Batet fija la moción de censura de Vox el 21 y 22 de marzo: Tamames no deberá subir a tribuna

El Congreso acogerá el debate y la votación de la moción de censura de Vox los días 21 y 22 de marzo. La presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet, ha protagonizado este lunes una inusual comparecencia de prensa de menos de un minuto, sin preguntas, para desvelar la fecha. Batet, desde una de las salas anexas al hemiciclo, se ha reservado el horario y otros detalles del pleno en el que se debatirá esta iniciativa, que prevé desvelar este martes a la Junta de Portavoces. La moción de censura no puede prosperar, ya que no cuenta con los votos necesarios.

Fuentes de la Presidencia apuntan a que el candidato de la iniciativa, el economista Ramón Tamames, no tendrá que subir a la tribuna de oradores si así lo desea. Dada su avanzada edad, Tamames podrá dirigirse a la Cámara bien desde un escaño, bien desde la parte más baja del hemiciclo, cerca de donde suele situarse el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, pero ubicado en sentido contrario, mirando hacia las bancadas. También tiene la opción de contar con un asiento en tribuna de oradores. Fue el propio Tamames el que transmitió a la presidenta que tendría dificultades para subir y bajar desde la tribuna. Batet ya trasladó estas opciones al portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, durante la semana pasada.

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El día escogido coincidirá con la celebración del Consejo de Ministros, que suele arrancar a las 9.30 horas, y es difícil calcular la duración del debate, ya que tanto el presidente del Gobierno como el candidato y el líder de Vox pueden intervenir durante el tiempo que deseen. El líder del PP, Alberto Núñez-Feijóo —que es senador, no diputado—, tiene la opción de seguirla desde el hemiciclo, bien desde la tribuna, bien desde un escaño.

Pedro Sánchez despachará así la iniciativa de Vox al arranque de la semana que viene, para dedicar el resto de los días hasta el parón de Semana Santa a dar un último empujón a la agenda legislativa del Ejecutivo. Previsiblemente, Sánchez obviará al candidato para cargar en su lugar contra PP y Vox.

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El jefe del Ejecutivo quiere servirse de esta moción para contraponer propuestas con la derecha y la ultraderecha, presumir de las medidas adoptadas por su Gobierno y tratar de retratar al PP de Alberto Núñez-Feijóo, que ya ha anunciado su abstención, equiparándolo con el partido de Santiago Abascal. La iniciativa, registrada el 27 de febrero, se trata de la segunda moción de censura de Vox contra Sánchez. Las dos nacieron muertas por falta de apoyos.

Por su parte, distintos aliados parlamentarios, como ERC, abogaron tras el registro de la moción con cerrar filas y dar una respuesta unitaria, bien marcando un perfil bajo, bien rechazando intervenir en el debate, haciéndolo únicamente en la votación. A día de hoy, no está claro que este frente común vaya a convertirse en realidad, y grupos como el PNV ya han adelantado que seguirán su propia hoja de ruta. La inmensa mayoría de fuerzas de la Cámara sí coinciden en que una moción sin visos de prosperar tiene un aire de espectáculo, y la consideran una pérdida de tiempo.

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Por su parte, en el PSOE han aprovechado este lunes el anuncio de la fecha de la moción para cargar contra el PP. "Si hay algo realmente llamativo es el cambio de posición del PP”, afirmó la portavoz del PSOE, Pilar Alegría, en rueda de prensa en la sede de Ferraz. Alegría, también ministra de Educación, se refería así al rechazo del PP a la anterior moción de Vox, en tiempos de Pablo Casado.

"Es un cambio de postura que claramente se acerca a la ultraderecha", denunciaba la portavoz socialista, afirmando que el presidente del PP "no tiene ninguna duda" de con quién quiere "sumar" para gobernar.