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Sánchez compra a Tamames su diagnóstico, pero opone su receta al "austericidio" neoliberal
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MOCIÓN DE CENSURA

Sánchez compra a Tamames su diagnóstico, pero opone su receta al "austericidio" neoliberal

El presidente del Gobierno tildó la abstención del PP como "indecente" y se afanó en ligar a los populares con Vox para advertirles que su voto "deja mancha y, más pronto que tarde, la ultraderecha vendrá a exigirles un segundo pago"

Foto: Ramón Tamames escucha la intervención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el debate de la moción de censura de Vox. (EFE/J. J. Guillén)
Ramón Tamames escucha la intervención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el debate de la moción de censura de Vox. (EFE/J. J. Guillén)

Con un tono amable, en contraste con el empleado contra Santiago Abascal y, en ocasiones, hasta condescendiente, Pedro Sánchez volvió aprovechar su respuesta al candidato de la moción de censura, Ramón Tamames, para contraponer modelos. Concretamente, la respuesta "socialdemócrata" de su Ejecutivo a la crisis pandémica, primero, y a la económica derivada de la guerra de Ucrania, después, frente a la respuesta "neoliberal" en la que situó a la derecha y al propio candidato. Las coincidencias que Sánchez reconoció tener con Tamames se limitaron al diagnóstico, en referencia a la compleja situación económica internacional, con turbulencias geopolíticas, para plantear un antagonismo no solo en materia de la respuesta económica, sino también social o medioambiental.

Las soluciones esbozadas por el prestigioso catedrático de economía fueron descalificadas por Sánchez como una vuelta "al viejo modelo neoliberal". Todo ello tras un cambio de paradigma sobre el que "ustedes no se han enterado", dijo, dirigiéndose a todo el grupo parlamentario de Vox. Frente a ese modelo de "abaratar salarios, recortar el despido o abrir las puertas a la privatización de la sanidad", Sánchez defendió las reformas del Ejecutivo en sentido contrario, comenzando por los ERTE o el aumento del gasto público. "Usted vuelve a alinearse con las tesis neoliberales que aplicó Rajoy tras la crisis financiera", confrontando el gasto público, una respuesta expansiva, frente a los recortes del estado de bienestar, que tildó de "austericidio".

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene en el debate de la moción de censura de Vox. (EFE/J. J. Guillén)
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Si el condescendiente "usted no tiene por qué saberlo" se repitió varias veces en la respuesta del presidente del Gobierno al candidato, Sánchez fue con cierta dureza al reprochar a Tamames su "blanqueamiento" de Vox al participar de esta moción de censura. "Está con un partido que renuncia a la igualdad entre hombres y mujeres", arrancó para definirlo también de "antivacunas", "terraplanista" y de "criminalizar a inmigrantes". De ahí que concluyese que "no fue la mejor idea que ha tenido en su vida", al presentarse como candidato. "Vox no es un partido más, lo saben bien en Europa", añadió para preguntarse retóricamente si el exdirigente del PCE ahora "va con Blas Piñar".

Tampoco perdió la ocasión Sánchez para volver a ligar al PP con Vox, como hizo en sus primeras intervenciones para responder al líder del partido, Santiago Abascal. Pese a las diferencias tanto programáticas como discursivas entre Tamames y el grupo proponente de la moción de censura, el jefe del Ejecutivo trazó una línea de puntos. "Vox, el PP y usted tienen algo en común: el reclamar convocatoria inmediata de elecciones". De hecho, definió el discurso del economista y su línea de pensamiento como más cercana al PP que a Vox.

Unas elecciones anticipadas que "la derecha y la ultraderecha reclaman cada día". El objetivo sería frenar las políticas progresistas del Gobierno de coalición o negar la legitimidad del propio Gobierno. "Por eso hemos sufrido bulos, descalificaciones permanentes y no hemos contado nunca con la oposición ni ante las mayores adversidades que hemos afrontado", lamentó.

En este punto, el presidente del Gobierno quiso recriminar las acusaciones de "autocracia" vertidas por Tamames en varias entrevistas, y en su propia intervención advirtiendo sobre los ataques a la separación de poderes, para devolver la pelota y asegurar que ese sistema político sería el que propugna Vox. "Como eficaz polemista, asumiré que se permite la figura retórica de la dictadura para referirse a nuestro sistema político, pues está en condiciones de diferenciar una democracia de una autocracia".

Las reiteraciones en el discurso de Sánchez no se limitaron a esta confrontación de modelos, sino también a estas acusaciones de ilegitimidad. En su primera intervención, Sánchez cargó a partes iguales contra PP y Vox por su "ficción compartida" de que "vivimos en una dictadura" y que España se acerca a un "apocalipsis" en lo económico. Una perspectiva justificada por las acusaciones de Gobierno "okupa" e "ilegítimo" que alimentan las posiciones antidemocráticas. Un escenario sobre el que, más allá de ironizar, Sánchez quiso hacer pedagogía para negar una justificación de la moción de censura presentada por Vox por motivos relacionados con la "unidad de España" o territoriales, económicos, constitucionales o relacionados con la corrupción.

La "indecente" abstención del PP

El papel del "socio" del PP, según apuntó Sánchez en su primera respuesta a Abascal, es marcar la agenda a Génova porque "Vox por sí solo no va a ganar elecciones, pero sí puede conseguir que ganen sus ideas". Esto es, "impregnar la agenda conservadora atrayendo a la llamada derecha tradicional, y eso es justo lo que está ocurriendo, aspiran a imponer su hegemonía cultural". La abstención de los populares sería para el jefe del Ejecutivo la muestra de que lo están consiguiendo, frente "al no como una catedral" a su anterior moción de censura en 2020 cuando Pablo Casado lideraba el partido.

Foto: Yolanda Díaz, en el pleno. (EFE/J. J. Guillén)

"Aquel PP tuvo un momento de lucidez para decirle que 'adónde iba", espetó Sánchez al líder de Vox, para concluir que, "para su tranquilidad, con este PP de Feijóo la cosa pinta mejor. Pasito a pasito, del no a la abstención, ya los tiene a un paso del sí". De ahí pasó a cargar contra el PP por su abstención, "un pago en diferido", pasando del no a una "indecente abstención" para alertar que "deja mancha y, más pronto que tarde, la ultraderecha vendrá a exigirles un segundo pago en diferido para saldar las deudas". Cuando llegue ese día, dijo, "acuérdense de este debate".

La larga respuesta de Sánchez se centró en hacer un recorrido por las medidas llevadas a cabo por el Gobierno y dibujar una situación económica y social positiva. Una intervención de casi una hora y media por la que incluso el propio Tamames protestó interrumpiendo a Pedro Sánchez: "¡Que usted venga aquí con un tocho de 20 folios...!", se arrancó para que posteriormente la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, le cortase el micrófono por la imposibilidad de intervenir fuera de turno. Tanto Sánchez como el resto de miembros del Gobierno pueden intervenir durante cualquier momento de la moción de censura sin límite de tiempo.

Con un tono amable, en contraste con el empleado contra Santiago Abascal y, en ocasiones, hasta condescendiente, Pedro Sánchez volvió aprovechar su respuesta al candidato de la moción de censura, Ramón Tamames, para contraponer modelos. Concretamente, la respuesta "socialdemócrata" de su Ejecutivo a la crisis pandémica, primero, y a la económica derivada de la guerra de Ucrania, después, frente a la respuesta "neoliberal" en la que situó a la derecha y al propio candidato. Las coincidencias que Sánchez reconoció tener con Tamames se limitaron al diagnóstico, en referencia a la compleja situación económica internacional, con turbulencias geopolíticas, para plantear un antagonismo no solo en materia de la respuesta económica, sino también social o medioambiental.

Pedro Sánchez