El PP se querellará contra el fiscal general por "prevaricar" al ascender a Dolores Delgado

El Partido Popular se querellará en las próximas horas ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, al considerar que "prevaricó" cuando decidió ascender a su antecesora en el cargo, Dolores Delgado, a la máxima categoría en contra del criterio del Consejo Fiscal. Según indican fuentes de la formación de Alberto Núñez Feijóo, consideran que hay suficientes indicios que demuestran que la decisión de elegirla para ocupar el puesto de fiscal de la Sala Militar fue "arbitraria" y se produjo para "pagar una deuda de gratitud".

Los populares basarán parte de sus argumentos en la reciente resolución de la Sala Contenciosa del alto tribunal por la que se anuló el nombramiento de Delgado al apreciar "desviación de poder" en la decisión de García Ortiz. Consideran que el criterio defendido por el sucesor y antiguo número dos de la que fuera también exministra de Justicia careció de "esfuerzo argumentativo", no tenía respaldo normativo y se realizó sobre la base de unos argumentos ajenos a la jurisdicción correspondiente, "basados exclusivamente en su obstinación personal".

El partido recuerda que el TS ha fallado que la propuesta de nombramiento se basó "en la tergiversación del derecho aplicable" que fue remplazado por "la voluntad del funcionario". Indica que García Ortiz debería haberse abstenido, ya que le unía a Delgado una relación de afecto e incluso "pasión" y tenía con ella "muchas deudas en todos los sentidos". "En definitiva, la proposición dirigida por García Ortiz es un acto susceptible de ser calificado en sí constitutivo de delito de prevaricación", aseguran las citadas fuentes, que insisten en que buscaba propiciar que la anterior fiscal general del Estado se reincorporará a la carrera fiscal en la más elevada categoría aunque no existe previsión legal para ello.

Para el PP, la decisión del fiscal general partió de "promesas anteriormente hechas", ya que no se puede olvidar que Delgado le nombró fiscal jefe de la Secretaria Técnica de la Fiscalía General durante su mandato. Apunta a un delito de prevaricación de artículo 404 del Código Penal que pena a la autoridad o funcionario público que, a sabiendas de su injusticia, dicte una resolución arbitraria con inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de siete a 10 años.

La decisión del Supremo

El Supremo anuló hace unos meses el ascenso de Delgado a la categoría más alta de la carrera al apreciar "desviación de poder" por parte del fiscal general del Estado. La polémica se remonta a septiembre de 2022, cuando el nombre de Delgado apareció en el listado de candidatos. La mayoría del Consejo Fiscal se opuso a su nombramiento, pero García Ortiz, que durante la etapa de Delgado había ejercido como su número dos, ignoró su criterio y siguió adelante con el ascenso.

El voto del Consejo Fiscal no era vinculante y desde el entorno de Delgado se escudaron en que otros fiscales generales también habían sido ascendidos a la máxima categoría en el primer concurso disponible, pero otro candidato con más méritos, Luis Rueda, recurrió ante el TS alegando que contaba con un mayor bagaje en materia jurídico-militar.

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La sentencia consideró acreditado que el fiscal general se apartó de la finalidad propia de la potestad de resolver convocatorias para plazas la Fiscalía, cuyas vacantes deben proveerse fundamentalmente con arreglo al criterio del mérito. La desviación de poder que le achaca el Supremo consiste en "el ejercicio de potestades administrativas para fines distintos de los fijados por el ordenamiento jurídico". Aseguró que la desviación "es visible e innegable" y se llevó a cabo para soslayar una laguna: que quien sin tener la más alta categoría en la carrera fiscal es nombrado fiscal general no sea automáticamente promovido, al cesar en el cargo, al cargo de fiscal de Sala.

"Lograr este objetivo era, en sus propias palabras, una prioridad. Además, no cabe subestimar toda la secuencia: iniciativa de convocatoria de la plaza por la propia codemandada cuando aun era fiscal general del Estado, dimisión poco después de dicho cargo por razones de salud, convocatoria de la plaza y presentación de solicitud por la señora Delgado García, propuesta a favor de ella por quien fue su estrecho colaborador y en ese momento ya su sucesor; y todo ello, por si fuera poco, de manera rápida y prácticamente sin solución de continuidad", indica el Supremo. Delgado fue posteriormente nombrada para otro cometido: el de fiscal de Sala de Memoria Democrática. Al estar viciado el primer nombramiento, el que le dio la categoría, este segundo también queda en el aire.