El Rey apelará al diálogo frente a la crispación, con Leonor como garantía de futuro

Defensa de la Constitución y una España "sólida y unida" volverán a ser los ejes del mensaje de Navidad que Felipe VI trasladará hoy a los españoles. Su décimo discurso desde que fuera proclamado Rey estará marcado por el clima de crispación política que ha generado la investidura de Pedro Sánchez con el apoyo de soberanistas catalanes y vascos. Con la firma de la ley de amnistía en el horizonte, el monarca enfrenta el reto de defender las esencias de la España de 1978, combinando la neutralidad como árbitro del funcionamiento de las instituciones y su papel como jefe del Estado. En el discurso, que fue grabado el viernes en Salón de Audiencias de Zarzuela, se ha medido por parte de la Casa Real cada término para evitar "cualquier malinterpretación", conscientes de que los socios de Sánchez lo examinarán con lupa. Moncloa ya ha dado también su visto bueno tras algunos "ajustes".

El año para la Corona ha sido agridulce. El resultado de las urnas el 23 de julio dibujó un Parlamento fragmentado donde los partidos antimonárquicos tendrán un peso decisivo en la gobernabilidad. La designación de Alberto Núñez Feijóo como candidato a la investidura ya puso el foco sobre Felipe VI. Desde la izquierda se criticó la decisión porque el líder del PP no contaba con una mayoría suficiente. Hace unos días era el partido de Yolanda Díaz quien defendía en el Congreso una iniciativa para despenalizar las injurias al Rey. El clima no es propicio para la institución. En los sectores más conservadores se afea al monarca su "parálisis" y se ha llegado a plantear que no firme la medida de gracia para Carles Puigdemont. Olvidan que es su deber constitucional sancionar las leyes.

Enviará un mensaje de esperanza ante los problemas cotidianos de los españoles

Equilibra la balanza la puesta de largo de la Princesa de Asturias, que juró la Constitución el pasado mes de octubre al alcanzar la mayoría de edad, y supone una "garantía de estabilidad y futuro", apuntan fuentes cercanas a Zarzuela donde celebran la "leonormanía". La heredera representa la "esperanza" que Felipe VI intentará hacer llegar a los españoles en su alocución, donde habrá gestos hacia lo cotidiano. El monarca percibe, según las mismas fuentes, una "gran incertidumbre" en la sociedad así como "preocupación" no solo por el enfrentamiento político, sino por las dificultades económicas que enfrentan los más jóvenes. Es precisamente con este colectivo donde se pretende que Leonor gane adeptos.

Leonor es el alter ego de don Juan Carlos, que también ha protagonizado algunos de los discursos más esperados del actual Rey. "Los principios morales y éticos nos obligan a todos sin excepciones y están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personales o familiares", exponía en su alocución de 2020, cuando el emérito ya se había instalado en Emiratos Árabes ante la apertura de varias investigaciones en su contra, que han sido ya archivadas basándose en la inviolabilidad de la que gozaba el monarca en el ejercicio de sus funciones.

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La relación con su padre ha sido otro de los elementos que han jaleado los socios de Sánchez para socavar la figura de Felipe VI y que ya se han ido normalizando. ERC llegó a pedir su comparecencia en la Cámara Baja para explicar los comportamientos de su antecesor. Las visitas a España de don Juan Carlos ya no suscitan polémicas políticas, como se pudo ver en la celebración del sesenta cumpleaños de doña Elena. Los Reyes han limitado al ámbito privado la relación familiar. Don Juan Carlos pasará las navidades con sus hijas fuera de nuestro país.

La puesta en escena del mensaje será la tradicional. Abeto, nacimiento y cuadros de la colección de Patrimonio Nacional, así como las banderas de España y la Unión Europea. Se busca centrar la atención en un discurso que en los últimos años ha ido perdiendo audiencia. El reto es reconectar a Felipe VI con los españoles, como ocurrió en 2017, cuando en pleno desafío soberanista apeló a recuperar "la serenidad, la estabilidad y el respeto mutuo". Meses antes, el 3 de octubre, había pronunciado uno de los mensajes más importantes de su reinado tras el referéndum ilegal en Cataluña.

Las visitas a España de don Juan Carlos se han ido normalizando pese a la polémica

Tras las Navidades y con la previsible aprobación de la ley de amnistía en enero, el Rey afrontará otro hito al sancionar una norma. Las relaciones con Moncloa han estado "especialmente frías" en los últimos meses. Mucho se escribió del gesto serio de su majestad en la jura como presidente de Sánchez. Zarzuela no valora. Su máxima es que el Rey "no hace política", pero la ausencia de ministros en los viajes a Kuwait o la jura del presidente argentino, Javier Milei, no ayudan a frenar las especulaciones.