Cinco jueces ¿y un final?: el crimen machista sin resolver de Lucía Garrido

Tras cinco jueces y sin la ayuda de la Fiscalía, la familia de Lucía Garrido Palomino, asesinada en su finca Los Naranjos de Alhaurín de la Torre (Málaga) el 30 de abril de 2008, en un cóctel de drogas, colombianos y dos guardias civiles acusados de corrupción y apartados del Instituto Armado, ya tiene fecha para juicio. Será a mitad del próximo mes de septiembre, como adelantó ‘Málaga Hoy’.

Rosa, la hermana de Lucía, ha pedido que al final haya justicia y cree que la Audiencia Provincial de Málaga debería dejar muy claro que se trató de “un crimen machista”. La Fiscalía pidió el archivo del caso y la Audiencia ha resaltado que existían 13 indicios de delito y que los presuntos malos tratos no habrían prescrito.

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Agustín Rivera. Málaga

Ignacio Carrasco, portavoz de AUGC (Asociación Unificada de la Guardia Civil), ha sido el principal apoyo de la familia de la asesinada para que el suceso no se quedara en el olvido. “Es un caso muy complejo en la historia criminal de este país”. Carrasco ha denunciado destrucción de pruebas, amenazas, pérdidas del registro de llamadas entradas y salientes de teléfonos móviles, que hubieran sido claves para la investigación, y hasta la desaparición de testigos protegidos.

“Yo hasta que llegue el final no me creo nada, pero nunca he tirado la toalla. No he recibido el apoyo de ninguna asociación feminista, ni de la Fiscalía de Violencia de Género, que ha mirado para otro lado. Me intentaron decir que se trataba de un suicidio y la pena es que entraron demasiado tarde a investigar”, lamentó Rosa Garrido.

Asuntos internos

La hermana de Lucía resaltó que España "no es una república bananera". "Espero que el final sea honesto y justo. La única munición que tengo es mi palabra”, añadió antes de arremeter contra la Comandancia de la Guardia Civil en Málaga.

Carrasco recordó que la lentitud y parón en este proceso había provocado la prescripción de más de 10 delitos, un informe de asuntos internos de la Guardia Civil que provocó un acoso laboral contra él y que condujo a que tuviera que irse del cuerpo. “Hasta el fondo no se llegará nunca”, admitió Rosa.

La clave de la muerte de la víctima era la finca los Naranjos, convertida en una guardería de droga y un lugar donde se vendían animales

La defensa de la familia de Lucía Garrido solicita unas penas de entre 18 y 20 años para los autores intelectuales del asesinato y de 25 años para el autor material (o los autores materiales). La clave de la muerte de la víctima era la finca los Naranjos, convertida en una guardería de droga y un lugar donde se vendían animales.

La Policía no quiso que Rosa Garrido viera el cadáver de su hermana Lucía. Esperaban a que viniera Manuel Alonso, el exmarido de la asesinada. Alonso se encargaba de recibir y cuidar especies exóticas. Tenía monos, reptiles, leones y tigres. Era su negocio. Alonso solía comentar que si alguna persona entraba al recinto a hacer algo, "le pegaría dos tiros y luego metería el cadáver en la jaula del tigre".