Votantes y domingueros: "Al llegar, he visto que en mi sobre no estaban las papeletas"

En total, Correos ha recibido 2,6 millones de solicitudes de voto por correo, una cifra nunca alcanzada en España. El próximo día 20, tres jornadas antes de las elecciones generales, será el último momento en que la ciudadanía pueda depositar su papeleta en cualquier oficina de Correos. La empresa pública ha contratado a más de 19.000 trabajadores y ha alargado los horarios de apertura de sus sucursales, que también han abierto este fin de semana.

A ellas han acudido los votantes más rezagados, aunque tranquilos por ejercer su derecho tras ver el colapso que hace unos días se produjo en la compañía. En estos comicios, el domingo anterior a la jornada dominical de las elecciones, ha sido tan buen día como cualquier otro para ejercer el voto por correo, no sin la existencia de algunos contratiempos.

TE PUEDE INTERESAR

Radiografía a la delicada situación financiera de Correos, la empresa en el foco y clave para el 23-J

Juan Cruz Peña

Minutos antes de que la oficina de Correos en la plaza de Cibeles cerrara, Daniel Lourido se ha encontrado con una sorpresa inesperada. Cuando el trabajador de la entidad le ha entregado el sobre que debía contener las papeletas de los partidos que se presentan al Congreso de los Diputados y la hoja color sepia del Senado, se ha percatado de que los sobres estaban vacíos. "Le he pedido a un chico que estaba votando al lado las papeletas que le sobraban, pero justo resulta que había votado lo mismo que yo quería", ha dicho este ciudadano de 45 años.

Al final, otra mujer que también estaba ejerciendo su derecho al voto por correo le ha dado la papeleta que Lourido buscaba. "Los trabajadores me han dicho que tenía que contactar con la Junta Electoral Central, pero al final he votado lo que quería al Congreso y para el Senado no me ha quedado otra que votar nulo", ha comentado este médico de la sanidad pública, que el 23 de julio estará de vacaciones en Portugal. "Yo me fiaba del sistema, no creo que haya sido un error premeditado, pero me da rabia que por ir con prisas y no tener los medios adecuados sucedan estas cosas", ha lamentado Lourido, quien considera que votar en estos comicios es más importante que en otras ocasiones por el "tema de Vox".

Sin esperas, todo tranquilo

La cosa ha ido mucho más tranquila en el caso de Víctor Robb, quien pidió las papeletas el jueves y este domingo por la mañana ya tenía un aviso en su buzón de que estaban a su disposición en la oficina de Correos. "Tenía miedo a que no me llegaran porque el miércoles viajo a las Azores con mi novia", ha precisado este joven de 22 años que vota por correo por primera vez.

Pocos minutos antes que él, Marta también se acercaba a la oficina para votar. Ella tiene 34 años y no sabe si el 23 de julio estará en la capital. "Ha sido todo muy rápido y eficaz, mucho mejor que otras veces, incluso", ha dicho recordando cómo en unos comicios pasados también quiso votar por correo, pero la pérdida de las papeletas por su parte se lo impidió: "Incluso me desplacé a San Sebastián, donde estoy empadronada, pero no me dejaron votar de forma presencial", ha relatado.

Mientras una decena de turistas se sentaba en los escalones que dan la bienvenida a esta oficina de Correos en el centro de Madrid, Alicia Hernández salía de la misma. "Me voy de viaje con mis hermanas y volvemos justo el día 23. En teoría llegamos a las 18.00 horas, pero como nunca se sabe y ellas sí lo pidieron por correo, me decidí también a hacerlo yo", ha explicado. Desde su punto de vista, "esta vez hay que hacer un esfuerzo por votar", ha comentado la mujer de 59 años, quien ha afirmado decantarse por la izquierda. "También he votado al PP alguna vez, eh, lo que no quiero es que salga Vox", ha apuntillado Hernández, quien ya tiene todo preparado para sus vacaciones por el sur de Francia.

"Yo pedí las papeletas el lunes y llegaron ayer por la tarde, así que Correos ha hecho un buen trabajo. Lo que no me gusta es que algunos políticos siembren dudas sobre su funcionamiento", ha sostenido antes de marcharse buscando la sombra.

Ana, en cambio, fue más previsora. Ella pidió el voto por correo nada más empezar el plazo para hacerlo. El 23 de julio estará en Asturias, así que se alegró cuando la semana pasada por fin le llegaron las papeletas a casa. "Yo soy de Zaragoza, así que muchas elecciones me han pillado en Madrid, ya sea por trabajo o estudios, y nunca he tenido ningún problema con Correos a la hora de votar", ha recalcado esta joven que ya sí está empadronada en la capital.

A sus 27 años, ella también considera muy importante votar en estos comicios: "Que cada uno saque sus propias conclusiones sobre el futuro que quiere para el país, pero ahora nos jugamos mucho más que un cambio de gobierno, así que me gustaría que la gente votara, lo que quieran, pero que voten", se ha explayado antes de abandonar la oficina de Correos con prisa.

Precariedad en la plantilla

Sobre los medios con los que cuenta Correos, ya citados por Lourido, quien no ha podido ejercer su derecho de sufragio al Senado por un error de gestión, también se ha pronunciado Ricardo Mallada, secretario general de CGT en el ente: "Hay que recordar que en 2008 éramos 66.000 trabajadores y en 2023 somos 48.000, lo que supone una sobrecarga de trabajo diaria". El sindicalista también ha criticado que esta "dinámica de precarización"ha sido continuada durante los gobiernos de diferente signo. "Empezó con Alberto Núñez Feijóo en 2001, cuando Correos pasó de ser un organismo autónomo a convertirse en una Sociedad Anónima Estatal, lo que supuso desligarlo de la Administración", en sus propios términos.

TE PUEDE INTERESAR

Feijóo llama "incompetente" a la dirección de Correos y plantea el cese de su presidente

Ana Belén Ramos

Este empeoramiento de las condiciones laborales de los trabajadores de Correos sería la causa por lo que se dio un desbordamiento hace unos días tras la avalancha del voto por correo. "La falta de medios es algo estructural, y eso ha llevado al colapso. Ahora lo intentan remediar a base de horas extras y la contratación de miles de personas, pero lo único que muestran es su deficiente capacidad de gestión, porque el problema es estructural", ha reiterado el representante de los trabajadores.

Correos tranquiliza a la ciudadanía

En cambio, desde Correos han asegurado que "todo está funcionando con normalidad"y que "se han tomado y se están tomando las medidas necesarias para ello". "Correos quiere mandar un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía: todo el que haya solicitado el voto por correo va a poder, si así lo desea, ejercer su derecho dentro de los plazos legalmente establecidos", han remarcado desde el ente público a El Confidencial.

TE PUEDE INTERESAR

¿Cuándo llegará mi voto por correo? Esta es la herramienta para consultar el estado de la solicitud

P. M.

En cuanto a los plazos, este domingo 16 termina el periodo en el que el Censo puede entregar a Correos la documentación para los electores que hayan solicitado el voto por correo y estos, a su vez, tienen hasta el próximo 20 de julio como día máximo para ejercer su derecho.

Agotamiento de los trabajadores

Apenas 10 minutos para el cierre de la sucursal, el guardia de seguridad ha salido de la oficina para fumarse un cigarro. "Yo estoy muy casando de estar aquí. No quiero que me paguen las horas extras, quiero que contraten a gente del paro y no tener que hacerlas", ha sido lo primero que ha dicho. A pesar de que el ajetreo en la oficina de Correos de Cibeles ha sido mínimo durante la mañana, este trabajador curtido durante 17 años de experiencia a sus espaldas en el mismo enclave advertía: "Aquí nunca se sabe. A lo mejor abres y hay una cola de 30 personas que no viene nadie", ha afirmado mientras contaba los minutos que quedaban para dar por finalizada esta jornada extraordinaria.

Con la parte baja del bigote teñida de un rubio cobrizo que indicaba una larga relación con el tabaco, el vigilante ha asegurado que no ha tenido que intervenir en ninguna ocasión por motivo del voto por correo. "Yo lo único que quiero es irme a mi casa, bajar al perro y tomarme una cerveza bien fría", ha repetido en varias ocasiones. A las 13:58 horas se han apagado las luces de la sucursal para que a la hora indicada los trabajadores abandonaran la oficina. Al igual que fue el primero en llegar, tras ellos abandonaba el lugar el vigilante, el último, algo más contento. Cada minuto que pasaba era un minuto menos para tomarse su cerveza bien fría como recompensa a esta jornada inesperada