Feijóo se lanza a por los indecisos en el ecuador de la campaña: "Nada está hecho"

"Si votamos al PP no habrá sanchismo, no habrá bloqueo, no habrá bloques y habrá Gobierno de España". Feijóo apura los últimos ocho días de la campaña con dos mensajes nítidos: el del voto útil para combatir la dispersión de papeletas con Vox; y el de atraer a elector indeciso y abstencionista cuando ha comenzado la cuenta atrás para que se abran las urnas. "Si una persona no va a votar, también está contribuyendo a que se quede Sánchez. Nada está hecho, y tenemos mucho por hacer", lanzaba el líder popular durante un mitin en Logroño.

Feijóo cifra en 20 los escaños que le separan, dice, de un Gobierno "estable" y "en solitario". Y para ese objetivo, la pelea por los últimos escaños en las provincias pequeñas, especialmente las que reparten cuatro o menos al Congreso, se ha convertido en uno de los ejes centrales de la campaña. Como publicó El Confidencial hace una semana, los populares se habían propuesto trabajar en la campaña una estrategia centrada en redoblar la presencia del líder popular en las circunscripciones más pequeñas. Se trata de plazas donde el reparto es tan limitado que los escaños valen doble: no solo es el que se gana, sino también el que pierde el rival.

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Es precisamente el caso de La Rioja, que reparte cuatro diputados a la Cámara Baja. Tanto el presidente regional, Gonzalo Capellán; como la cabeza de lista en esta plaza, Cuca Gamarra, han insistido en la importancia del voto útil en estas provincias y lo "riesgos" de dividir el voto con Vox. "Quiero dirigir un mensaje a todos los que tienen pensado a votar a Vox. Ese voto puede hacer que aquí, en La Rioja, acabemos con un 2-2 con el PSOE. Y que gane Sánchez. Les pido que lo piensen bien. Que sumen para multiplicar", lanzaba la también secretaria general. "Hoy nos hemos comprometido al 3-1, y eso haremos. Eso es ganar. El resto, empatar", agitó posteriormente Feijóo.

El candidato popular a la presidencia del Gobierno se sabe ganador, pero la principal incógnita reside en si logrará hacerlo con una mayoría próxima a la absoluta que le permita no depender de Vox; o si tendrá que dar paso a los de Abascal a la Moncloa. Es el escenario que quiere evitar. En los últimos días de campaña, Feijóo se esfuerza en tirar la caña para llegar a los indecisos. Primero lo hizo con una lona con el siguiente lema: "Puede que no seamos tu partido, pero somos la solución". Y este sábado hacía un nuevo llamamiento a "cambiar la historia de nuestro país". "Si votamos al PP no habrá sanchismo, no habrá bloques y no habrá bloqueo", incidía.

La secretaria general del PP, por su parte, se reafirmaba minutos antes en el mismo mensaje. "Me dirijo a los indecisos, a los que no saben a quién votar. Muchos votaron a Ciudadanos y creen que han quedado huérfanos, pero no les vamos a fallar. Me dirijo a socialistas de verdad que no entienden qué es esto del sanchismo", exclamaba, sin pasar por alto a los electores de Abascal. En los últimos días, el PP ha intensificado los ataques a Vox para cazar su electorado en las urnas, situando al partido ultraconservador como una salvaguarda de que continúe "el sanchismo".

Feijóo no ha bajado el ritmo en la última semana de campaña. Más bien todo lo contrario. Mientras el resto de líderes tienen, salvo excepciones, un acto por día, el líder popular visita dos o tres ciudades diarias. Hoy hizo parada en Vitoria antes de su mitin en la capital de La Rioja, donde el PP logró mayoría absoluta en las elecciones autonómicas de mayo. En la mañana de este sábado, el mandatario gallego ha exhibido una vez más la geometría variable que dice haber aplicado en materia de pactos para diluir los acuerdos con Vox, y ha destacado que el PP dio sus votos gratis al PSOE para gobernar en "la capital de Euskadi". "Bildu está avanzando a una velocidad peligrosísima para el pueblo vasco", advirtió.