El verdeo arranca con los productores en vilo por la demanda ‘antidumping’ de EEUU

La campaña de la aceituna acaba de arrancar con malos pronósticos por la sequía y una sombra alargada: la demanda ‘antidumping’ admitida por la Administración estadounidense e interpuesta por las empresas californianas contra las exportaciones españolas. El campo andaluz y sobre todo el sevillano es el más afectado por esta demanda que acusa a las empresas españolas de vender a precio muy bajo y de competencia desleal por las ayudas europeas que reciben.

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Marina Valero

La pasada campaña la exportación de aceitunas negras a Estados Unidos supuso el 36% del total de cuota de mercado, con 32 millones de kilos con un valor de 70 millones de euros. El 80% de esa producción procede de la provincia de Sevilla.

Los productores aseguran que la campaña acaba de empezar y se está desarrollando “con mucha normalidad”, marcada por unos meses previos de clima adverso, con poca lluvia y altas temperaturas. Hay previsiones de menor producción, hasta un 11% de caída, que en años anteriores. Sin embargo, no ocultan que están en vilo por lo que pueda ocurrir con el expediente que de manera unilateral está llevando a cabo la administración de Donald Trump.

Noviembre, mes clave

Se espera que en noviembre haya un primer dictamen provisional. Los responsables del Ministerio de Agricultura han trasladado de forma informal a los afectados que el peor escenario es que el Gobierno estadounidense decida imponer avales como medida cautelar, que deberán de pagar los importadores, hasta que se zanje el conflicto. Estas fianzas, que se devolverían en caso de que la demanda por competencia desleal no prospere, serían un lastre demasiado pesado para las exportaciones, coinciden varios afectados, y podrían suponer el desembolso de cantidades millonarias. Las empresas importadoras podrían rebajar de forma importante sus pedidos.

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En caso de que el importador tenga que pagar un aval como medida de carácter cautelar los productores tienen muy claro que van a exigir que el conflicto se desvíe a la Organización Mundial de Comercio y se incrementen aún más las presiones de carácter diplomático. De momento transmiten satisfacción por las respuestas y la implicación de los dos Gobiernos, español y andaluz, y la UE.

De momento, la mayor presión recae sobre un total de 15 empresas, todas andaluzas, a las que el Gobierno de Trump se ha dirigido para exigir todo tipo de datos y papeles sobre su actividad económica. Se les reclama “información puntual y muy exhaustiva” que complica de forma muy importante su día a día. “Estas empresas están siendo sometidas a complicados trámites administrativos y burocráticos de una forma muy beligerante” por la Administración estadounidense, explica Eduardo Martín, secretario general de Asaja Sevilla. Han sido alertadas de que si no contestan, su silencio respaldará las tesis de las denunciantes californianas.

El 80%, producción sevillana

La demanda presentada por dos empresas de California a finales de junio no tiene precedentes pero el sector se muestra satisfecho por la respuesta que están dando y por reaccionar “todos unidos” más allá de que los afectados directamente sean quienes se dediquen a la aceituna de mesa negra, resultante tras el proceso de oxidación de la verde y que afecta especialmente a la especialidad hojiblanca, que se cultiva especialmente en Sevilla, Córdoba y Málaga.

Los productores y exportadores de aceituna de mesa, liderados por Asemesa, preparan su defensa de la mano de la Junta de Andalucía, el Gobierno de España, con implicación de los ministerios de Agricultura y de Economía y Comercio, y las autoridades de la Comisión Europea. Los comisarios de Agricultura y Comercio enviarán próximamente una carta donde defienden el carácter no distorsionador de las ayudas de la PAC.

Los afectados dejan claro que las ayudas de la UE no están vinculadas en ningún caso al producto, a la producción o a los precios. Esta demanda de EEUU que pide que se eleven los aranceles, y que de forma “sorprendente” e “inédita”, señalan, ha encontrado apoyo en el Gobierno de Trump, ponen en cuestión todas las políticas agrarias diseñadas desde Bruselas.

Desde la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa se muestran convencidos de que la denuncia, registrada el pasado 21 de junio, no va a prosperar y lanzan un mensaje de tranquilidad. “Vamos a demostrar que las acusaciones no tienen fundamento y nuestras empresas operan dentro de la legalidad de la UE y la Organización Mundial del Comercio”, afirma Antonio de Mora. Si las autoridades estadounidenses consideran tras ese primer informe, que se espera en noviembre, que hay fundamentos para la denuncia de competencia desleal se abrirían dos investigaciones paralelas, una ‘antidumping’ y otra antisubvención y se podrían llegar a pedir derechos compensatorios.

El Gobierno andaluz denunció que la demanda es “oportunista e injusta” y subrayó el hecho de que la denuncia se centre únicamente en las empresas españolas, obviando a Egipto, Turquía, Marruecos o Argentina, países exportadores que quedarían en una situación “muy favorable”, señaló el consejero de Agricultura, Rodrigo Sánchez Haro. La Junta no oculta su gran preocupación porque la denuncia pueda concluir en el cierre del mercado estadounidense durante cinco años, lo que conllevaría pérdidas económicas que estiman en 350 millones de euros, hasta 700 millones si se prorrogara otro lustro. “Establece un peligroso precedente”, sostienen desde el Gobierno andaluz, que pone en jaque no sólo todas las ayudas de la Política Agraria Común sino también del Programa de Desarrollo Rural.

La aceituna en números

Según los datos de la campaña 2015-2016, Andalucía lidera la producción española de aceituna de mesa con un total de 463.947 toneladas (con una superficie de unas 100.000 hectáreas y 12.400 explotaciones), lo que equivale al 87,7% del total nacional (529.140 toneladas) y al 18,1% del mundial (2.563.700 toneladas). Dentro de la comunidad autónoma, Sevilla aglutina el 70% de la cosecha regional y el 55% del nacional.