CCAA y Sanidad buscan un acuerdo de mínimos para el plan de la Navidad

El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas se reúnen de nuevo este miércoles con el objetivo de establecer un marco común para abordar las fiestas navideñas tan excepcionales que deja la pandemia. Las autonomías han ido avanzando sus posturas en estos días, aunque no está claro si realmente hoy habrá un acuerdo definitivo. Muchos territorios —Madrid, Euskadi, Murcia o Navarra— abogan por relajar algunas restricciones en los días más señalados, mientras que otros, como Castilla y León, se muestran más retraídos.

Hay autonomías que priorizan unas medidas comunes, mientras que otras insisten en que la situación epidemiológica sea la que decida en cada lugar. La movilidad entre comunidades y el levantamiento de los cierres perimetrales son el otro plato fuerte del plan navideño.

Con este panorama dividido, se da cita el Comité Interterritorial a las cuatro de la tarde, en el que también estará encima de la mesa el Puente de la Constitución, que empieza este viernes. En este caso, sí existe un mayor consenso. Incluso la Comunidad de Madrid, que hasta ahora rechazaba los cierres perimetrales prolongados, ha aprobado mantener cerradas sus fronteras durante 10 días seguidos (del 4 al 13 de diciembre), para que en ningún caso los datos puedan empeorar de cara a la Navidad.

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El ministerio está ultimando su postura, pero, según adelantó 'El País', podría ampliar a 10 el número de personas en las reuniones familiares, después de que en su propuesta inicial defendiera un máximo de seis personas, también para Nochebuena y Nochevieja. El toque de queda se aumentaría hasta la una de la mañana (actualmente, está establecido en la medianoche) y, según el nuevo documento publicado por ese diario, se permitirían los desplazamientos entre comunidades para la reagrupación familiar únicamente. Madrid dejó claro desde el primer momento que su intención era ampliar las reuniones a 10 personas y también apostó por aumentar la hora del toque de queda hasta la una y media. Las autonomías gobernadas por el PP, en todo caso, no están alineadas. Como ha ocurrido en otras ocasiones durante la gestión de la pandemia, las diferencias se han hecho visibles.

En Castilla y León, la coincidencia con el ministerio ha sido muy notable de forma general. De hecho, al Gobierno autonómico que preside Alfonso Fernández Mañueco en coalición con Ciudadanos no le ha temblado el pulso para endurecer las medidas contra el virus. Hasta ahora, la postura era mantener el cierre perimetral de su comunidad incluso en Navidad y las reuniones de seis personas. Es cierto que se ha abierto a valorar los datos de las provincias que presentan mejoría. El lunes, el vicepresidente, Francisco Igea, evitó desvelar cuál será la posición final de la autonomía en la reunión de hoy, dando prioridad a que existan medidas comunes para todos los territorios.

En cuanto a Murcia, también en manos de PP y Ciudadanos, este miércoles defenderá la posición que ya adelantó su presidente, Fernando López Miras. Según ha podido confirmar este diario de fuentes de su entorno, el consejero de Sanidad pedirá —aunque siempre dependiendo de la evolución epidemiológica— que en los días más señalados las familias puedan verse con un máximo de 10 personas, igual que la ampliación del toque de queda. Muy similar a la propuesta de Madrid, Murcia también ve posible relajar el confinamiento perimetral.

Andalucía ha defendido con vehemencia que no haya “disparidad de criterios” en cuanto al carácter general, aunque sí considera que cada comunidad deberá aplicar medidas concretas según “el nivel en que se encuentren los distritos y áreas sanitarias” de cada provincia. La comunidad de Juanma Moreno también se ha pronunciado sobre las residencias de ancianos y dependientes, siendo partidaria de que se puedan reunir con sus parientes si tienen una PCR negativa para su reingreso. Una petición que también ha defendido la Comunidad de Madrid. El presidente andaluz, en todo caso, avanzó que las restricciones definitivas que afecten a su territorio llegarían el 10 de diciembre, con datos más ajustados a la situación real de cara a la Navidad.

En cuanto a Galicia, el presidente, Alberto Núñez Feijóo, ya introdujo hace días otra variable pidiendo que los niños (hasta 14 años) no fueran contabilizados como adultos, y solicitando una metodología diferente en ese caso. También se mostró partidario de establecer límites a las unidades familiares en vez de al número de personas, tomando como ejemplo el modelo alemán, y defendiendo que es menos peligroso juntar a dos unidades familiares de seis personas (dando como resultado una reunión de 12) que unir en una misma casa a tres familias de dos personas cada una, aunque en total sumen seis personas.

En cuanto al resto de comunidades, Cataluña, por ejemplo, se mostró partidaria de relajar algunas restricciones (como el número de personas propuesto por el Gobierno, ampliándolo a diez por reunión), aunque sí insistió en que el toque de queda permanezca establecido en las 10 de la noche. El País Vasco, como otras autonomías, es partidario de levantar el confinamiento perimetral tanto en municipios como en comunidades autónomas. Para los días clave de las navidades (24, 25 y 31 de diciembre, y 1 y 6 de enero, también 26 de diciembre en algunas comunidades), pide autorizar reuniones de hasta 10 personas, y ve bien el toque de queda propuesto por el ministerio a la 1:00.

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Cantabria es una de las comunidades que han exigido mayor coordinación entre autonomías, pidiendo incluso que todas las medidas que se tomen sean iguales en todas las comunidades, muy especialmente en lo relativo a los cierres perimetrales, y más en las comunidades que son vecinas, “para evitar confusión”. Asturias, por su parte, ha defendido mantener medidas muy restrictivas, aunque cueste “ataques y críticas”. Aún no ha especificado su propuesta concreta, pero el presidente asturiano, Adrián Barbón (PSOE), ha insistido mucho en que las navidades de este 2020 serán muy distintas a las anteriores.

En cuanto a La Rioja, que también ha insistido mucho en la necesidad de un plan común para las fiestas, a diferencia de Galicia, se ha mostrado partidaria de que los niños sí computen en el máximo de personas por reunión sin distinción con los adultos. Navarra también se inclina por encuentros de entre seis y 10 personas que reúnan un máximo de dos unidades familiares.

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La Comunidad Valenciana propone hacer una distinción entre las reuniones de ámbito social generales (que se deberán mantener en un máximo de seis personas) y las del ámbito familiar para las fechas más señaladas (que sí permitiría aumentar a 10). La movilidad también tiene que ser una cuestión “coordinada” a ojos de la autonomía que dirige Ximo Puig. Extremadura sí considera necesario comunicar cuanto antes a las familias un plan definitivo para permitir una organización de cara a las fechas navideñas, y ve indispensable “una base general” para toda España. También Castilla La-Mancha pide “suavizar un poco” las restricciones que tienen que ver con las visitas a las residencias.

En cuanto a las islas, Baleares se inclina por medidas diferentes según el estado de cada territorio y Canarias, la única comunidad que no tiene establecido toque de queda, debe decidir si lo implementa para las fechas de Navidad. Ceuta, por su parte, está trabajando en un plan específico que quiere mantener restricciones importantes también para las navidades, y Melilla apostará por actividades “en formato reducido” a la espera de que los datos decidan qué se podrá hacer y qué no.