacia el mar. "La desembocadura del río Guadalhorce es una zona protegida y no se puede construir un nuevo emisario que vertiera las aguas residuales al mar y no se puede regenerar el agua", dice Arjona a este diario. Esta depuradora —de 12,38 hectáreas— lleva años funcionando al límite al asumir los vertidos de Torremolinos. Es la más grande de Andalucía y la octava de España. La planta completa, con tratamiento primario y secundario, data de 1999. El pretratamiento es anterior, de principios de la década de los noventa.

La Junta admite "destrozo agrícola"

La Junta de Andalucía admite el "destrozo agrícola", aunque no ecológico. "El paisaje se va a integrar. ¿Qué es lo que tenemos que hacer entonces? ¿Volver al principio? ¿Dónde lo hacemos? Entonces nunca Málaga va a cumplir con la depuración de aguas y vamos a seguir contaminando nuestros ríos", argumenta el directivo de la consejería, quien rechaza que se pueda suspender la licitación ya que incurriría en prevaricación. La nueva depuradora contaría con una capacidad de 70.000 metros cúbicos diarios, que equivale a la producción generada por una población de 280.000 habitantes.

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El Gobierno andaluz instauró en mayo de 2011 un canon específico para el saneamiento de las aguas residuales en toda la provincia y ya a finales de 2017 la Administración autonómica llevaba recaudados 700 millones de euros, como publicó El Confidencial en noviembre de 2019. Ni el Gobierno central ni el de la Junta han sido capaces de sacar adelante el saneamiento integral de las aguas en la Costa del Sol. En 2017 el 90% de los municipios de Málaga no tenía separadas las tuberías pluviales y fecales con lo que las aguas de lluvia van a las depuradoras.

Málaga, la que más contamina

Este periódico relató en julio de 2020 la Junta de Andalucía pagará una sanción de 5,5 millones de euros por incumplimientos en la depuración de aguas residuales en su territorio. Se trata de una histórica sentencia del 14 de abril de 2011 contra el Reino de España en el asunto C-343/10 relativo a la materia de recogida y tratamiento de aguas residuales que fue notificada a la Junta de Andalucía tras la reunión del Consejo de Ministros del 10 de marzo de 2020. Málaga es la provincia andaluza que más contamina: 6,1 millones de euros, casi la mitad de las multas de la comunidad autónoma.

La asociación de vecinos de Mestanza y Lomas de Cantarranas reivindican que no se construya la depuradora en la zona. Recuerdan que la vega ya forma parte del Corredor Biológico Mundial. El comité internacional de este organismo respalda la paralización del proyecto en este enclave. El abogado de este colectivo es Marcelino Abraira. Este letrado ya cuenta en su haber con la paralización provisional de una depuradora en Gijón representando la comunidad de propietarios de El Pisón del municipio asturiano.

No existe, según la asociación, "un estudio serio" de hábitats ni de los procesos ecológicos asociados, "cuestión esencial y obligatoria, máxime cuando la ubicación se localiza en el corredor ecológico entre dos espacios naturales protegidos que existen aguas arriba y aguas abajo".

"A nadie le gusta que se les quite sus plantaciones. No digo que no haya sido una desgracia para ellos que hayan sido los afectados, pero lo único que podemos hacer es compensarles y que afecte lo menos posible al paisaje", admite el director general de Infraestructuras de Agua del Gobierno andaluz.

La Junta se compromete a que no se extraerán lodos para evitar malos olores. Y dice que es la inversión más cara en España porque se ha utilizado un tratamiento terciario para poder utilizar las aguas y que puedan servir para los agricultores de la zona. El documento de alegaciones presentado por la asociación en octubre de 2020 y firmado con un informe del biólogo Juan José Valle y del ingeniero de Montes Alberto Valle, ambos con más de 20 años de experiencia, recalca la "carencia de información relevante en torno al procedimiento y aspectos técnicos relevantes y a su tramitación administrativa de carácter ambiental".

El informe también resalta que se trata de "la peor y más costosa" de otras cuatro alternativas planteadas. El proyecto de esta depuradora precisaría de la construcción de una isla que elevaría el terreno. Como se trata de una zona inundable, en el caso de que las lluvias se excedieran unos 30-40 litros/metros cuadrados, las viviendas quedarían arrasadas.

El coste total estimado en licitación de alrededor de 130 millones también está en entredicho por los que abogan por mantener la zona intacta. "Obedece a un modelo económico establecido para la instalación 'sui generis'. La realidad es que el tipo de instalación a acoplar en la zona de dominio público elegida tiene un sobrecoste muy relevante por las dificultades técnicas inherentes", indica el estudio.

"Esto es como una catástrofe"

Los vecinos no se explican las prisas por licitar la obra, cómo es posible que las autoridades políticas que se han desplazado a la zona lo hayan hecho solo en visita privada, sin convocar a la prensa. "¿Un proyecto que vale 131 millones y vienen así, sin buscar la foto?", comenta Mestanza, mientras atraviesa la vega una banda de aves y un grupo de caballistas de una escuela ecuestre.

El jueves y el viernes llovió a mares en la zona. "No hay catástrofe. El río invade la vega, que es suya, y como los agricultores no han edificado nada, no le han robado su espacio, no han asfaltado nada, el río inunda y se va lentamente. El río tiene su espacio en la Vega cada vez que lo necesita. Si hubiera un edificio...", relata Mari Carmen Mestanza.

Ana Ávila tiene 77 años y vive en Cortijo Mestanza. "Estamos derrumbados. Mi marido no puede dormir. Le van a quitar su vida. Esto tiene muy mala pinta y lo han hecho escondido". Se oye el canto de un gallo. Mari Carmen Mestanza tiene miedo a levantarse un día y que aparezca una máquina cortando árboles. "No lo vamos a poder soportar… Los agricultores están deprimidos. Esto es como una catástrofe".