Un asesino suelto y 4 muertos en el colectivo gay de Bilbao: "Hay un ambiente de miedo"

• Detenido el sospechoso de los asesinatos en Bilbao tras entregarse a la Ertzaintza

La Ertzaintza investiga un presunto perfil de asesino en serie en Bilbao a partir de la muerte de varias personas pertenecientes al colectivo gay de la ciudad. Las pesquisas del Servicio de Investigación Territorial Criminal de Bizkaia (SICTB) apuntan a que las muertes, acaecidas en los últimos meses del año pasado, guardan un patrón muy similar: el sospechoso contactaba con ellas por medio de una aplicación de citas, lograba anular su voluntad y tras su muerte se producían retiradas de dinero en sus cuentas bancarias. Varios usuarios de la aplicación y residentes de la capital Vizcaína declaran ahora a El Confidencial su impresión por lo sucedido: “Hay un ambiente de miedo”.

“Anda como más al loro la gente, hay molestia porque no se le da la importancia que tiene en los medios de comunicación. Es un problema que no se esté informando. Mis amigos y mi familia me dicen que tenga cuidado”, dice un joven a través del chat de la plataforma. No ha sido hasta esta semana cuando 'El Correo' desveló el caso, pero la primera denuncia fue en el mes de octubre. El familiar de un fallecido de 43 años denunció la retirada de miles de euros de las cuentas bancarias de su allegado. En la autopsia de la muerte se hallaron muestras de que podrías haber ingerido algún tipo droga antes de fallecer, como el éxtasis líquido.

TE PUEDE INTERESAR

El tatuaje de una nube que delató al asesino en serie de mendigos en Barcelona

Nacho Abad

Este es un tipo de droga muy presente en el ocio nocturno. Es un psicotrópico sedante que produce pérdida de la consciencia. En ocasiones se ha utilizado para forzar a tener relaciones sexuales y se le atribuyen fuertes propiedades afrodisíacas. En fechas próximas a este fallecimiento se produjeron otras tres muertes, aparentemente por causas naturales, de personas sin problemas evidentes de salud previos ni signos de violencia. También eran gais y se investiga ahora si en las muestras de sangre que se les extrajeron en la autopsia había signos de alguna sustancia estupefaciente, según 'El Correo'.

Movimientos de dinero

Todos ellos eran usuarios de aplicaciones de citas y vivían en torno al centro de Bilbao y en algún caso también hubo retiradas de dinero. Una de las hipótesis es que drogaba a sus víctimas, aprovechaba su estado de sedación para conocer datos bancarios y tras su muerte se metía en sus cuentas para hacer transferencias o sacaba dinero con sus tarjetas en cajeros automáticos. Calculan varios miles de euros solo en el caso del primer fallecido, el 18 de octubre de 2021.

El alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, admitió una investigación en los micrófonos de Radio Euskadi, aunque pidió prudencia: "Momento de calma, calma tensa. La Ertzaintza está investigando, desde los servicios centrales, no desde la comisaría de Bilbao. Hay que ser prudente, no podemos alarmar a la sociedad sin tener datos adecuados, esperamos a ver cómo se desarrolla la investigación, no tenemos datos en ese sentido". El mismo medio que el viernes destapó la noticia informa de cuatro fallecimientos ya judicializados en un Juzgado de Vizcaya. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco consultadas por este periódico afirmaron a las 15:30 de este miércoles que, al menos a esa hora, desconocían qué Juzgado lleva el caso tras haberlo preguntado en Decanato.

"Es una ciudad pequeña y nos conocemos todos. Esto es de película"

“No suelo quedar mucho. Siempre que quedo es con gente conocida desde hace meses. Sí que es cierto que ahora tendría menos ganas de quedar con alguien nuevo”, dice otro usuario de la aplicación que usaba el sospechoso. Las reacciones recogidas por este periódico van desde el recelo al miedo, pasando por la indiferencia o el mero desconocimiento. “No uso mucho esto, por eso no tengo miedo”, “Sí tengo miedo, por eso pido la foto”, “Necesito estar muy seguro [de] con quién quedo”. Fuentes policiales aseguran a este periódico que el sospechoso ya está identificado, pero por el momento no dan con su paradero.

En paradero desconocido

En caso de que hubiera abandonado Euskadi y, por tanto, la demarcación territorial que compete a la Ertzaintza, la policía autonómica vasca podría solicitar colaboración a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Fuentes de la Policía Nacional informan de que por el momento nadie les ha solicitado ayuda para esta investigación, que experimentó un giro cuando otro hombre con un perfil parecido al de los fallecidos denunció en diciembre a un varón con el que había quedado por la aplicación de citas. Según su versión, recogida por 'El Correo', tras empezar a besarse, trató de estrangularlo. Al no conseguirlo, huyó.

TE PUEDE INTERESAR

Así son los asesinos en serie: modus operandi, firma y puesta en escena

Álvaro García Ruiz

Se llamaba Carlos y tiene entre 20 y 30 años de edad. En su huida se dejó una mochila con algunos enseres personales y un recipiente que podía contener la sustancia sedante que ofrecía a las víctimas. Esta información periodística sostiene que el titular de un juzgado de instrucción de Bilbao dictó una orden de búsqueda y detención por un delito de lesiones contra el sospechoso.

La citada aplicación en la que contactaba con las víctimas no pide la verificación de ningún dato personal para empezar a conocer gente. Ni siquiera es obligatorio presentar una foto real. La propia herramienta permite, como opción, un sistema de comprobación de fotos ante el mismo programa. Abundan los pseudónimos, motes e identidades falsas. “Comprenderás que hay mucha gente en el armario”, comenta otro usuario para explicar por qué hay quien prefiere ocultarse antes de arriesgarse a que alguien le vea y le identifique por su nombre o una imagen.

“De todas formas sí que se debería tener que hacer una verificación y que al menos los de las apps tengan información verídica de las personas”, añade este usuario.“Estamos bien, flipando la verdad. Es una ciudad pequeña y nos conocemos todos. Esto es de película. Pero no se puede vivir con miedo”, concluye otro.