Detenidas cuatro personas en Badajoz por suplantar identidades en el examen del carné de conducir

La Guardia Civil ha detenido en Badajoz, dentro de la operación ‘Breakfast’, a cuatro personas por acciones ilícitas en la realización del examen teórico para la obtención del permiso de conducir. Los agentes pertenecientes al Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) del Sector de Extremadura realizaron inspecciones en la jefatura provincial de tráfico durante el desarrollo de las pruebas y detectaron que dos vecinos de Madrid y Sevilla realizaban el examen teórico del carné de conducir en nombre de otros con el fin de obtener el permiso de circulación. Sucedió a finales del pasado mes de abril.

Se identificó tanto a los suplantadores como a las personas que, previo pago de una cantidad, habrían 'contratado el servicio' para que realizaran el examen en su nombre. Además, en otras inspecciones realizadas en el transcurso de las pruebas, también sorprendieron de manera simultánea a una ciudadana china a quien, de manera fraudulenta y valiéndose de medios técnicos de telecomunicación, le estarían facilitando las respuestas correctas, dos personas desde el exterior de la sede del examen.

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El Confidencial

Este tipo de acciones se repiten constantemente en diferentes puntos del país y por eso la Guardia Civil mantiene una vigilancia muy estrecha. Uno de los casos más recientes se produjo hace unas semanas en Pontevedra. No lo hizo una vez, ni dos, ni tres. El hombre detenido en Galicia llegó a suplantar ocho veces a otras personas en las pruebas para obtener el carnet de conducir.

Orden de búsqueda y detención

Miembros del grupo GIAT -del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra- se personaron en el lugar en el que se estaba celebrando el examen y, al término del mismo, comprobaron que este hombre, un madrileño de 33 años -según figura en su documentación- no era el vecino de Ferrol, de 47 años, que tendría que haber estado realizando el control en ese momento.

Tras la investigación pertinente se comprobó que el individuo había repetido esta práctica hasta siete veces más, por lo que se le acusó de falsedad documental. También constataron que sobre él pesaba una orden judicial de búsqueda y detención. Y no solo eso: el hombre ferrolano que se debería haber examinado también tiene antecedentes por este mismo hecho.