La segunda reunión de Bolaños y Pons acaba sin acuerdo sobre el CGPJ: "Hay avances lentos"

Félix Bolaños y Esteban González Pons han dado por finalizada este lunes su segunda cita en Bruselas junto al comisario Didier Reynders para abordar la renovación del Consejo General del Poder Judicial sin lograr alcanzar acuerdos. Pese a ello, ambas partes reconocen "avances lentos" y se han emplazado a un nuevo encuentro pendiente de fijar en la primera quincena del próximo mes de marzo. Esta era la segunda reunión, y si del primer encuentro los populares salieron hablando abiertamente de "pesimismo", en esta ocasión el mensaje, siendo muy comedido, es algo más optimista. "Si pensara que no habrá acuerdo, no volvería a otra reunión en marzo. Por difícil que sea y por lento que sea el camino", ha explicado González Pons.

El principal escollo sigue siendo el mismo de siempre. Mientras el PP defiende un cambio en el modelo de elección de los 12 vocales jueces para que pasen a ser seleccionados por sus compañeros de carrera, el PSOE se resiste a aceptar la salida de la ecuación de las cámaras parlamentarias, que ahora se ocupan de votar a los candidatos por mayoría de tres quintos. "El problema está donde ha estado siempre. Nosotros queremos un nuevo modelo y renovar, y el PSOE quiere renovar y no un nuevo modelo", lo ha resumido el representante del PP al término de la reunión. Bolaños ha asegurado por su parte que “la posición del PSOE es la posición que defiende la Comisión Europea en sus informes: hay que renovar y acto seguido iniciar conversaciones para mejorar el modelo”.

González Pons ha señalado, sin embargo, que eso es únicamente una fórmula para "no crear conflictos". "Se toma como referencia la literalidad del informe sobre el Estado de derecho, se le pone en comillas y se refleja ahí. El paquete negociador tiene distintas partes, una de ellas es la renovación y otra es el cambio de modelo. Y no hay nada consensuado hasta que todo está consensuado. Y cuando digo todo es todo", ha señalado el popular a su salida del encuentro. El ministro de Justicia se ha mostrado, pese a todo, esperanzado. En declaraciones a los medios ha asegurado que el hecho de seguir negociando ya es, por sí misma, una buena noticia. Bolaños ha precisado que Moncloa busca que el cambio de modelo de selección sea posterior a la actual renovación y no paralelo. "Hay que renovar y, acto seguido, iniciar conversaciones para mejorar el modelo", ha dicho.

El escollo

Desde el inicio, el sistema de elección de los vocales ha provocado roces entre ambas partes negociadoras. Los socialistas consideran que la elección directa por sus compañeros de carrera descabalgaría del órgano a los magistrados progresistas, minoritarios y con menos apoyos. Moncloa busca una fórmula mixta con la que contentar al PP, por el momento, sin éxito. "Creo que todos somos conscientes, tanto la Comisión como el Partido Popular como el Partido Socialista, de la gravedad de la situación en la que está el Consejo General del Poder Judicial y que es imprescindible su renovación y por tanto, se acabó el tiempo ya de excusas, de dilaciones, de retrasos", ha asegurado Bolaños a su salida del encuentro, celebrado en la sede de la Comisión Europea en la capital comunitaria.

En origen, la Ley Orgánica del Poder Judicial determinaba que el Congreso y el Senado eligieran a cuatro vocales cada cámara del turno de juristas de reconocido prestigio y que los 12 vocales jueces y magistrados fueran escogidos por todos los miembros de la carrera judicial. Es a esto a lo que busca ahora regresar el PP. Los gobiernos sucesivos fueron cambiando el modo de selección. En el 85, el primero en introducir modificaciones fue el Ejecutivo de Felipe González, que aprobó el sistema de mayor peso de las cámaras por el que el Congreso y el Senado no solo elegían directamente a los ocho vocales juristas, sino que proponían al Gobierno también los otros 12. Así se mantuvo hasta Aznar en 2001, que forzó el cambio que ahora sopesa recuperar la Moncloa.

Ya en la etapa Rajoy, aquel sistema se desechó tras comprobar los partidos que dejar el peso completo en las asociaciones judiciales no convenía a sus intereses. Tras los cambios de la fórmula, siempre ha estado la búsqueda de control de los vocales, una politización que es urgente revertir. En la actualidad, continúa en vigor el modo que introdujo el último presidente del Gobierno del PP. Los 20 vocales son designados por las Cortes, pero aquellos de procedencia judicial deben contar con el aval de una asociación profesional o de 25 miembros de la carrera.

La resistencia del PP

La propuesta, sin embargo, no se ve con buenos ojos desde el PP y empieza a agotarse el tiempo. La Comisión Europea acotó su oferta de ser el facilitador del diálogo a tres meses, ya que Reynders tiene que abandonar el Ejecutivo comunitario a finales de marzo para volcarse en su campaña para ser el secretario general del Consejo de Europa, que no forma parte de la Unión Europea. En Madrid el ambiente oscila entre el optimismo en el Gobierno, donde creen que las negociaciones están encarriladas, y la desconfianza del PP, que no piensa moverse de su exigencia de que la modificación legislativa se convierta en una realidad.

González Pons ha asegurado, sin embargo, que el plazo hasta finales de marzo no está escrito en piedra. "No es una cuestión de plazo. Si el comisario Reynders termina su mandato, pues estoy convencido que la Presidenta von der Leyen designará a otro comisario para ocupar el puesto. España tiene que permitirse resolver el conflicto constitucional acerca de su Consejo General del Poder Judicial y para siempre. Y tenemos una oportunidad", ha señalado el popular. Por su parte Bolaños ha subrayado que “un plazo de dos meses es más que suficiente para acercarnos y acabar renovando el CGPJ”.

El CGPJ lleva bloqueado cinco años y los distintos intentos por renovarlo han fracasado, tanto en la época de Pablo Casado como con Feijóo. Bruselas se ha mostrado cada vez más preocupada por la situación, incluyéndolo año tras año en su capítulo de España en el informe sobre la situación del Estado de derecho en la Unión Europea, exigiendo que se renueve el órgano y, acto seguido, se acuerde su reforma para acercar el método de elección de los jueces a los estándares europeos.