Vox lleva su plan antiaborto al Congreso para forzar al PP a posicionarse
A través de una proposición no de ley, el partido de Abascal exige la derogación de la ley del aborto y el impulso de su polémico protocolo de Castilla y León, que incluye medidas como la escucha del latido fetal
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El debate del aborto ha vuelto a forzar al PP a hacer un ejercicio de equilibrismo. Tras el fallo del TC, Feijóo trazó una línea decisiva en esta cuestión manifestando el apoyo del Partido Popular a la ley de plazos, una norma "correcta" en términos generales a juicio del jefe de la oposición. La posición de Génova levantó ampollas en la denominada como ala dura del partido, donde rechazan el giro de Feijóo en este ámbito. Y, en mitad de la polémica, Vox ha salido al paso para morder al PP en este asunto. Este martes, el portavoz de la formación en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, anunció el registro de una proposición no de ley en la Cámara Baja para solicitar la derogación del aborto y el impulso del protocolo defendido por Vox en Castilla y León, que incluye medidas como la escucha del latido fetal o la visualización de ecografías en 4D para las mujeres que planteen su deseo de poner fin a su embarazo.
La iniciativa, que no tiene un carácter vinculante, servirá para forzar al PP a posicionarse en la tribuna en una materia en la que se mueve con dificultad. Y no es la primera vez que Vox rescata este tipo de debates en el Congreso. El líder del partido, Santiago Abascal, ya resucitó el polémico protocolo de Castilla y León durante el primer pleno del año y lo lanzó contra el PP. "¿Por qué no se puede permitir que una mujer, si quiere, escuche el latido de la vida que lleva dentro?", cuestionó el dirigente en tribuna, dirigiéndose a la bancada de los populares.
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En su documento, Vox no solo hace un llamamiento a tumbar la ley del aborto, que llega este jueves al Congreso para su ratificación definitiva, sino que exige mayor información a las mujeres que quieren interrumpir voluntariamente su embarazo para "evitar" el número de casos. En concreto, los de Abascal creen que, para que haya un "consentimiento informado", se debe advertir a las embarazadas de las "cruentas técnicas" que se llevan a cabo en este tipo de procedimientos. "No se puede descartar que el feto tenga sufrimiento en el momento de ser succionado o destruido durante el método más agresivo de dilatación o legrado", inciden.
La proposición no de ley llega después de que el PP haya realizado una distinción entre apoyar la ley de plazos desde un punto de vista jurídico a aceptar el aborto como un derecho de la mujer. La aclaración de Génova llegó después de que se hicieran públicas las críticas procedentes del sector más conservador en esta cuestión, con exministros como Fernández Díaz o Mayor Oreja exigiendo a Feijóo una "reflexión" sobre el giro del PP en este debate. La censura llegó también de parte de sectores religiosos. Por ejemplo, el obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, acusó al PP de "traición" por mostrar su respaldo a la normativa de José Luis Rodríguez Zapatero, avalada por la mayoría del Tribunal Constitucional.
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El pasado mes de junio, antes de que se pronunciase el TC, Feijóo defendió durante una intervención en un foro de La Razón que el aborto es "un hecho con el que convive la sociedad española desde hace años" y un "derecho regulado" en todos los países de la Unión Europea. Pero, a día de hoy, los populares reniegan de esa acepción y se remiten a la ponencia social aprobada en 2017, donde se rechaza ese derecho y se califica el aborto como "un fracaso de la sociedad".
"El aborto realmente es un fracaso, un drama para toda mujer que tiene que acudir a él", se reafirmaba la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra. "Ninguna mujer que tome esa decisión está feliz al día siguiente", insistía. Al mismo tiempo, la también secretaria general del partido se hacía eco de esa dualidad interna, y manifestaba su respaldo a la ley de plazos, una norma "asumida por la mayoría de la sociedad" y en la que hay puntos en los que el PP discrepa, como la ausencia de consentimiento paterno para las menores que quieran abortar o la eliminación del periodo de reflexión en el proceso.
El debate del aborto ha vuelto a forzar al PP a hacer un ejercicio de equilibrismo. Tras el fallo del TC, Feijóo trazó una línea decisiva en esta cuestión manifestando el apoyo del Partido Popular a la ley de plazos, una norma "correcta" en términos generales a juicio del jefe de la oposición. La posición de Génova levantó ampollas en la denominada como ala dura del partido, donde rechazan el giro de Feijóo en este ámbito. Y, en mitad de la polémica, Vox ha salido al paso para morder al PP en este asunto. Este martes, el portavoz de la formación en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, anunció el registro de una proposición no de ley en la Cámara Baja para solicitar la derogación del aborto y el impulso del protocolo defendido por Vox en Castilla y León, que incluye medidas como la escucha del latido fetal o la visualización de ecografías en 4D para las mujeres que planteen su deseo de poner fin a su embarazo.