El detenido por las cartas incendiarias se niega a declarar y el juez ordena su ingreso en prisión
El juez destaca que la “transcendencia de sus violentas acciones como medio de propaganda” podrían facilitar su huida a Rusia, “recibiendo ayuda de ciudadanos de dicho país”
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El presunto autor del envío de cartas con material incendiario, Pompeyo González, se ha acogido este viernes a su derecho a no declarar ante la Audiencia Nacional. El jubilado de 74 años ha comparecido pasadas las 11 de la mañana y el magistrado José Luis Calama ha acordado su ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza ante el riesgo de fuga y de reiteración delictiva. El resolución explica que los "vestigios de ADN" hallados en los paquetes coinciden con el perfil genético de González.
La Policía Nacional detuvo a González el pasado miércoles en Miranda de Ebro (Burgos). Se le atribuye la autoría de las cartas con material explosivo dirigidas a seis objetivos en noviembre de 2022: el Palacio de la Moncloa, el Ministerio de Defensa, el aeropuerto militar de Torrejón de Ardoz en Madrid, una empresa de armamento en Aragón y las embajadas de Estados Unidos y Ucrania. En el caso de esta última, un vigilante de seguridad resultó herido por la explosión de uno de los artefactos.
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La Audiencia Nacional investiga a González por seis delitos de terrorismo, dos de ellos agravados por tener como objetivos a miembros del Gobierno. Esos seis delitos van en concurso con otro de fabricación y empleo de artefactos explosivos, inflamables e incendiarios con finalidad terrorista.
El magistrado reconoce que no hay indicios de que González pertenezca ni colabore con banda o grupo organizado terrorista alguno, pero considera que él mismo trató de trasladar la impresión contraria: "En el ánimo de dicho investigado está presente tanto el objetivo de alterar gravemente la paz pública, transmitiendo el mensaje de que nos encontramos ante una acciones efectuadas por personas vinculadas a Rusia (...), como obligar a los poderes públicos de nuestro país a abstenerse del apoyo mostrado a favor de Ucrania".
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El juez subraya a su vez que entre junio y noviembre compró "un kilo de nitrato potásico puro, cable con mecha, interruptores, filamentos de cobre y bombillas incandescentes", así como "toda clase de tornillería" y "brocas de precisión". Este material coincide con el hallado en los paquetes incendiarios, que incluían además "postas de plomo a modo de metralla para aumentar la potencialidad lesiva".
Como informó este jueves El Confidencial, la operación contra González se bautizó como Konvert, que significa 'sobre' en ucraniano y ruso. Antes de su detención, los agentes siguieron sus pasos durante cerca de dos semanas para ver si detectaban algún colaborador o dinamizador de sus acciones. Las vigilancias no les llevaron hasta ningún otro sospechoso, pero vieron cómo González se desprendía de objetos que podrían ser claves para demostrar su culpabilidad y procedieron a su arresto.
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González aseguró a los policías que él no se encontraba tras el envío de los paquetes, pero en el registro de su domicilio, ubicado en la calle Clavel de la localidad burgalesa, hallaron efectos que prueban su participación en los hechos. Así lo creen los agentes que, al ver lo que guardaba, sopesan que pretendía repetir su acción.
"Han sido intervenidos, entre otros efectos, diversas varillas cilíndricas que pueden corresponder con el mismo tipo de cilindros que alojaban en su anterior el pistón incendiario de los artefactos explosivos caseros; diferentes tornillos junto con muelles similares al percutor que se utilizó en los artefactos incendiarios caseros, y taladros con brocas de precisión similares a las empleadas para la elaboración de los referidos artefactos", explica el juez en el auto.
Los investigadores apuntan a un “autoadoctrinamiento” por canales tradicionales. Destacan especialmente el consumo de propaganda través de habituales búsquedas del detenido en páginas web prorrusas o medios estatales de Moscú como Russia Today o Sputnik News, así como páginas web relacionadas con las armas y otras en cuestiones de química.
El magistrado incide también en su uso de “aplicaciones rusas de mensajería instantánea, como VK, y correos electrónicos cifrados de extremo a extremo”. Señales de dicho “autoadoctrinamiento”, pero todavía muy lejos de pruebas fehacientes de una conexión con grupos terroristas rusos. Constan viajes por España, pero no al exterior, y tampoco habla el idioma ruso.
En este contexto, sin embargo, la cercanía del detenido a los postulados bélicos rusos y la “transcendencia de sus violentas acciones como medio de propaganda de la ocupación rusa en Ucrania” podrían, de hecho, facilitar su huida a territorio ruso, “recibiendo ayuda de ciudadanos de dicho país”, concluye el juez en su argumentación para la prisión provisional. Todas las líneas de investigación siguen abiertas en este momento.
El presunto autor del envío de cartas con material incendiario, Pompeyo González, se ha acogido este viernes a su derecho a no declarar ante la Audiencia Nacional. El jubilado de 74 años ha comparecido pasadas las 11 de la mañana y el magistrado José Luis Calama ha acordado su ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza ante el riesgo de fuga y de reiteración delictiva. El resolución explica que los "vestigios de ADN" hallados en los paquetes coinciden con el perfil genético de González.