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Las mentiras de la presidenta de Infancia Libre en TVE: "Jamás he sido condenada"
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Las mentiras de la presidenta de Infancia Libre en TVE: "Jamás he sido condenada"

María Sevilla cambió de estrategia hace unos días y decidió ponerse bajo los focos, concretamente los de un plató de televisión, para contar su versión de los hechos

Foto: Una policía en una imagen de archivo.
Una policía en una imagen de archivo.

El pasado mes de abril, María Sevilla, presidenta de la asociación Infancia Libre, fue detenida por la Policía. Un juzgado había ordenado a los agentes que la buscasen y la capturasen por sustracción de menor, es decir, por haber escondido durante dos años a su hijo e impedir que su padre lo viera o tuviera contacto con él durante todo ese tiempo. No fue fácil, pero los policías de la Unidad adscrita a los juzgados de Plaza de Castilla en Madrid, después de una perspicaz investigación, lograron dar con su paradero, le colocaron las esposas y la pusieron a disposición judicial. La primera decisión de su señoría fue quitarle a su hijo, entregar al menor a su padre y decretar una orden de alejamiento para ella. Desde entonces, nada se había sabido de María Sevilla. Muchos querían hablar con ella, conocer su opinión, pero ella mantuvo un silencio absoluto, casi sepulcral.

Sin embargo, esta semana, la presidenta de Infancia Libre cambió de estrategia y decidió ponerse bajo los focos, concretamente los de un plató de televisión. Concedió su primera entrevista a la periodista María Casado en TVE, eso sí, sin dar la cara, escondida detrás de un biombo: “Traigo datos”, se la escuchó decir al comienzo, “que van a poder demostrar que todo lo que se ha contado es falso”. Una de sus primeras afirmaciones fue la siguiente: “Se me ha absuelto de todas mis desobediencias judiciales. Algo de razón debo de tener si yo he incumplido desde 2011 hasta la fecha de hoy y por todas las desobediencias que he tenido he sido absuelta (…). Es un dato objetivo, jamás, jamás he sido condenada. Es más, he sido absuelta”. ¿Dijo la verdad? ¿Le dan las sentencias la razón?

Foto: Agentes junto a un coche patrulla de la Policía Nacional (iStock)

Este es el resultado de cotejar sus palabras con las resoluciones judiciales: el 4 de febrero de 2015, el Juzgado de Instrucción número 1 de Móstoles condenó “a María Sevilla como autora criminalmente responsable de una falta continuada de incumplimiento de obligaciones judiciales establecidas en resolución judicial”, asevera el fallo textualmente. Es decir, incumplió el auto en el que se establecía que debía dejar que padre e hijo se vieran y estuvieran juntos todos los sábados. Durante aquella vista oral, María Sevilla argumentó que ella no había desobedecido a nadie y que la culpa era del padre porque renunció a acudir a recoger al menor a su casa.

Su señoría no solo no la creyó, sino que la condenó. Y acertó al no confiar en su palabra porque ante las cámaras, María Sevilla ha reconocido tácitamente que mintió en aquél juicio: “El padre de mi hijo me ha puesto creo más de 200 denuncias por no entregarle a mi hijo y efectivamente no se lo he entregado”. Es decir, si asume públicamente que ella no se lo entregaba, implica que no respetó la verdad en el juicio al aseverar que la culpa le correspondía al padre porque no acudía a recoger al niño.

"María Sevilla atentó contra los intereses de su hijo provocando absentismo escolar con la finalidad de que su padre no se relacionara con él"

No fue la única afirmación que pronunció y que tras ser contrastada no se aguanta de pie. Al preguntarle por su reciente detención, ella apunta: “No está demostrado que yo me llevase a mi hijo y lo sustrajese para evitar que estuviera con su padre”. Evidentemente, hasta que no haya un juicio y una eventual condena, no existirá una verdad judicial. Pero el juez de instrucción número 6 de Valdemoro sí considera que esta conducta está acreditada y por ello le retira la guardia y custodia de su propio hijo y se la entrega a su padre. Aun así, ella abunda en la siguiente idea: “No me quitan a mi hijo por tenerlo en malas circunstancias. A mí me han retirado la custodia por desobediencia. El juez considera que incumplo reiteradamente. En mi caso ha hecho serias acusaciones sobre el estado de mi hijo, pero desde el juzgado no se ha abierto ninguna investigación al respecto considerando que no existía”.

Sin embargo, el Ministerio Fiscal adscrito a los Juzgados de Valdemoro solicitó que se dedujese testimonio frente a ella por delito de maltrato al menor. Además, el auto desmiente su afirmación y sí valora el siguiente hecho: “María Sevilla atentó contra los intereses de su hijo provocando un elevado índice de absentismo escolar con la finalidad de que su padre no se relacionara con él. Resulta que el menor no acude a clase, reconociendo la demandada en su interrogatorio que el niño no acude a clase desde marzo de 2017 (…). María Sevilla está causando al menor un perjuicio de no escasa importancia dentro del ámbito formativo o educativo del menor y que no es otro que no llevar a su hijo a un centro escolar”.

Foto: Acusan a Patricia G.A, en libertad con cargos, de sustracción de menores y maltrato infantil (iStock)

Su antológica entrevista abordó otros aspectos trascendentales, como por ejemplo la acusación de abusos sexuales de la que tuvo que defenderse el padre del menor, falsa según los tribunales y por eso archivada. “Yo nunca lo denuncié”, explicó con tono seguro, incluso retador. “Simplemente se me preguntó en el procedimiento de familia por qué no le entregaba al niño y respondí. Fue a petición del fiscal que se le dio una orden de alejamiento y se le incoaron diligencias en un proceso penal por presunto abuso sexual. Jamás vas a oír de mi boca llamar a ese señor lo que tú has dicho (abusos sexuales)”, le respondió a un contertulio.

Sin embargo, minutos después olvidó sus propias palabras y que la justicia considera rotundamente falso que el padre abusara de su hijo y volvió a acusar al progenitor de un delito gravísimo: “Tengo temor de que mi hijo vuelva a sufrir abusos sexuales. Y tengo mucho temor de que se cumpla lo que el niño viene diciendo a los médicos que le han visto, y es que este señor le matara si se enteraba de que le había denunciado por abusar de él”. Más allá de que no existe ningún informe médico incorporado a la causa que incluya eso, la afirmación es incierta a todas luces y probablemente le va a costar una querella por injurias y calumnias. Pero es que además es falso que ella no denunciara a su expareja. El 4 de noviembre de 2015, María Sevilla presentó un escrito ante el Juzgado de Instrucción número 4 de Parla en el que asegura que el menor había sido abusado sexualmente dentro de un punto de encuentro de la Comunidad de Madrid.

Ironías de la vida, “todo el mundo conoce el principio constitucional de presunción de inocencia. Aún ninguna de las detenidas vinculadas a Infancia Libre hemos sido condenadas. Hasta que no se demuestre lo contrario, somos inocentes”. Nadie le preguntó si esta reivindicación sirve también para el padre de su hijo.

El pasado mes de abril, María Sevilla, presidenta de la asociación Infancia Libre, fue detenida por la Policía. Un juzgado había ordenado a los agentes que la buscasen y la capturasen por sustracción de menor, es decir, por haber escondido durante dos años a su hijo e impedir que su padre lo viera o tuviera contacto con él durante todo ese tiempo. No fue fácil, pero los policías de la Unidad adscrita a los juzgados de Plaza de Castilla en Madrid, después de una perspicaz investigación, lograron dar con su paradero, le colocaron las esposas y la pusieron a disposición judicial. La primera decisión de su señoría fue quitarle a su hijo, entregar al menor a su padre y decretar una orden de alejamiento para ella. Desde entonces, nada se había sabido de María Sevilla. Muchos querían hablar con ella, conocer su opinión, pero ella mantuvo un silencio absoluto, casi sepulcral.

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