Los nuevos magistrados del TC pasan el último trámite y hacen efectivo el vuelco progresista

Ya es oficial. Los cuatro nuevos magistrados del Tribunal Constitucional superaron este jueves por unanimidad el último trámite obligatorio para convertirse en integrantes del órgano de garantías. El pleno del TC ha confirmado que el exministro Juan Carlos Campo y la catedrática y exalto cargo de Moncloa Laura Díez, propuestos por el Gobierno; y los jueces César Tolosa y María Luisa Segoviano, que eligió el Consejo General del Poder Judicial, cumplen las condiciones para ser nombrados de forma efectiva.

Con la decisión, por la que se expresa que las propuestas de nombramiento de nuevos magistrados reúnen los requisitos exigidos por la Constitución y la Ley Orgánica del Tribunal, el vuelco en las mayorías del Constitucional es ya un hecho. En los próximos días se publicarán sus nombramientos en el Boletín Oficial del Estado y jurarán sus cargos ante el rey. Una vez incorporados, quedará pendiente que todos elijan a su presidente en un pleno que se celebrará el 10 de enero, informan fuentes jurídicas. Con su entrada, el TC pasará a tener siete progresistas y cuatro conservadores, y una vacante aún pendiente que le corresponde nombrar al Senado a propuesta del PP.

El examen de idoneidad está previsto en la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, que establece que el pleno debe verificar en una votación secreta si los candidatos "reúnen los requisitos requeridos por la Constitución y la presente ley". Dicha norma dice que los miembros del TC "deberán ser nombrados entre ciudadanos españoles que sean magistrados, fiscales, profesores de Universidad, funcionarios públicos o abogados, todos ellos juristas de reconocida competencia con más de quince años de ejercicio profesional o en activo en la respectiva función".

El trámite también implica la salida inmediata del actual presidente, Pedro González-Trevijano, el vicepresidente, Juan Antonio Xiol, y los magistrados Antonio Narváez y Santiago Martínez Vares. La renovación se ha alargado seis meses y ha terminado con uno de los episodios de mayor tensión que se recuerdan a raíz de la decisión de paralizar la tramitación de la reforma del Ejecutivo que buscaba acelerar el cambio que hoy se confirma.

El cambio en la sensibilidad mayoritaria del TC se alargará al menos una década. La renovación del TC se realiza por tercios cada tres años y los nuevos integrantes tienen un mandado completo de nueve. Las siguientes renovaciones serán, si no hay sorpresas, por reparto de los partidos mayoritarios, ya que corresponde al Senado y el Congreso que deben reunir mayoría de tres quintos. No será hasta que vuelva a tocar la designación de los dos del Gobierno cuanto el PP tenga opciones de virar el equilibrio.