Casado mete a Almeida en la lucha por el poder de Madrid que reclama Ayuso
El presidente del PP evita mostrar su apoyo a la presidenta de la comunidad a pesar de que ya se ha postulado para liderar el partido en Madrid. Iguala "los liderazgos" de Ayuso y el alcalde
Pablo Casado sigue sin apoyar públicamente a Isabel Díaz Ayuso para hacerse con el liderazgo del PP madrileño e insiste en destacar otros perfiles a su mismo nivel, como el del alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida. Todo ello a pesar de que la presidenta regional ya puso las cartas encima de la mesa dejando claro en el arranque del curso político la semana pasada que quiere aspirar a liderar el partido en Madrid. Más todavía después de los resultados del 4 de mayo. La cuestión es que el líder popular, una vez más, no ha querido confirmarla. Y, de hecho, este martes igualó su liderazgo al de Almeida. “En la sala hay dos militantes muy cualificados que saben que van a tener mucho peso” en la decisión de los militantes sobre quién debe dirigir la formación madrileña.
Así se quitó de encima las constantes preguntas sobre el asunto Casado en un desayuno celebrado en Madrid, bajo la atenta mirada de los dos aludidos. Pero también metió de lleno al alcalde madrileño en la ecuación, a pesar de que él no ha dicho en ningún momento que aspire a presidir el PP de Madrid. “No puedo satisfacer la curiosidad periodística. Nunca opino de los procesos electorales internos”, insistió el líder popular.
Lo que dejó claro es que el congreso madrileño no llegará hasta el primer semestre de 2022, despejando cualquier duda que hubiera podido surgir sobre un posible adelanto. En el partido, que Ayuso decidiera despejar la incógnita de su candidatura (todavía no es oficial, pero ya anunciada) el último día de agosto, con el curso empezando, fue recibido como un toque de atención a la dirección nacional e incluso un intento de precipitarlo.
Pero Casado insistió en el calendario trazado desde la secretaría general, que sitúa los congresos regionales pluriprovinciales en esta última parte del año vigente, y los uniprovinciales en el primer semestre de 2022. Eso significa que hasta el mes de junio del año que viene podría haber margen. La cuestión es que en Madrid preocupa la cercanía de las fechas con el próximo ciclo electoral, especialmente porque después del liderazgo regional deben resolverse todos los locales.
Un proceso que algunos alcaldes sitúan en meses y que temen que se acerque demasiado a la precampaña de 2024. Como decían hace días a este diario, “son grietas que no nos podemos permitir”, menos todavía con el reto por delante de mantener el poder en la comunidad y en una inmensa mayoría de ayuntamientos.
En Génova no sentó especialmente bien el anuncio de Ayuso, a pesar de que en el entorno de la presidenta insisten en que las conversaciones con Casado se producen de manera diaria y la dirigente informa de todo al presidente nacional. La dirección no sabía, eso sí, la fecha que elegiría para comunicarlo. Y entiende, además, que abre un debate antes de tiempo. El empeño de Casado siempre ha sido no adelantar debates internos que tardarán tantos meses en materializarse para tampoco ahondar en luchas internas. La cuestión es que todo apunta a que esa lucha en Madrid será inevitable.
Pablo Casado sigue sin apoyar públicamente a Isabel Díaz Ayuso para hacerse con el liderazgo del PP madrileño e insiste en destacar otros perfiles a su mismo nivel, como el del alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida. Todo ello a pesar de que la presidenta regional ya puso las cartas encima de la mesa dejando claro en el arranque del curso político la semana pasada que quiere aspirar a liderar el partido en Madrid. Más todavía después de los resultados del 4 de mayo. La cuestión es que el líder popular, una vez más, no ha querido confirmarla. Y, de hecho, este martes igualó su liderazgo al de Almeida. “En la sala hay dos militantes muy cualificados que saben que van a tener mucho peso” en la decisión de los militantes sobre quién debe dirigir la formación madrileña.