Podemos amenaza con mantener la reforma del CGPJ si no hay "alternativas al bloqueo"

Unidas Podemos amenazaba con mantener su firma en la propuesta conjunta con el PSOE para reformar el sistema de elección del CGPJ si no se presentan "alternativas al bloqueo" que achacan al PP para su renovación. El presidente del grupo confederal, Jaume Asens, respondía así al anuncio del ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, sobre la pretensión del Gobierno de instar a los grupos parlamentarios que sostienen al Gobierno para que retiren la reforma dura del órgano de gobierno del poder judicial para esquivar el concurso del PP en el acuerdo para su renovación, después de que cumpliese el pasado mes de diciembre dos años en funciones. Sin embargo, fuentes de Unidas Podemos en el Ejecutivo matizaban horas después que finalmente se alinearían con Justicia para retirar la propuesta, aun emplazándose a a seguir negociando una alternativa "para acabar con el bloqueo del CGPJ".

Fuentes del grupo confederal no escondían su indignación ante un anuncio del que no se les habría informado previamente y que asocian a una decisión unilateral del titular de Justicia. Campo asumió este compromiso que hizo público tras el Consejo de Ministros tan solo unas horas después de que la vicepresidenta de la Comisión Europea, Vera Jourova, le trasladase esta petición durante una reunión telemática.

La reforma ahora mismo estaba congelada en el Congreso y Bruselas ha instado a que se retire directamente. Desde Unidas Podemos todavía no han decidido los pasos a seguir a la espera de tener interlocución con la parte socialista del Ejecutivo, si bien su posición de partida pasa por mantener viva la reforma para que, si no hay acuerdo con el PP, la renovación del órgano de gobierno del poder judicial sea por mayoría absoluta en segunda instancia en lugar de por mayoría reforzada de tres quintas partes del Congreso.

"Estamos dispuestos a estudiar cualquier propuesta alternativa a la que planteamos. La Comisión ha dicho que hay que salir de esta situación de bloqueo, de ilegitimidad gravísima", ha afirmado Asens desde el Congreso. "Si persiste la voluntad de bloqueo, tenemos que encontrar vías para solucionarlo. Nosotros estamos dispuestos a estudiar otros mecanismos alternativos, pero de momento no hay ninguno sobre la mesa y hasta que no lo tengamos no estamos de acuerdo en retirarla", ha concluido. Aunque se mantuviese viva la propuesta de reforma dura criticada por Bruselas y el principal partido de la oposición, al retirar de ella solo la firma del PSOE y no la de Unidas Podemos, tampoco contaría con los apoyos necesarios para salir adelante en la Cámara Baja.

Desde la formación morada ya comenzaron a buscar el pasado mes de diciembre alternativas a la reforma de la Ley del Poder Judicial en caso de que el Gobierno no alcance un acuerdo con el PP para la renovación. Las diferentes propuestas que estudian, basadas en la modificación del sistema de mayorías, que permitiría al Ejecutivo no tener que contar con los populares, tienen como denominador común el objetivo de reforzar la legitimidad de esta polémica reforma. Buscan combinar tanto la mayoría absoluta de 176 apoyos, en segunda votación, como la mayoría de grupos parlamentarios en el Congreso o, al menos, la mitad, para que pudiese salir adelante.

Esta sería una de las principales diferencias con respecto a la iniciativa que registraron el pasado mes de octubre los dos grupos que sustentan el Gobierno, que socialistas y morados aparcaron para facilitar el acuerdo con el principal partido de la oposición. Actualmente, es necesaria una mayoría de tres quintos del Congreso para aprobarse. Propuestas alternativas que el PSOE ha desechado y que ahora, tras el compromiso adquirido con Bruselas, ni siquiera se plantean valorarlas.

Este sistema de mayoría de votos, complementado con el respaldo de al menos la mitad de los grupos del Congreso, sería similar al que ya existe para la renovación del Consejo de Administración de RTVE. El número de grupos en el Congreso durante esta legislatura es de 10, por lo que al menos sería preciso el acuerdo entre un mínimo de cinco grupos parlamentarios si se requiere la mitad o de seis en el caso de necesitarse mayoría. De estos 10 grupos, dos están formados por distintos partidos políticos: el Grupo Mixto y el Grupo Plural.

Primera tensión que afronta Yolanda Díaz

El choque entre el grupo parlamentario de Unidas Podemos y el Gobierno es el primero que deberá afrontar Yolanda Díaz como líder del sector morado en la coalición. Una circunstancia sobrevenida en un contexto de transición de liderazgos, marcado por las elecciones en la Comunidad de Madrid, por lo que todavía no se han fijado cambios en Unidas Podemos en cuanto a organigrama, estrategia o forma de relacionarse con sus socios de gobierno. Tampoco en la propia coalición. Precisamente, la intención es que una vez pasadas las elecciones se siente con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para "reevaluar el programa en términos de calendario y prioridades".

Desde la formación morada asumen que el liderazgo de Díaz será radicalmente distinto al de Iglesias, más pragmático, pero igualmente firme en cuestiones materiales. De ello ha hecho gala en las distintas entrevistas que ha concedido durante los últimos días, tratando de marcar estilo propio y posicionarse en contra del conflicto y a favor del diálogo. Al margen de la evidencia de los dos estilos diferenciados, Díaz está yendo más allá para desprenderse de tutelajes. El propio Iglesias ha reconocido las diferencias de estilo con su sucesora, pero recalcando su capacidad negociadora, como sindicalista, "con guante de seda y puño de hierro".