Sánchez nombra a Héctor Gómez embajador ante la ONU en Nueva York

Pedro Sánchez ha decidido enviar a Naciones Unidas al exministro de Industria, Comercio y Turismo Héctor Gómez. El político ha dejado ya su escaño y se trasladará en breve a Nueva York en calidad de embajador representante permanente de España ante la ONU, según fuentes consultadas por El Confidencial. La plaza estaba vacante desde junio de 2023 con la salida de Agustín Santos Maraver cuando este fue fichado por Yolanda Díaz para Sumar.

Por los temas a tratar y por la cantidad de asuntos técnicos que es necesario conocer al dedillo, representar a España en Naciones Unidas es un desafío incluso para los diplomáticos de carrera con dilatada experiencia. De hecho, desde la llegada de la democracia, nunca se había nombrado a un embajador político. Por el puesto han pasado personas como Inocencio Arias (1997-2004) y Jorge Moragas (2017-2018). El puesto es uno de los más prestigiosos que se pueden alcanzar como diplomático y la mayoría de los gobiernos del mundo envían a personas de primera línea. Rusia, por ejemplo, mantuvo durante años en el cargo a su actual ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov.

La de la ONU es una de las embajadas más técnicas, para la que se requiere más capacidad de trabajo

La experiencia en temas internacionales del exministro se limita a su paso por la Secretaría de Relaciones Internacionales del PSOE (2017-2021), la portavocía de Asuntos Exteriores en el Congreso (2019-2021) y a los 10 meses como director del Instituto de Turismo. "Más allá de la recompensa por los servicios prestados, a Sánchez le puede venir bien alguien con bagaje político para coger perfil en Naciones Unidas, por ejemplo, en la crisis entre Israel y Palestina", conjeturaba tras conocer la noticia un diplomático en activo.

La de la ONU es una de las embajadas más técnicas, para la que se requiere más capacidad de trabajo, ya que hay que coordinar varias agendas al mismo tiempo, la mayoría complejas y con contenidos que solo existen dentro del monstruo burocrático de Naciones Unidas. Entre sus responsabilidades, se cuenta la de negociar las resoluciones de Naciones Unidas, un trabajo de orfebrería semántica para el que además es conveniente tener un nivel muy alto de inglés, ya que muchos contactos se realizan sin traductor. A diferencia de la representación permanente ante la UE, no tiene legislación propia y se regula por la normativa de misiones diplomáticas, el derecho internacional y el propio derecho interno de la ONU. Por todo ello, la tradición en casi todos los países es dejar el puesto en manos de un diplomático de carrera.

Dos exministros en Exteriores

Con la elección de Gómez, ya son dos los exministros a los que Pedro Sánchez da salida con puestos dependientes del Ministerio de Exteriores. El anterior responsable de Cultura, Miquel Iceta, ha sido designado embajador de España ante la Unesco, un cargo en el que sustituirá a su propio antecesor en la cartera, José Manuel Rodríguez Uribes.

Los dos han abandonado el Gobierno por circunstancias no estrictamente ligadas a su gestión y que están vinculadas. Héctor Gómez llevaba solo desde marzo al frente de Industria, pero en esta nueva legislatura el PSC reclamó a Sánchez este ministerio y planteó el nombre del exalcalde de Barcelona Jordi Hereu. El primer secretario de los socialistas catalanes, Salvador Illa, pretende así reconectar su partido con el empresariado catalán, de cara a las próximas elecciones a la Generalitat.

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Ignacio Cembrero

La llegada de Hereu desplazó a Gómez que, además, se vio afectado por el nombramiento del expresidente canario Ángel Víctor Torres como nuevo ministro de Política Territorial, lo que agotaba la cuota canaria. Y, pese a las alabanzas de los empresarios en los pocos meses que estuvo al frente de Industria, se quedó fuera del Gobierno. Hereu también empujó a la salida de Iceta como representante del PSC.

Todo esto explica que Sánchez haya querido buscarles un nuevo acomodo, algo que el presidente no ha hecho en el caso de otros miembros de su equipo. Con el nuevo embajador representante permanente de España ante la ONU, se da la circunstancia de que el jefe del Ejecutivo ya le apartó de la portavocía del grupo parlamentario en el Congreso, pero lo repescó en cuanto hubo ocasión para el Gobierno.