Los primeros indicios descartan que el asesinato de Samuel fuese por homofobia

Los primeros indicios recabados por los investigadores en el caso del fallecimiento del joven coruñés Samuel Luiz, de 24 años, apuntan a que el móvil de la agresión que le provocó la muerte no fue homófobo, aunque las investigaciones siguen en curso y la Policía Nacional sigue intentando esclarecer los hechos que ocurrieron esa noche.

Así lo han indicado a EFE fuentes cercanas a la investigación, que han precisado que se ha tomado ya declaración a 15 personas relacionadas con la pelea, si bien no se ha determinado aún quién fue el autor material del golpe que le causó la muerte.

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La mala calidad de las imágenes grabadas por las cámaras próximas al lugar de los hechos dificulta la identificación del autor, han añadido las mismas fuentes. De momento, la Policía no descarta ninguna hipótesis, pero en las pesquisas que ha llevado a cabo hasta hora no aparecen indicios de delito de odio.

Un móvil que, en principio, no parece cobrar peso porque todos se desencadenó cuando Samuel y una amiga estaban realizando una videollamada con el teléfono móvil con otra joven, lo que derivó en la pelea porque un grupo de jóvenes creyó que les estaban grabando. Precisamente, este es el primer motivo por el que los investigadores no hablan en su primer atestado de delito de odio.

Además del grito de "maricón", los agresores profirieron otros insultos, como "subnormal" o "hijo de puta"

Otro de las razones que podrían descartar la agresión homófoba es que el grupo que dio la paliza a Samuel no le conocía de nada ni podía saber su orientación sexual. Y es que, además del grito de "maricón", los agresores profirieron otros insultos, como "subnormal" o "hijo de puta", resaltan las fuentes consultadas.

Una de las tres personas que llegaron al lugar alertadas por "el ruido" que había en la zona ha relatado este martes, en declaraciones a la prensa, que llegó a ver a un grupo de unas 12 personas entre los 20 y 30 años. El hombre ha explicado que fue capaz de contar que había unas doce personas implicadas que se marcharon.

Según recoge Europa Press, otro de los hombres fue el primero que auxilió a Samuel: le "sacó la lengua" para evitar que se ahogara y lo puso "en posición de seguridad" mientras, en torno a las 03:00 de la mañana, llamaban al 061-Urxencias Sanitarias.

Primeramente, llegaron al punto una ambulancia no medicalizada y la Policía Local, para seguidamente personarse en el lugar otra ambulancia ya medicalizada. Los sanitarios iniciaron las maniobras de reanimación, pero no pudieron hacer nada por salvarle la vida a Samuel, quien falleció en el Complexo Hospitalario Universitario da Coruña (Chuac).

Motivación homófoba

Tras la muerte del joven, algunos de sus allegados argumentaron que el asesinato se había debido a una motivación homófoba, ya que la víctima había sido agredida "al grito de maricón". Estas declaraciones provocaron la movilización de varias asociaciones LGTBI, que, en diversas capitales de España, convocaron protestas y marchas como repulsa a lo que consideraban un crimen de odio.

Durante su intervención en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha mostrado su apoyo a las concentraciones y ha trasladado toda la solidaridad del Gobierno con la familia y con las amistades.

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"Es muy importante que se visibilice el rechazo social, ojalá unánime, a todas estas actitudes porque de esa manera podremos combatirla y que dejen de sentirse impunes personas que protagonizan tan desgraciado incidente", ha señalado Montero antes de añadir que la Justicia está trabajando "para esclarecer los hechos".

"Esperamos que la justicia, sea capaz de hacer todas las averiguaciones que conduzcan a los responsables porque tras un asesinato como este toda la sociedad se ha quedado conmocionada y eso implica que tenemos una mayor sensibilidad ante estos temas de lo que teníamos previamente", ha precisado.

En este contexto, Montero ha destacado que se trata de un crimen que ha causado "una gran ola de indignación" en el conjunto de la sociedad española, ya que hay "personas que han salido a las plazas para mostrar su profundo rechazo frente a la homofobia y frente a actitudes que fomenten el odio o la violencia".

Homenaje en el lugar de los hechos

El punto de la Avenida de Buenos Aires en el que el joven recibió la paliza se ha convertido en los últimos días en un altar en el que los ciudadanos de A Coruña pasan a dejar flores y a mostrar su recuerdo al joven. Además de flores, mensajes de cariño y fotos de Samuel con sus amigos reposan sobre el lugar en el que perdió la vida.

"Fue una cosa muy brutal e injusta. Cada uno tiene sus derechos y las personas no pueden ir así por la vida"

Una mujer que depositaba un ramo de flores sobre el lugar declaraba a Europa Press que solo pedía una cosa: "Justicia". Dijo estar "impresionada" por la muerte del joven que era conocido de su hijo.

Otras dos mujeres hablaban sobre el incidente delante del altar. Una de ellas calificaba como "una maravilla" la iniciativa, y mostraba su alegría "ante la respuesta de toda España al caso". La otra mujer no entendía como podía pasarle esto a "un chico que no se metía con nadie". Tenía también un recuerdo para los padres de joven "que estarán pasando un mal momento".

"Fue una cosa muy brutal e injusta. Cada uno tiene sus derechos y las personas no pueden ir así por la vida. Que paguen lo que han hecho", decía otra de las mujeres que se paraba ante el lugar de homenaje a Samuel.