Es noticia
El ‘capo’ de UGT-A coloca a todos los 'ex' de su Ejecutiva en fundaciones y consejos
  1. España
  2. Andalucía
incluida la que daba los masajes a pastrana

El ‘capo’ de UGT-A coloca a todos los 'ex' de su Ejecutiva en fundaciones y consejos

Manuel Pastrana no deja tirado a nadie. Los que eran sus vicesecretarios en la Ejecutiva de UGT-A se ha recolocado en fundaciones y consejos

Foto: El exsecretario general de UGT-Andalucía, Manuel Pastrana. (EFE)
El exsecretario general de UGT-Andalucía, Manuel Pastrana. (EFE)

Manuel Pastrana no deja tirado a nadie. Los que eran sus vicesecretarios en la Ejecutiva de UGT-A se han recolocado en fundaciones y consejos. Pastrana, el capo del sindicato durante 15 años, sigue siendo además el presidente de la Fundación para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía (Fudepa), con domicilio en Córdoba, y cuya sede fue registrada, al igual que el edificio de la calle Antonio Salado de Sevilla, por orden de la juez Mercedes Alaya el pasado mes de diciembre.

Fudepa, donde se encuentra el archivo histórico de la UGT andaluza, la preside el propio Pastrana. En el organigrama de la fundación figuran Francisco Fernández Sevilla, exsecretario general del sindicato; la actual número 1, Carmen Castilla; Dionisio Valverde, exvicesecretario de Política Institucional y hasta José María Martín Delgado, exconsejero de Cultura de la Junta de Andalucía y expresidente de Andalus Airlines, compañía aérea investigada en el caso Invercaria, y Manuel del Valle, exalcalde socialista de Sevilla. Fudepa no informa de sus actividades desde octubre de 2013.

“Es un cementerio de elefantes donde caben todos los ex; Pastrana jamás los deja tirados”, señala a este diario un exmiembro de la dirección de UGT Andalucía. Fudepa también acoge a Lola Gavilán, exsecretaria de la Mujer, que se mantenía en las Ejecutivas de Pastrana porque eran quien le daba los masajes, como ayer avanzó Germán Domínguez, exsecretario de Formación, en una entrevista concedida a El Confidencial. Gavilán también ha fichado como miembro del Consejo Económico y Social (CEES) de Andalucía, que depende de la Junta de Andalucía. Valverde pertenece, como cuota del CEES andaluz al CEES estatal, como aparece en el BOE del 28 de diciembre de 2013.

El control absoluto de la FSP

¿Quién controla Fudepa? Rafael Toledano, exsecretario general de UGT Córdoba, y perteneciente a la todopoderosa FSP (Federación Servicios Públicos), es quien en realidad maneja el sindicato desde que Pastrana asumió el poder regional. UGT depende de lo que diga la FSP andaluza, que dirige Antonio Tirado. “Manolo [Pastrana] siempre tuvo muy en cuenta a la FSP. Mientras esté estructurado así el sindicato es imposible que haya reforma. Y si la FSP sigue existiendo como tal, una federación que estamos hablando de un 33% en Andalucía y también a nivel nacional, el señor Tirado seguirá marcando a su antojo y bola”, señala Domínguez en declaraciones a este diario.

Carmen Castilla (d), secretaria de políticas sociales de UGT-A, junto al responsable saliente, Manuel Ferrer. (EFE)Más endogamia. La FSP también consiguió colocar al malagueño Manuel Ferrer, el actual secretario de Organización y Política Institucional de la Ejecutiva de Castilla, como secretario general de UGT Málaga. Ferrer intentó sustituir a Fernández Sevilla al frente del sindicato en Andalucía, pero su tiempo como jefe interino demostró que no había reunido los suficientes apoyos internos. “Él es muy, pero muy Pastrana y se tenía que quedar sí o sí en la Ejecutiva”, apuntan fuentes del sector crítico de UGT-A, que perdieron en enero el juego de tronos al que se enfrentó la organización.

Mariano Campos, exsecretario general del sindicato de Granada, también, al igual que Ferrer, había desempeñado antes las funciones de número 1 de FSP en esta provincia. El caso de José Ginel, al frente de la Secretaría de Comunicación, también refleja cómo los hombres de la FSP jamás pierden, aunque caigan derrotados. Primero como secretario general de FSP Almería y luego como responsable del sindicato en la provincia almeriense, Ginel perdió (60% frente a 40%) la votación del informe de gestión. Pero eso no fue obstáculo para ascenderle a la dirección de la Ejecutiva Regional.

El Cartero’ de 80 años

Al frente de la fundación sociolaboral de Andalucía se encuentra Francisco Díaz, originario de la provincia de Jaén, vinculado al entorno de Gaspar Zarrías. Díaz vendió a esta fundación como la "mejor arma" para la defensa de los trabajadores andaluces con un índice de sentencias favorables del 83% y más de 170.000 personas atendidas en los últimos diez años. Federico Fresneda, exvicesecretario general de Administración y Recursos Humanos del sindicato, un mandado con escasa personalidad que aceptaba sin rechistar todo lo que le pedían Pastrana y Fernández Sevilla, procede del sector de la banca y estaba desvinculado de la pata negra de la FSP.

“En los nueve años que estuve con Pastrana en la Ejecutiva, jamás se discutieron ideas, sólo se decían tonterías: el dinero en el que se iban a gastar las cosas, si en móviles o viajes. Hemos hecho una UGT muy mercantilista; antes era una UGT de izquierdas, ahora no”, reconoce Germán Domínguez en la entrevista con El Confidencial antes de dar otro apunte: “¿Cómo es posible que el secretario de administración de FSP Andalucía tenga 80 años? Ese señor tiene cerca de 80 años y no se irá de ahí hasta que no salga Antonio Tirado. Tendría que estar en la Federación de Jubilados y Pensionistas, pero no ahí”. Domínguez se refiere a Manolo, denominado El Cartero (su oficio), otro de los grandes protegidos.

Manuel Pastrana no deja tirado a nadie. Los que eran sus vicesecretarios en la Ejecutiva de UGT-A se han recolocado en fundaciones y consejos. Pastrana, el capo del sindicato durante 15 años, sigue siendo además el presidente de la Fundación para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía (Fudepa), con domicilio en Córdoba, y cuya sede fue registrada, al igual que el edificio de la calle Antonio Salado de Sevilla, por orden de la juez Mercedes Alaya el pasado mes de diciembre.

Carmen Castilla Gaspar Zarrías UGT
El redactor recomienda