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"Los sobres han pasado por un enjambre humano": inquietud y enfado en la plantilla de Correos
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segundo episodio en 18 meses

"Los sobres han pasado por un enjambre humano": inquietud y enfado en la plantilla de Correos

La empresa pública adjudicó a una nueva empresa de seguridad la protección de su centro de procesamiento en Madrid y nombró a un director de Seguridad, pero los controles no han funcionado

Foto: Detonado el sobre sospechoso dirigido a la embajadora de EEUU en España. (EFE)
Detonado el sobre sospechoso dirigido a la embajadora de EEUU en España. (EFE)
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La oleada de paquetes incendiarios ha tenido efectos en el seno de Correos. El pánico se ha apoderado de los trabajadores de la empresa pública después de trascender que los seis envíos detectados hasta el momento pasaron por sus instalaciones y fueron entregados posteriormente a sus respectivos destinatarios como cualquier otro paquete ordinario. Es el segundo episodio de este tipo que afecta a Correos en 18 meses, tras el escándalo de las cartas con balas y navajas que llegaron a varios dirigentes públicos en los días previos a las elecciones madrileñas de mayo de 2021, sin que tampoco se activara ninguna alarma.

La compañía, presidida por Juan Manuel Serrano, jefe de Gabinete de Pedro Sánchez durante la etapa del dirigente socialista en la oposición, se comprometió entonces a reforzar sus sistemas de seguridad para que fueran capaces de interceptar este tipo de envíos y quedara preservada la integridad de sus propios empleados. En julio de 2021, se hizo cargo de la seguridad en las instalaciones centrales de Correos en Madrid —por las que pasaron los sobres con balas y necesariamente también las seis cartas remitidas ahora con material incendiario— una nueva empresa, Sasegur.

Además, la pasada primavera se modificó el organigrama de la compañía para reforzar el área de Seguridad. Este departamento fue elevado al rango de dirección y pasó a depender directamente de Serrano. Asimismo, se decidió que el máximo responsable de la seguridad tendría asiento en el Comité de Dirección del ente público. Para liderar el nuevo departamento, se contrató al antiguo mando de la Guardia Civil Arturo Crespo, que previamente había pasado por Aena.

Ninguna de estas medidas ha sido suficiente para evitar el procesamiento de los seis sobres que investiga la Audiencia Nacional. “Lo que hay es mucha inquietud y malestar, porque la gente está preocupada, lógicamente”, explica el líder de UGT en Correos, José Manuel Sayagués. “El procesamiento de los envíos sigue siendo mayoritariamente manual. Si esos sobres han pasado, como parece, por instalaciones de Correos, quiere decir que han estado en medio de un enjambre humano y se ha puesto en peligro a muchos trabajadores”.

UGT y CCOO emitieron un comunicado a primera hora de este jueves para exigir a la dirección de Correos que garantice “la seguridad de la plantilla y de la ciudadanía”. Consideran que los nuevos hechos son “mucho más graves” que los ocurridos en mayo de 2021, por el evidente riesgo que suponen estas cartas incendiarias para las personas que “tienen que manipularlas”. Además, los sindicatos denuncian que, a pesar de la intranquilidad en que está sumida la plantilla, a última hora de este jueves aún no habían recibido información de la empresa sobre el estado de la investigación y las medidas adoptadas para contener la amenaza.

Correos utilizó un canal interno de comunicación para mandar una nota a sus trabajadores en la que pide extremar la precaución. En el momento del envío de la circular, solo se habían descubierto los sobres de la embajada de Ucrania en Madrid, que provocó heridas a un responsable de seguridad de delegación diplomática, y de la empresa de fabricación de armamento Instalaza, en Zaragoza, que fue neutralizado sin ocasionar daños personales.

“Los dos envíos de los que tenemos noticia se tratan de correspondencia ordinaria, dentro de un sobre color cartón, con unas dimensiones aproximadas de 20X10X2 cm, franqueados con sellos de Correos, pero sin matasellado ni alguna otra marca exterior, no disponen de remitente, y la dirección de destino está manuscrita en tinta azul”, expone la circular, adelantada por Vozpópuli. “Os ruego la máxima colaboración y precaución en caso de observar algún envío con las características descritas, tanto por parte de los empleados de los centros de tratamiento de la correspondencia como de la vigilancia contratada para la revisión mediante escáner de los envíos”.

La nota pide a la plantilla que se fije especialmente en las cartas que tengan como destinatarias a instituciones o personas que puedan tener algún tipo de relación con la guerra de Ucrania, el hilo conductor que parece vincular todos los envíos. Además de la Embajada de Ucrania y la empresa Instalaza, que fabrica lanzacohetes entregados al Ejército de ese país, también han llegado paquetes a la Base Aérea de Torrejón, al Ministerio de Defensa, la embajada de Estados Unidos y la Moncloa. Este último fue detectado hace una semana, pero no se hizo público hasta ayer. Tenía como destinatario al presidente del Gobierno.

La oleada de paquetes incendiarios ha tenido efectos en el seno de Correos. El pánico se ha apoderado de los trabajadores de la empresa pública después de trascender que los seis envíos detectados hasta el momento pasaron por sus instalaciones y fueron entregados posteriormente a sus respectivos destinatarios como cualquier otro paquete ordinario. Es el segundo episodio de este tipo que afecta a Correos en 18 meses, tras el escándalo de las cartas con balas y navajas que llegaron a varios dirigentes públicos en los días previos a las elecciones madrileñas de mayo de 2021, sin que tampoco se activara ninguna alarma.

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