Sigue el lío de competencias entre CCAA: nadie asfalta los 15 km de una ruta escolar

La red de carreteras de España cuenta con 165.624 kilómetros, de acuerdo con los datos actualizados en 2018 por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. En este entramado de asfalto, es habitual que dos comunidades autónomas compartan una misma vía, de la misma manera que también es bastante común la falta de entendimiento entre ellas a la hora de efectuar cualquier obra en la infraestructura. El último capítulo lo protagonizan Castilla-La Mancha y Extremadura, que están inmersas en un lío de competencias por ver quién arregla la CM-4157.

Se trata de una vía que transcurre por ambas comunidades autónomas y que tiene su principal punto de conflicto en un trayecto que comparten las provincias de Toledo, Ciudad Real y Badajoz. En concreto, el tramo de la discordia recorre 15 kilómetros en los que se acumulan piedras, socavones y grietas, creando un camino terrorífico y únicamente transitable por todoterrenos y vehículos de potente tracción.

Podría considerarse un conflicto sin importancia si no fuese porque por ese trayecto pasa diariamente una ruta escolar. Cada mañana, un autobús recoge a cuatro niños de diferentes fincas para llevarlos hasta el CRA San Isidro, un colegio rural situado en Horcajo de los Montes (Ciudad Real). Durante el recorrido, lo escarpado del terreno ha provocado varias averías en el autobús y reventones en las ruedas.

Tras constatar y denunciar que "el estado de dicha carretera es lamentable y que no es una vía segura para el transporte escolar", el Ayuntamiento de Horcajo ha solicitado a las administraciones que solucionen el problema cuanto antes. El consistorio municipal sostiene que la titularidad recae en su mayoría en la Junta de Comunidades de Extremadura y, en menor parte, en la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. A pesar de que ambas regiones están gobernadas por el PSOE, es patente la falta de entendimiento y ninguna de ellas se hace cargo de la reparación.

Hace más de un mes, este medio se puso en contacto con la Consejería de Fomento de la Junta de Castilla-La Mancha, que aseguró que se encontraba en negociaciones con su comunidad vecina para dilucidar de quién eran las competencias. Hace dos semanas, se repitió la llamada para conocer si había algún avance, pero impera la ley del silencio y la respuesta todavía sigue sin llegar.

"Invertir en carreteras por las que pareciera que hay poco tráfico, en realidad, supone una auténtica apuesta para evitar la despoblación y luchar contra el aislamiento, que es una de las múltiples caras de la despoblación", defendía en marzo el consejero de Fomento manchego, Nacho Hernando, durante el anuncio de una inversión de 28,6 millones de euros para mejorar 213 kilómetros de la red regional. En este plan no está incluida la CM-4157, a pesar de las actuales condiciones en que se encuentra, mientras que sí se ha aprobado el arreglo de otras carreteras con la denominación 'CM'.

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Por su parte, desde la Junta de Extremadura siempre han negado cualquier negociación con la comunidad encabezada por Emiliano García-Paje. En todas las llamadas han mantenido que se trata de una carretera con código 'CM' y que, por lo tanto, pertenece a la red regional de Castilla-La Mancha, que es quien debe encargarse de la reparación, aunque parte de la carretera pase por Badajoz.

La incertidumbre se ha acrecentado cuando en las últimas semanas han aparecido tapadas las referencias a la carretera CM-4157 en las señales de kilometraje, a lo que hay que añadir unas marcas realizadas en el suelo con pintura amarilla que marcan los límites de cada provincia, como queriendo delimitar hasta dónde llegan las competencias de cada comunidad. Nadie ha sabido responder acerca de la autoría de estos hechos.

Mientras las administraciones permanecen inmóviles, la situación se vuelve cada vez más insostenible para los vecinos de la zona. Sobre todo después de la borrasca Filomena, que dejó la carretera aún más intransitable de lo que ya estaba. "Parece ser que nunca ha estado bien, pero antes al menos la bacheaban y era bastante transitable. Sin embargo, desde hace dos o tres años, ya ni bachean", apunta el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Horcajo de los Montes, Javier Camarena. "Por ahí han pasado camiones con troncos de pinos que la han dejado infernal y Filomena ya ha sido el remate", lamenta.

Tal es la situación que algunos padres han amenazado con no enviar a sus hijos al colegio hasta que se arreglen esos 15 kilómetros repletos de piedras y socavones. "Nos da bastante miedo", señala Javier Cuadrado, padre de dos hijos, que vive en una finca a unos 25 kilómetros del colegio. "Yo he hablado con el autobusero y me ha dicho que cada año se tiene que comprar un autobús nuevo porque se desguaza. Un día se le cayó una puerta un poco más arriba de donde yo vivo y, montándose los muchachos al otro lado, el conductor les llevó al colegio como pudo", añade.

Más allá de la ruta escolar, los padres también tienen problemas para llevar a sus hijos a las actividades extraescolares. Ilie Strugariu cuenta que para llevar a su hija a clases de inglés, a pesar de tener un coche adaptado al campo, tarda 20 minutos en recorrer ocho kilómetros. "En algunos sitios tienes que ir hasta en primera, porque hay baches que no puedes pasar si vas en otra marcha", explica. Además, ha sufrido varios pinchazos y ha tenido que cambiar la suspensión del vehículo, aunque este está matriculado en 2012.

Otro tramo de la CM-4157 que se encuentra en mejores condiciones ya está siendo reparado. En concreto, un trayecto de 13 kilómetros que une la finca de Valdeperdices (Ciudad Real) con el Poblado del Pantano de Cíjara (Cáceres). En este caso, aunque la carretera también pasa por las dos comunidades autónomas en discordia, sí está claro de quién son las competencias. No se trata de Castilla-La Mancha ni de Extremadura, sino que es la Confederación Hidrográfica del Guadiana quien está acometiendo los trabajos de reparación después de una sentencia que dictó el Tribunal Superior de Justicia de Madrid en febrero de 2017.

Conflictos similares

El conflicto de la CM-4157 no es un caso aislado. Otro ejemplo reciente lo protagonizan Castilla y León y la Comunidad de Madrid en la M-501, una carretera que transcurre en su mayor parte por la comunidad castiza, pero que en algunos tramos se adentra en Ávila. Esta vía tiene dos carriles en cada sentido hasta Navas del Rey (Madrid), pero a partir de este municipio, cuando comienzan los tramos que pasan por la provincia castellanoleonesa, solo hay un carril en cada dirección, aumentando la peligrosidad.

Desde el Grupo Provincial Por Ávila, han solicitado el entendimiento entre ambas administraciones para iniciar el desdoblamiento de esta carretera y reducir su accidentalidad. Ambas comunidades, gobernadas por el PP, destacan el "buen entendimiento", pero por el momento no ha fructificado en ningún acuerdo.

Un desenlace diferente (con acuerdo) es el que se ha producido entre la Diputación de Castellón y Aragón, después de que la primera haya dado el visto bueno para la ampliación de la CV-120. A pesar de que esta carretera solo llega hasta el límite provincial con Teruel, el proyecto incluye la mejora de los enlaces a los municipios turolenses de Mirambel y La Cuba, en una muestra de armonía entre ambas regiones para obtener un beneficio común.

También existen otros casos menos conflictivos en los que está claro a quién corresponde la titularidad de la carretera, aunque esta discurra por dos comunidades. Así sucede en la N-621, que transita por Cantabria y Asturias, a la altura del Desfiladero de La Hermida. Al tratarse de una carretera nacional (como indica el código 'N' de su nomenclatura), las competencias pertenecen al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que ya se ha comprometido a adjudicar las obras de mejora a final de año, para que el proyecto comience en 2022. La licitación tendrá un coste de 95,7 millones de euros y un plazo de ejecución de cuatro años.