¿Qué es exactamente el voto útil y para qué sirve? Esto es lo que deberías saber sobre el sistema electoral en España

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Cada vez que se acercan unas elecciones, unos y otros claman por el llamado "voto útil", un concepto un tanto difuso pero con el que algunos políticos quieren reforzar la idea entre los electores de que, cuando acudan a las urnas, podrán maximizar la utilidad de su voto si eligen su papeleta. Tradicionalmente, este concepto viene de labios de los partidos mayoritarios.

Pero ¿qué es realmente el voto útil? ¿Realmente significa concentrar el voto en los grandes partidos, como suelen hacernos creer, o no es tan simple como eso? Estos días se ha hecho viral en Twitter un completo y elaborado hilo del usuario @ruzquez, en el que ofrece muchos datos y reflexiones para entender cómo funciona el método D'Hondt por el que se distribuyen los escaños en nuestro sistema electoral y, lo que es aún más importante, la división por circunscripciones provinciales, que es lo que de verdad determina que pueda haber un "voto útil" según el lugar de España en el que votemos.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que existe un umbral electoral del 3% en cada circunscripción. Es decir: los votos de los partidos que no alcanzan el 3% de los votos en una provincia, no obtienen representación y van "a la basura". Lo siguiente que resulta importante comprender es que, en ciertas provincias, ni siquiera superar ese 3% garantiza sacar algún escaño. Esta problemática se da principalmente en las circunscripciones en las que se reparten pocos escaños: por ejemplo, en las anteriores elecciones generales, las de noviembre de 2019, en la provincia de Zamora (en la que solo se reparten 3 escaños), los votos de Unidas Podemos no obtuvieron representación pese a suponer el 7,1% de dicho territorio.

Así funciona el sistema D'Hondt

En su hilo, @ruzquez señala de manera muy gráfica, mediante una tabla, cómo funciona el sistema D'Hondt en una "circunscripción ficticia" en la que se repartan 6 escaños. Este sistema, que fue ideado por el jurista belga Victor d'Hondt en 1878, utiliza un cálculo para establecer unas sucesiones de cocientes decrecientes para cada candidatura. Tal como ilustra este usuario, los votos totales de cada formación se van dividiendo en cocientes cada vez más pequeños (primero el total, luego dividido entre 2, luego entre 3 y así sucesivamente), y los escaños se van asignando a los promedios más altos por ese orden.

Según este ejemplo, solo los dos partidos más votados de la circunscripción obtendrían escaños, pero el tercero más votado se quedaría muy cerca, a apenas 5.000 votos. Por lo tanto, podría argumentarse perfectamente que el "voto útil" hubiese sido votar a ese tercer partido para que alcanzasen la representación y no se perdiesen esos 120.000 votos. Y es que, aunque resulta evidente que el método D'Hondt beneficia a los partidos mayoritarios, también deja espacio a la pluralidad, al menos en las circunscripciones en las que se reparten más escaños.

El propio @ruzquez señala que "Madrid, Barcelona, València, Sevilla, Alacant, Málaga y Murcia son las que más escaños aportan". En todas estas provincias, es mucho más probable que las 4 principales fuerzas políticas obtengan representación (en el caso de Barcelona, también ERC y Junts), y hay un menor riesgo de que se pierdan los votos para las formaciones que queden terceras o cuartas (es decir, Sumar y Vox). Por lo tanto, los votantes pueden elegir con mayor tranquilidad entre estas principales fuerzas, con menores temores de que su voto no quede representado en el Congreso.

Para el "voto útil", hay que tener en cuenta cuántos escaños se reparten en nuestra provincia

Algo diferente ocurre en las circunscripciones más pequeñas, especialmente en las que únicamente se reparten 3 o 4 escaños. En algunas de esas provincias, @ruzquez reconoce que sí que puede haber un auténtico voto útil hacia los grandes partidos, Sin embargo, su recomendación es que "quienes votéis en circunscripciones medianas o pequeñas echéis un ojo a resultados de elecciones anteriores, a encuestas (con ojo crítico aquí, claro) y en función de eso hagáis un cálculo de posibilidades".

En definitiva: vivimos en una democracia parlamentaria plural, en la que las mayorías absolutas son cosa del pasado, y ahora los partidos tienen que pactar y negociar para poder gobernar. Teniendo eso en cuenta, la noción de "voto útil" cada vez se diluye más, pero puede tener más sentido en las circunscripciones con menos escaños, y en ciertas provincias lo realmente útil puede ser apoyar a un partido pequeño que esté al borde de conseguir representación, para que sus votos no se pierdan y no se debilite el "bloque" que nos gustaría que gobernase. Al menos, mientras sigamos con circunscripciones provinciales: para que fuesen autonómicas o hubiese una única circunscripción nacional, habría que cambiar la Constitución.