El Rey pide un esfuerzo a todos en plena quinta ola: "Nadie puede quedar al margen"

El segundo homenaje de Estado en recuerdo a las víctimas de la pandemia y reconocimiento del personal sanitario volvió a reunir este jueves en el Palacio Real de Madrid a todos los poderes del Estado y presidentes de las comunidades autónomas con las habituales excepciones de Cataluña y Euskadi y, por otros motivos, también las de Extremadura y Aragón. Los Reyes presidieron el acto solemne que en esta ocasión tuvo como protagonistas civiles a Araceli Hidalgo, la primera anciana que recibió la vacuna contra el coronavirus en España, y la sanitaria a la que también se le inoculó el primer pinchazo. Las víctimas de la pandemia estuvieron representadas de la mano de más de un centenar de familiares y las palabras de algunas de ellos, que recordaron cómo fue la angustia diaria de la enfermedad.

Felipe VI tomó la palabra para insistir en el “reconocimiento y admiración personal” al personal sanitario que desde el inicio de la crisis “trabajó sin descanso, con determinación y con total entrega” para tratar de contener la enfermedad que entonces, hace más de un año, “no tenía tratamiento ni vacuna”. Como en discursos anteriores con la presencia de representantes institucionales, el jefe del Estado volvió a insistir en que "ante desafíos tan graves como este, la unidad es fundamental", igual que "la cooperación en todos los ámbitos de nuestra convivencia".

El Rey, además de recordar a todos los fallecidos (“no existen palabras que de verdad consuelen la ausencia de un ser querido”), resaltó en varias ocasiones durante un breve discurso “la huella indeleble” que ha dejado el personal sanitario, y a cuatro de los fallecidos que ejercían durante la pandemia se les concedió este jueves en una imponente plaza de la Armería que volvió a encender la llama del recuerdo la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil a título póstumo.

Sin embargo, el monarca insistió en que “sigue siendo tarea de todos seguir cuidándonos y protegiéndonos para poder dejar atrás cuanto antes estos tiempos tan difíciles”. El mensaje llega en plena quinta ola, con las dudas del sector turístico sobre la temporada estival y con un repunte de la incidencia que ya preocupa en hospitales y centros de atención primaria a pesar de que el ritmo de vacunación sigue siendo muy positivo. Felipe VI también dejó claro en ese punto que “es de autoridades e instituciones mantener viva la memoria de lo sucedido y no permitir el olvido”, poniendo el foco en que “esa memoria también se ejerce aprendiendo de todo lo vivido”. “Nadie puede quedar al margen ni permanecer indiferente porque seguimos luchando contra el virus y sus efectos”, zanjó el jefe del Estado.

Don Felipe quiso recuperar un fragmento del discurso que pronunció el doctor José Eugenio Guerrero Sanz, jefe de la UCI del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, cuando recibió el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2020: “Como sanitarios, nuestro trabajo ha sido luchar por la vida, por aliviar, por devolver la esperanza en momentos inciertos. Hubo desaliento, cansancio infinito, lágrimas, miedo, pero siempre volvimos a levantarnos porque rendirse no era una opción”.

Al hablar de los sanitarios que siguen en la primera línea atendiendo a los ciudadanos, “vacunando de día y noche en todos los rincones de nuestro país”, el Rey recordó que también hay motivos para la esperanza, precisamente “por lo que representan las vacunas, los nuevos tratamientos y los adelantos en el área de la medicina”. La ceremonia estuvo conducida por el periodista Fernando Ónega y hubo dos intervenciones previas a la del Rey, entre ellas la de Araceli Rosario, que también pidió "prudencia" a los jóvenes.

Corrillos y nuevos ministros

En el acto, además de los familiares de las víctimas y representantes de las Fuerzas Armadas y otros sectores indispensables a lo largo de la pandemia, estuvo el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez al completo (con la sola excepción de Fernando Grande-Marlaska, reunido con el resto de ministros del Interior en Bruselas), el presidente del Tribunal Supremo y CGPJ, Carlos Lesmes, que charló durante el rato previo al arranque del acto con Sánchez y la nueva titular de Justicia, Pilar Llop. Poco antes el jefe del Ejecutivo compartió una conversación con el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, un día después de emitir su fallo sobre la inconstitucionalidad del primer confinamiento.

Una de las últimas ministras en llegar fue la titular de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, que a su llegada se paró con el líder de la oposición, Pablo Casado, y el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. También el castellano-manchego, Emiliano García-Page, compartió palabras con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en los corrillos que se produjeron en el Zaguán del Palacio Real antes de que todos desfilaran hasta la plaza. El ministro de Agricultura, Luis Planas, estuvo largo rato charlando con Miguel Ángel Revilla pocos días después de desatarse la polémica sobre el consumo de carne por el titular de Consumo, Alberto Garzón, que también estaba presente.

En el saludo oficial, los Reyes se pararon un momento a hablar con Ander Gil, recién estrenado como presidente del Senado (al que recibe esta tarde en Zarzuela) y también le hicieron un comentario especial a José Manuel Albares, ahora ministro de Asuntos Exteriores, y con el que han coincidido en más de una ocasión en París cuando ejercía de embajador. Entre los asistentes estuvieron los portavoces parlamentarios de la mayoría de grupos, así como la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas. Por segundo año consecutivo Vox decidió no asistir, criticando que se trataba de un "acto propagandístico" del Gobierno.