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Moncloa y el PP atisban un cambio de tono en el rival tras semanas de crispación
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Moncloa y el PP atisban un cambio de tono en el rival tras semanas de crispación

Los dos partidos se han mandado señales al dejar fuera de las comisiones de investigación a Sánchez y a Feijóo y limitarse a ministros y presidentes autonómicos por el caso Koldo y los contratos de la pandemia

Foto: Alberto Núñez Feijóo este miércoles en el hemiciclo con Pedro Sánchez al fondo. (Eduardo Parra/Europa Press)
Alberto Núñez Feijóo este miércoles en el hemiciclo con Pedro Sánchez al fondo. (Eduardo Parra/Europa Press)
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En sólo cuatro días el tenso clima político español parece un poco más relajado. No es posible adivinar si es un fenómeno puntual o un cambio duradero, pero tanto en las filas del PP como en las del PSOE se ha percibido. En Moncloa defienden que es Génova quien ha aflojado. Los populares lo ven justo al contrario, son los socialistas quienes ya no crispan tanto.

Ni unos ni otros asumen haber practicado ningún correctivo porque parten de la base de que la culpa del deterioro del nivel del debate, que se ha vivido en las últimas semanas, es únicamente del contrario. Pero en las dos formaciones reconocen que a lo largo de esta semana se ha producido un respiro.

En el Gobierno lo empezaron a detectar el martes en el Senado. Esperaban una sesión de control más dura y les sorprendió que fue "suave" en comparación con las últimas, según asegura un ministro. La misma impresión tuvieron otros miembros del Ejecutivo. Y el miércoles en el Congreso, con la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para hablar del último Consejo Europeo, esa visión se extendió entre las filas socialistas.

Distintas fuentes de Moncloa y del Ejecutivo defienden que Alberto Núñez Feijóo ha rebajado un poco la presión contra el Gobierno, aunque las espadas sigan en alto con las acusaciones mutuas de corrupción. En el PP lo ven exactamente diferente y creen que ha sido Sánchez quien ha modulado sus acusaciones a la oposición y eso facilitó que el debate parlamentario fuera más tranquilo, sin tanta crispación. "El miércoles pareció que se dejaron las exageraciones de lado", señalan fuentes populares.

Foto: La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. (EFE/Javier Lizón)

Aunque los dos partidos atribuyen al otro este repentino viraje, ni en el PP ni en el PSOE aciertan a explicar por qué está pasando y si será duradero. Pero hay hechos constatables de este momentáneo reposo del discurso más guerrero. El lunes pasado los populares confirmaron que, por ahora, no iban a llamar a la comisión de investigación del caso Koldo del Senado, a la mujer de Sánchez, Begoña Gómez, ni al propio jefe del Ejecutivo. Y este jueves los socialistas han contestado a ese gesto al dejar fuera a Feijóo y a la pareja de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador, en su lista de comparecientes para la comisión que sobre ese mismo tema, ellos han impulsado en el Congreso.

En Moncloa se ha dado toda la relevancia a la decisión de Génova de no pedir la comparecencia de la esposa de Sanchez porque, señalan, habría sido "declarar la tercera guerra mundial". Y el PSOE también lo interpreta como una señal de distensión. Han estado muy pendientes de todos los movimientos del PP en la Cámara Alta, hasta certificar que no se introdujeran cambios porque Vox sí había pedido citar a Begoña Gómez.

El PP quiere darle fuelle a su comisión nada más pasen las elecciones vascas. Se ha citado al 22 de abril al asesor de José Luis Ábalos, Koldo García. Y el 24 al exministro de Sanidad y candidato del PSC a la Generalitat, Salvador Illa. Pero incluso en este caso, en el que existía un interés compartido con Junts y ERC, de que Illa compareciera antes de las elecciones, se ha salvaguardado que no sea en plena campaña electoral.

Foto: Víctor Torres (i) y Francina Armengol (d), en un desayuno informativo. (Europa Press/Alberto Ortega)

En el Gobierno reconocen estos leves síntomas pero nadie sabe explicar por qué se producen. Cada ministro ofrece sus propias razones. "El caso del fraude fiscal de la pareja de Isabel Díaz Ayuso se está complicando", señala uno, que añade que el "discurso duro no le está funcionando a Feijóo" porque aleja a los votantes.

Otros miembros del Gobierno comparten que el PP no puede mantener esta posición durante tres años y medio (en referencia a la que queda de legislatura). Aunque reconocen que habrá un continuo sube y baja y que la leve descompresión de estos días igual no se prolonga mucho más. Todo irá cambiando, vaticinan, en función del resultado de las elecciones vascas del 21 de abril, de las catalanas del 12 de mayo y de las europeas del 9 de junio.

Foto:  El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i) y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en la última reunión que mantuvieron el pasado diciembre. (EFE/Chema Moya)

Frente a la sensación en el PSOE de que los populares han bajado el pistón, en el PP sostiene que el refresco ambiental lo ha provocado que Sánchez desistió el miércoles de hacer oposición a la oposición. Sólo citó una vez a Ayuso en su discurso, apuntan. Después, en la sesión de control sí lo hizo María Jesús Montero, pero fuentes del grupo parlamentario popular conceden toda la importancia al tono empleado por el presidente, menos combativo esta vez. A lo largo de la jornada hubo acusaciones mutuas de corrupción pero mucho más medidas que en las últimas semanas.

En cualquier caso, en Génova niegan cualquier variación en su estilo de oposición en las últimas horas porque, destacan, "el que crispa e insulta es el Gobierno". El propio Feijóo le dijo a Sánchez en la tribuna si no se plantea que la situación política "se ha agravado desde que usted está al frente del PSOE". En el PP la tesis es que la responsabilidad de pacificar el ambiente corresponde sobre todo al presidente, a quien afean que no quiera saber nada del PP, ni siquiera para hablar de política exterior.

Pero en las propias filas populares sí se ha apreciado un cambio de tono que algunas fuentes del partido atribuyen a los datos de sus sondeos de opinión, que apuntan al desapego de los ciudadanos con el enfrentamiento constante y el ruido político. Algo que afectaría por igual al PSOE y al PP.

Foto: El primer secretario del PSC y candidato a la presidencia de la Generalitat, Salvador Illa. (EFE/Andreu Dalmau)

Aun así, ni unos y otros, a pesar de haber aislado a Sánchez y a Feijóo, renuncian al enfrentamiento y menos durante este trimestre electoral. Los populares quieren convocar a su comisión en el Senado a las exministras Nadia Calviño y Reyes Maroto por la adjudicación de un contrato de 7,7 millones de euros en el que medió una carta de recomendación firmada por la mujer del presidente, si no se acepta esta misma petición en el Congreso.

Y el PSOE tampoco se ha quedado corto al reclamar la comparecencia de varios presidentes del PP, Isabel Díaz Ayuso, Juanma Moreno, la balear Marga Prohens, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y el jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad, Miguel Ángel Rodríguez. En cambio, no han citado a José Luis Ábalos, cuyo asesor, Koldo García, está en el centro de la trama de cobro de comisiones en contratos de material sanitario durante la pandemia.

En sólo cuatro días el tenso clima político español parece un poco más relajado. No es posible adivinar si es un fenómeno puntual o un cambio duradero, pero tanto en las filas del PP como en las del PSOE se ha percibido. En Moncloa defienden que es Génova quien ha aflojado. Los populares lo ven justo al contrario, son los socialistas quienes ya no crispan tanto.

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