La muerte de Helena Jubany: el juez cita a un sospechoso 20 años después del crimen

"Sin ella saberlo, sin saber que la iban a matar, una de las principales pruebas de cargo nos la dejó Helena".

En agosto de 2020, poco después de que un juzgado de Sabadell reabriera la investigación sobre la muerte de Helena Jubany hace 20 años, su hermano Joan dejaba caer esta reflexión al hablar con El Confidencial. Joan se refería así a las cartas anónimas que encontraron en el piso de Helena días después de su muerte, y no se equivocaba: tras comparar las cartas con la caligrafía de un sospechoso, Xavier J. M., la Policía Científica concluyó el pasado febrero que parte de aquellos mensajes sin firma habían sido escritos por él. Dos décadas después de la muerte de Helena, Xavier tendrá que declarar el 1 de abril como imputado.

Las dos cartas anónimas

El 2 de diciembre de 2001, Helena Jubany, una joven bibliotecaria de 27 años de Sabadell, fue encontrada muerta en un patio interior, desnuda y con quemaduras en su cuerpo. Los indicios apuntaban a un asesinato, pero la investigación fue archivada provisionalmente en 2005 ante la falta de pruebas que incriminaran a los sospechosos.

"El 1 de diciembre, mi padre quedó con ella a comer y no se presentó. No era habitual en ella", explicaba Joan a este diario en 2020. Preocupado, el hombre se presentó en su piso y no la encontró, pero prefirió esperar un día antes de dar la voz de alarma. 24 horas después, Helena faltó a una cita con una amiga y, tras enterarse la familia, llamaron a la biblioteca en la que trabajaba. La respuesta les hizo temerse lo peor: el viernes 30 de noviembre no había ido a trabajar y, ese mismo lunes, tampoco se había presentado. El padre acudió a comisaría y le dieron la noticia: un vecino de Sabadell había encontrado el cuerpo de Helena la mañana del 2 de diciembre.

"El forense vio que no era un suicidio, que todo apuntaba a un homicidio, así que se hizo acompañar por otros profesionales", señalaba Joan. "En el cuerpo de Helena descubrieron que había una cantidad increíble de un somnífero, de benzodiacepina". "También vieron una serie de quemaduras que en un primer momento dan a pensar que pudo haber sido un intento de reanimarla con electricidad o algo así". Con esta autopsia sobre la mesa, la principal hipótesis pasaba por que alguien había tirado a Helena al patio interior cuando se encontraba inconsciente. Los investigadores comenzaron a tirar del hilo y las primeras pistas aparecieron en el piso de la joven.

Se trataba de dos notas anónimas que Helena había recibido meses antes de su muerte: la primera, el 17 de septiembre, la habían dejado en la puerta de su casa, supuestamente junto a una botella de horchata. "A Helena le encantaba esa bebida y en Sabadell poca gente sabía que le chiflaba...". La carta dejaba en el aire quiénes eran los responsables, pero apuntaba a gente cercana: “Pasábamos por aquí y hemos dicho ‘a ver Helena, ¿qué se cuenta?’ ¿Quiénes somos? Te llamaremos. A comérselo todo”.

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Pablo Gabilondo

El 9 de octubre, recibió una segunda nota, esta vez con un zumo de melocotón: "Se lo tomó en el trabajo y quedó atontada". Esa tarde, Helena estaba corrigiendo el texto de una pareja a la que conocía, así que, incapaz de volver a casa, se quedó a dormir en la suya: "Ellos nos cuentan que le prepararon una infusión y que se le caía encima porque no tenía fuerza. A la mañana siguiente, no recordaba prácticamente nada, por lo que llevó a analizar el zumo a unos laboratorios: tenía somníferos". Los investigadores se centraron en el texto de esta segunda nota: "Le decían que esperaban coincidir en una próxima salida de la Unión de Excursionistas de Sabadell (UES)".

Tras abandonar Mataró e instalarse en su nueva ciudad, Helena había encontrado en esta organización una forma de mantener una de sus aficiones: "Se había instalado en Sabadell hacía pocos meses y, como una de sus pasiones era la naturaleza, se apuntó a la sección Natura de Sabadell, donde fue conociendo gente e incluso estaba organizando una de las siguientes excursiones". Allí empezó a relacionarse con las cinco personas que terminarían por erigirse como principales sospechosos de su muerte: Montserrat C., Ana E., Jaume S., Santiago L. y Xavier J. M. Con los indicios haciendo pensar que se trataba de un homicidio, el juez acordó entonces indagar en las notas anónimas: "Pidió que se compararan con las fichas de la UES, pero solo con las de Montserrat y Ana. No quiso compararlo con las de ningún varón".

La primera pericial concluyó que la caligrafía de ambas encajaba con parte de las notas, así que, en 2002, ingresaron en prisión provisional. En cuanto a Ana, Joan rompe una lanza a su favor: "Se mandó a la cárcel a una persona que ni a la Policía ni a nosotros nos encajaba que presuntamente estuviera involucrada en el asesinato". La familia no extiende esta tesis a Montserrat, cuya estancia en prisión acabó en tragedia: el 8 de mayo, la joven se suicidó en el baño de su celda. "Dejó una nota diciendo que era inocente, que para ser homicida hay que ser el autor material. No decía quién había sido. Nosotros siempre hemos entendido que estaba por allí, pero que no fue quien tiró a Helena por la terraza". La familia de Montserrat siempre ha defendido su inocencia y lleva años pidiendo indagar en el caso.

Tras la muerte de Montserrat, el entorno de Helena insistió en que se investigara a los tres hombres del grupo de excursionistas, pero no obtuvo resultado: a finales de 2005, con Ana ya en la calle, se archivó el caso y los Jubany intentaron rehacer sus vidas. La investigación se mantuvo así congelada hasta 2017, cuando dos estudiantes de Periodismo, Yago García y Anna Prats, repasaron la muerte de Helena en su trabajo de fin de grado. Un año después, Catalunya Ràdio le dedicó uno de sus programas, y, ya en 2020, en pleno confinamiento, TV3 se hizo eco del caso una vez más.

Reabren el caso

"Tuvo un gran impacto mediático y el tema se pone de actualidad: a raíz de ver el programa, gente de Sabadell que se pone en contacto con nosotros para ayudarnos", comenta Joan. "Algunos aportaron testimonios y otros, nuevas pruebas". Con estos indicios bajo el brazo, la familia contacta al abogado Benet Salellas y, en junio de 2020, pidieron reabrir el caso, solicitud a la que se sumó la Fiscalía. La respuesta llegó en julio de 2020: el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Sabadell acordó reabrir las actuaciones para investigar a uno de los principales sospechosos: Santiago L. "Nosotros entendemos que todo lo que quedó pendiente, continúa pendiente", explicaba Joan hace dos años, apuntando a las periciales caligráficas y a las contradicciones que presentaban las versiones de los sospechosos.

En aquel momento, Joan apuntaba a que las nuevas pruebas se centraban "en desmontar el relato de Santi L.", pero a día de hoy este ya no consta como investigado: en marzo de 2021, la Audiencia Provincial de Barcelona tumbó la reapertura del caso y tachó de "inútiles" las nuevas diligencias, atendiendo así el recurso de Santi L.

Pese a ello, esta decisión no tardó en revertirse, pues, en mayo de 2021, el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Sabadell volvió a abrir la investigación. En esta ocasión, para que la Policía Nacional analizara el disco duro del ordenador de la víctima. En un primer momento, las pesquisas se centraron en un chat sospechoso, pero la familia de Helena terminó por encontrar dos correos electrónicos en los que Xavi incluía referencias similares a las que contenían los dos mensajes anónimos.

"La imputación de X.J.M. la solicitó el 29 de noviembre de 2021 el abogado Benet Salellas en representación de la familia de Helena Jubany, tras encontrar en el disco duro de su ordenador un correo electrónico que vincula al sospechoso con los anónimos", explica el entorno de la fallecida en un comunicado enviado este jueves. " X.J.M. es uno de los sospechosos de estar implicado en el asesinato de Helena Jubany, y la Policía Científica ha concluido que es el autor de parte de los anónimos recibidos por Helena".

Dos décadas después de que Helena apareciera muerta en un patio interior, X.J.M tendrá que responder por aquellas cartas anónimas y los mensajes del disco duro: "Le comunicamos que la declaración en calidad de investigado del Sr. Francisco Javier J. M. (acordada mediante auto de 1 de diciembre de 2021) y la celebración a continuación de la comparecencia previa prevista en el artículo 25 de la Ley Orgánica del Tribunal del Jurado tendrá lugar el próximo día 1 de abril de 2020, a las 10:00 horas", sostiene el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Sabadell en una resolución a la que ha tenido acceso este diario.