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Los voluntarios del 4x4 que perseveran: "El agradecimiento es mucho más grande"
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HAN SALVADO A DECENAS DE PERSONAS

Los voluntarios del 4x4 que perseveran: "El agradecimiento es mucho más grande"

Algunos dueños de todoterrenos, muchos de ellos policías, siguen adelante con su labor de sacar coches de la nieve, transportar a enfermos y llevar comida a pesar de las amenazas denunciadas por varios

Foto: Uno de los 4x4 voluntario colabora con la policía y las ambulancias en el traslado de enfermos.
Uno de los 4x4 voluntario colabora con la policía y las ambulancias en el traslado de enfermos.

La borrasca Filomena hizo que desde el pasado fin de semana cientos de coches se quedaran abandonados por todo Madrid. A sus conductores la tormenta les pilló circulando y tuvieron que dejar sus vehículos donde buenamente pudieron. Algunos fueron capaces de retornar a sus casas por sus propios medios, en metro o gracias a la consideración de algún vecino. Otros tuvieron que ser rescatados por las fuerzas de seguridad, los bomberos, lo servicios de limpieza o incluso por voluntarios que sacaron sus coches todoterreno para ayudar a quien encontraran.

Fue el caso de Carlos, un policía nacional que decidió dedicar sus horas fuera de servicio a esta tarea. Él y otra media docena de amigos tienen un grupo de Whatsapp al que llaman Embarrados. Lo utilizan para quedar los fines de semana para ir al campo con sus todoterreno, pues lo que les une es que todos ellos tienen un 4x4 para llenarlo de barro los sábados y los domingos. En esta ocasión, sin embargo, utilizaron el chat para organizarse sobre cómo ayudar a la gente a salir de la comprometida situación en la que la había dejado Filomena.

Foto: Foto: EFE/Javier López.

Todo empezó cuando los miembros del grupo se pusieron a comentar la que estaba cayendo. Algunos admitieron que sus todoterreno eran una gran herramienta para la ocasión y decidieron ponerlos a prueba. Todos ellos se citaron en un punto de la ciudad y comenzaron a transitar. No tardaron en encontrar a quien ayudar. A un vecino que se había quedado atascado con el coche le ataron las potentes cuerdas de remolque que llevaban, activaron la tracción a las cuatro ruedas y la suspensión elevada del 4x4 sacó al bloqueado vehículo de la nieve. "No hacen falta palas, la fuerza reductora del motor lo supera todo", explica con orgullo Carlos, el único policía del grupo. El resto son un ingeniero aeronáutico, un opositor, un técnico de emergencias, un empleado de banca y otro de una aerolínea.

Más adelante se encontraron con una pareja de compañeros de Carlos que no podía sacar a un grupo de vehículos atascados en la nieve. Los todoterreno marcaron la carretera con sus enormes ruedas pasando una y otra vez por el mismo camino con el fin de abrir una vía. La actuación permitió a todos los automóviles estancados salir del atolladero. Así fueron gastando sus horas libres, de rescate en rescate. "Ayudábamos a quien veíamos, quitábamos nieve, despejábamos la calle, remolcábamos", recuerda el agente, que también seguía al grupo de Telegram 4x4SOS hasta que éste se saturó.

Foto: Coches en la M-30 a la altura de la A-3 atrapados el pasado sábado. (EFE)

A través de este perfil, el resto de voluntarios que espontáneamente habían salido a ayudar como Embarrados por toda la ciudad seguían las novedades de alertas. La cuenta servía para organizar un poco la red de amantes de la aventura que por iniciativa propia y sin esperar nada a cambio había decidido salir a ayudar a sus vecinos. "Solo queríamos ayudar, nos encontrábamos a alguien, le ayudábamos y seguíamos, no buscábamos más que eso", explica Carlos, que recuerda que en un momento dado un amigo le telefoneó para pedirle que fueran a una cocina de Vallecas a transportar comida a hospitales y a los Bomberos, para que estos últimos la trasladaran a otros destinos.

Embarrados entonces dividió sus fuerzas. Unos siguieron sacando coches de la nieve y otros fueron a llevar sandwiches, hamburguesas y lácteos a centros sanitarios. "Cuando llevamos el primer cargamento a un hospital, los médicos y enfermeros tenían una cara de agradecimiento indescriptible, con sus ojos muy abiertos; no habían comido todavía", rememora el policía, que dispone de un Jeep Wrangler modificado, con la suspensión elevada para poder acceder sin dificultada a los lugares más complejos y con neumáticos de invierno y verano que no necesitan ni cadenas. "En estos días he hecho un curso acelerado de rescate en la nieve", reconoce el funcionario, a cuyo paso veía un panorama desolador.

"A nosotros nadie nos amenazó"

"Autobuses abandonados en cunetas, coches que obstruían el paso, árboles caídos... Pero nosotros nos centrábamos en las personas, en liberar a sus coches para que éstas se fueran por sus medios o en sacarlas de sitios donde estaban atrapadas", asegura el policía, que nunca tuvo noticia de agresión alguna contra ellos o contra otros voluntarios, como denunció una asociación. "A nosotros nadie nos amenazó", asegura Carlos en línea con otros voluntarios consultados por El Confidencial. "No vimos nada de eso", explica otro agente que salió a 'patrullar' con su todoterreno en su tiempo libre.

Quienes alertaron sobre esos supuestos ataques fueron el denominado grupo SOS4x4. "Han lanzado latas y botellas contra nuestros 4x4, nos han roto cristales, no podemos permitirlo", se quejaron en redes sociales antes de publicar un comunicado en el que anunciaban que dejarían de ayudar por estas presuntas agresiones. "En las últimas horas, varios de nuestros vehículos han sufrido desperfectos; no por quedarse atascados en la carretera, sino por la acción de cobardes que nos han roto los cristales para impedir que sigamos aportando nuestra ayuda”, aseguraban en el mencionado texto, en el que acusaba explícitamente a taxistas y conductores de VTC de estar detrás de esos ataques, aunque matizaba que no era conveniente generalizar. Tan solo un día después, sin embargo, se retractaron. Un voluntario de SOS dijo al diario 20minutos que el comunicado fue "un error". "Al parecer solo han sido tres o cuatro robos que no tienen nada que ver con actos vandálicos", argumentó el portavoz.

Foto: La caída de los árboles y la acumulación de nieve hacía intransitables las calles de Madrid cuando los policías tuvieron que recorrer cuatro kilómetros. (EFE)

Sea como fuera, la 'fake news' de SOS4x4 no paralizó a la mayor parte de voluntarios que sacaron sus todoterreno. "Nosotros seguiremos porque es nuestro deber", asegura Yerai, un policía que junto a sus compañeros de comisaría Jonatan y Fran se tiraron a la calle en el 4x4 del primero para rescatar a quien se cruzaran. "Primero sacamos el coche para ver cómo circulaba, cuando vimos que rodaba bien, empezamos a ir a hospitales, a comisarías y a protección civil a dejar nuestros números de teléfono para que nos llamaran para lo que necesitaran", recuerda. "A los 15 minutos de dejar el contacto en la comisaría de Leganés, donde trabajamos, nos telefonearon para indicarnos que había llegado un hombre con un infarto que no había forma de trasladarle al hospital; le recogimos y en dos minutos le llevamos a urgencias", afirma Yerai, que explica que lo que más hicieron durante esos días fue trasladar enfermos a centros sanitarios, gente con diálisis que si no hubiera ido habría fallecido a los dos días, diabéticos y personas con todo tipo de males.

Al mismo tiempo que atendían las llamadas, Jonatan -más ducho en tareas informáticas- estaba pendiente de las alertas que saltaban en las redes sociales. A una mujer que tenía al perro agonizando, por ejemplo, la trasladaron al veterinario tras ver el aviso de auxilio que lanzó la señora a través de Facebook. Transportaron a enfermeros que llevaban tres días sin cambiarse hasta sus casas y a sus relevos desde sus domicilios a los hospitales Puerta de Hierro o Severo Ochoa donde trabajaban. "Por el camino nos encontrábamos gente y les ayudábamos a desatascar sus coches, hasta alguna ambulancia a la que remolcamos para salir de la nieve", recuerda Yerai, apenado aún porque no pudieron auxiliar a más personas.

24 horas varada y con la niña sola en casa

"Era una pena ir por la A4 y no parar de ver a gente caminando que había dejado sus coches en la cuneta solo podía andar; me los hubiera llevado a todos, pero no nos cabían todos", relexiona el policía, que en un trayecto que habitualmente se recorre en una hora para llevar a un compañero a su casa tardó seis horas. "No podíamos dejar de pararnos a ayudar a gente, incluso asistimos a la Guardia Civil en Valdemoro para sacar coches; llegamos hasta donde pudimos, no había más horas en el día", subraya el funcionario, que ya se ha incorporado a su puesto de trabajo tras los días libres que ha dedicado a ayudar a los demás y que recuerda con más emoción el rescate que hicieron a una mujer que estaba en la carretera tratando de poner las cadenas.

La señora, de unos 45 años, trataba sin éxito de colocar las cadenas cuando pasó el todoterreno y, desesperada, le hizo señales de socorro. Los tres policías, que en ese momento estaban trasladando a un compañero a casa, se bajaron del 4x4 y estuvieron varios minutos tratando de poner las cadenas. "Lo intentamos varias veces, pero estaban rotas y siempre se salían cuando la mujer ponía el vehículo en marcha", describe Yerai, que cuando le dijo a la señora que no se podía hacer nada más ésta rompió a llorar. "Nos contó que llevaba 24 horas fuera de casa, el mismo tiempo que su hija de diez años llevaba sola en el domicilio; explicó que había salido la tarde anterior para ir a trabajar, pero que ni siquiera había llegado a su puesto porque se había quedado encallada en la nieve y nadie había venido a rescatarla", cuenta el policía aún emocionado.

Foto: Vista de la fuente de La Cibeles, en Madrid. (EFE)

"Luego nos dijo que había pasado la noche helada de frío, que no había comido nada en todo el tiempo, que apenas había podido encender la calefacción del coche porque tenía muy poca gasolina y había estado apagando y encendiendo el contacto, que no había dormido nada del frío que tenía", añade el funcionario, que cuando escuchó el relato de la mujer no dudó en responderle con claridad. "Tranquila que esta noche usted dormirá con su hija", le dijo mirándole a los ojos justo antes de que la mujer les diera mil veces las gracias. "Incluso trató de darnos dinero que por supuesto no aceptamos", rememora el agente, que ya se ha incorporado a su puesto de trabajo tras varios días de descanso dedicados a ayudar con su 4x4.

"No podíamos dejarla otra noche en la carretera y más con la niña en casa sola y después del tiempo que llevaba ya ahí tirada", afirma Yerai, que junto a sus dos compañeros y al colega que trasladaba a casa apartó el coche de la calzada para que no molestara la circulación y montó a la mujer en el todoterreno para trasladarla a su domicilio, situado a 50 kilómetros de donde se encontraban en ese momento. "Hicimos lo que pudimos con todo el que nos encontramos, es una lástima que no pudiéramos hacer más", subraya el policía convencido de que en cuanto tenga un rato ninguna amenaza de nadie le parará para volver a salir a ayudar. "El agradecimiento de cada uno al que hemos ayudado para nosotros es lo más grande", resume.

La borrasca Filomena hizo que desde el pasado fin de semana cientos de coches se quedaran abandonados por todo Madrid. A sus conductores la tormenta les pilló circulando y tuvieron que dejar sus vehículos donde buenamente pudieron. Algunos fueron capaces de retornar a sus casas por sus propios medios, en metro o gracias a la consideración de algún vecino. Otros tuvieron que ser rescatados por las fuerzas de seguridad, los bomberos, lo servicios de limpieza o incluso por voluntarios que sacaron sus coches todoterreno para ayudar a quien encontraran.

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