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Educación del adolescente: cómo matar a toda tu familia
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Educación del adolescente: cómo matar a toda tu familia

El periodismo es un servicio público. Proporcionamos una guía de recomendaciones para todos los adolescentes que quieran cometer el parricidio

Foto: Foto: iStock.
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El periodismo es un servicio público. Este artículo brinda una serie de consejos pedagógicos necesarios, y acometo su escritura espoleado por mi sentido de la responsabilidad: hay que orientar correctamente a los jóvenes a la hora de convertirlos en maltratadores, violadores y genocidas en general. Para escribir me guío por las brillantes intervenciones de algunos expertos en los programas de televisión de máximo morbo alrededor de casos como el parricidio de Elche y otros por el estilo.

Utilizo toda esa valiosa información expelida por la tele y algunos periódicos y magazines de radio, el análisis profundo que allí se hace de la conducta humana, tan luminoso que dejaría ciego a Dostoievski, para orientar a todos aquellos ciudadanos jóvenes (menores de 18 años en todo caso) que, convencidos ya de lo beneficioso que sería asesinar a toda su familia, simplemente no han encontrado la forma de llevarlo a cabo.

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De entrada, se recomienda ante todo leer, y concretamente ciertos libros. La lectura es fundamental para casi todo en esta vida, un gran valor que aporta herramientas para desenvolverse a la hora de imitar patrones de conducta como el parricidio o la violación. Los jóvenes que no leen no llegarán a desarrollar por completo su personalidad y carecerán de competencias para matar a toda su familia.

De ahí que sean tan importantes las listas de lectura obligatoria de la secundaria: por todos es conocida la inmensa influencia que tienen los libros sobre los alumnos, y de ahí que los padres exijan que la selección de lecturas obligatorias se rija por parámetros concretos. De la atenta y concentrada lectura que caracteriza a los adolescentes en celo, obtendrán los valores que los acompañarán toda la vida. Valores como el machismo, el racismo, el fanatismo o el desprecio por la vida humana.

Los chicos y chicas que no leen no pueden soñar con emprender proyectos personales ambiciosos como el asesinato. Para paliar estas carencias, se organizan planes de fomento de la lectura y se anuncian, con dinero del ministerio correspondiente, en las cuñas publicitarias de los mismos programas donde se trata el parricidio. En el caso de Elche, por ejemplo, se ha dicho que el asesino se valió de la novela 'La edad de la ira' de Nando López, que le daban para leer en el instituto.

Todos sabemos que los libros son el pilar fundamental de la educación de nuestros jóvenes, su mayor influencia

Incluyo a toda prisa, pues, el libro de Nando López en la biblioteca de todo aprendiz de parricida. Colóquese junto a 'Rabia', de Stephen King, novela fundamental para aprender a entrar en la escuela armado y ponerse a pegar tiros, o 'Mecanoescrito del segundo origen' de Manuel Pedrolo, necesario para adquirir nociones básicas de incesto. En Estados Unidos, las escuelas (cristianas y laicas) están produciendo también listas muy buenas sobre libros que enseñan a ser pedófilo o desviado. Léanse.

Sin embargo, la selección de lecturas solo es el principio. Todos sabemos que los libros son el pilar fundamental de la educación de nuestros jóvenes, su mayor influencia. Pero, en su tiempo de ocio, los chicos también usan los videojuegos. Cierto que, frente al poder magnético que el libro ejerce sobre ellos, el videojuego tiene un papel secundario. Pero una buena selección también puede poner su granito de arena en que la chavalada afronte con aptitudes el reto de matar y violar.

Hay voces que, lastradas por los conflictos de intereses con la industria del videojuego, aventuran que estos entretenimientos no hacen más violentos a los jóvenes. Utilizan para justificar su falacia el hecho de que la época de explosión exponencial del consumo de videojuegos haya coincidido con la menos violenta de la juventud, con unas cifras de criminalidad bajísimas.

Además de la lectura y el videojuego, recomiendo ver los matinales de televisión y los telenoticias

Algunos se atreven a decir, incluso, que el videojuego violento permite liberar la tensión y la frustración, como si las personas distinguieran la realidad y la ficción. Sin embargo, toda esta defensa se desmonta cuando constatamos un hecho mil veces repetido en la televisión: tanto el asesino de Elche como el asesino de la catana y todos los demás jugaban a videojuegos. Así que los videojuegos son claramente importantes en la formación de nuestros pequeños asesinos juveniles.

Recomiendo, por tanto, que los jóvenes lean mucho y jueguen mucho. Con estas dos actividades, habrán recorrido un buen trecho en el camino hacia el genocidio y el crimen de lesa humanidad. En sus ratos de ocio, les animo a ver programas de televisión. Resultan muy inspiradores por el protagonismo que se da allí a los chicos que deciden cargarse a toda su familia.

Así que, además de la lectura y el videojuego, recomiendo ver los matinales de televisión y los telenoticias. Aunque no son fundamentales, me parecen un aporte recomendable para la formación del adolescente criminal gracias a los ejemplos de conducta que proporcionan por la vía del antihéroe. Sigan mis consejos, utilícese este texto para redactar los planes de estudio, y pronto nadie podrá decir que algunos jóvenes no matan y violan por falta de educación y oportunidades.

El periodismo es un servicio público. Este artículo brinda una serie de consejos pedagógicos necesarios, y acometo su escritura espoleado por mi sentido de la responsabilidad: hay que orientar correctamente a los jóvenes a la hora de convertirlos en maltratadores, violadores y genocidas en general. Para escribir me guío por las brillantes intervenciones de algunos expertos en los programas de televisión de máximo morbo alrededor de casos como el parricidio de Elche y otros por el estilo.

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