Albares compareció sin esperar el margen que pidió el PP para estudiar el discurso de Milei

La dirección de Génova está convencida de que la estrategia del Gobierno con el conflicto abierto con Argentina responde únicamente a una táctica "victimista" y "electoralista" en busca de igualar, de nuevo, a Alberto Núñez Feijóo con Santiago Abascal a las puertas de unas urnas. Prueba de ello, dicen en el PP, es que el ministro de Asuntos Exteriores no tuviese "el gesto" de esperar una respuesta formal del partido a su llamada para que apoyase la declaración institucional del Ejecutivo contra Javier Milei. Fuentes cercanas al portavoz de los populares en el Congreso, Miguel Tellado, aseguran que pidió a José Manuel Albares un margen para "estudiar" la propuesta, pero convocó a los medios sin contar con el posicionamiento de la primera fuerza de la oposición.

La conversación entre Albares y Tellado se produjo alrededor de las 16 horas del domingo, poco después de que el presidente de Argentina abriese fuego contra Pedro Sánchez en un cónclave que Vox celebraba en Madrid para coger impulso de cara a las europeas, en el que Milei calificó de "corrupta" a Begoña Gómez. El ministro aseguró este lunes que la llamada fue "larga", aunque en el PP inciden en que no duró más que "cinco minutos". Tellado reprochó al titular de Exteriores que "quizá el origen del problema eran las declaraciones previas de Óscar Puente", pero le pidió un margen para evaluar el alcance de la intervención de Javier Milei y visualizar su discurso íntegro.

"Cuando se produjo la llamada, [Tellado] solo había leído un teletipo sobre lo sucedido", aseguran en el entorno del portavoz parlamentario. El dirigente se encontraba en ese momento en A Coruña por motivos personales, y se dirigía al aeropuerto para regresar a Madrid. Según la versión del PP, Tellado trasladó al ministro que le daría una respuesta tan pronto como aterrizase en la capital. El trayecto era de apenas una hora, pero Albares no esperó. La Secretaría de Estado de Comunicación anunció una declaración institucional de urgencia del titular de Exteriores prevista en un principio para las 17:30 h.

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"He contactado con todos los portavoces parlamentarios para recabar su apoyo en esta declaración. PP y Vox no se han pronunciado todavía", pronunció el ministro. La decisión de no esperar al primer partido de la oposición ante un asunto diplomático de tal magnitud enfureció a los populares, donde acusan al Ejecutivo de equiparar "de manera premeditada" a Feijóo con Abascal. Fue entonces cuando Génova lanzó un comunicado con su postura, que Miguel Tellado replicó posteriormente en redes sociales. "Quedó en devolverme la llamada, y la respuesta vino después en Twitter"; se defendió José Manuel Albares durante una entrevista en Cadena SER.

"PSOE y Vox son dos partidos radicales"

En cualquier caso, la reacción de Génova no iba precisamente encaminada a verbalizar un apoyo a Sánchez tras la andanada del presidente argentino. "No participamos de la estrategia del PSOE. Pretenden que Milei movilice al electorado al que ya no convence el Gobierno", escribió el propio Tellado en X, alentando ya la teoría que se ha instalado en las filas del PP: que el Ejecutivo pretende recuperar la estrategia que azuzó a las puertas de las generales, la del 'miedo a la ultraderecha', que entonces descansaba en los pactos autonómicos de PP con Vox.

En primera instancia, Génova evitó cargar las tintas públicamente contra Javier Milei. Sólo afeó "la hipérbole discursiva" de "unos y otros", sin hacer más valoraciones. Pero este lunes el PP sí quiso marcar claramente distancias con el presidente argentino y, por extensión, con Vox. Lo hizo primero Esteban González Pons, que en una entrevista matutina en COPE acusó a Milei de cometer una "intromisión en la política nacional" a través de un "espectáculo chocante". Y lo zanjó posteriormente Alberto Núñez Feijóo, que marcó de forma meridiana la posición del partido al respecto y situó al mismo nivel a Sánchez y a Milei. "Ninguno de los dos están en el espacio de moderación que yo reivindico en política", lanzó.

Feijóo reiteró su postura horas después en una entrevista en Telecinco. "Lo que ha hecho Milei es lo que ha venido haciendo Sánchez contra mí o contra Ayuso", incidía el líder popular, que reiteró su "condena" tanto la actitud de Sánchez como a la del presidente argentino. Puntualizó, además, que la salida de tono de Milei "es una respuesta a una crisis iniciada por Sánchez", después de que Óscar Puente dijese hace semanas que Milei "se drogaba".

El líder del PP esbozó la estrategia para surfear la primera polémica que ha agitado el arranque de la campaña europea: abrir fuego a discreción contra Sánchez... pero desmarcarse al mismo tiempo de Vox. "Nuestro camino es el del centro", recuerdan en la dirección popular. En estas elecciones, Génova no aspira a arrebatar voto a Vox, que ya demostró su capacidad de resistencia en Cataluña, donde mantuvo los mismos once escaños que en 2021. De hecho, en la cúpula del PP asumen que los de Abascal lograrán mejorar su resultado en las europeas —parten de sólo tres escaños— por la fidelidad de su votante y porque el "ruido", dicen en Génova, tiende a beneficiar a los "extremos".

Opinión

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El nicho en el que Feijóo espera construir su victoria el próximo 9 de junio es el de absorber todo el espacio de Ciudadanos y agrandar la fuga de votantes socialistas "moderados" que rechazan el "escoramiento" de Sánchez. "PSOE y Vox son dos partidos radicales", sentencian fuentes de Génova, mientras que el PP "es la única alternativa moderada". En líneas generales, en las filas de los populares comparten el rumbo marcado por Feijóo y llaman a huir de la "pinza" de PSOE y Vox. "Ellos dos se retroalimentan", comentan fuentes del partido. "Son un par de oportunistas de los que conviene mantenerse alejado".

El temor que también verbalizan dirigentes populares es si esa apuesta por la moderación será suficiente para construir un triunfo sólido en un clima de máxima polarización. Aunque cuestionan que Vox haya dado "un balón de oxígeno" al presidente del Gobierno, apuestan por "ignorar" al partido de Santiago Abascal. Su obsesión de cara al 9-J sigue siendo asestar un duro golpe a Sánchez a través de las urnas, e intentar demostrar que la sociedad rechaza sus "desmanes" con el independentismo, empezando con la ley de amnistía.

El PP espera apagar la polémica de Milei y reconducir la campaña al plebiscito sobre Sánchez con la gran manifestación de este domingo en la Puerta de Alcalá de Madrid, donde esperan colgar el cartel de 'completo' para mandar "un mensaje claro" al Ejecutivo. Hasta la capital se trasladarán todos los presidentes autonómicos, y contará con la intervención de José Luis Martínez-Almeida e Isabel Díaz Ayuso, además del discurso de Feijóo. También están invitados los dos expresidentes del Gobierno, Mariano Rajoy y José María Aznar. Un despliegue que, esperan, tenga impacto en las urnas.