El PSOE vincula una abstención del PP en la moción de Vox a seguir bloqueando el CGPJ

El PP sigue sin aclarar si se abstendrá o votará en contra de la moción de censura al Gobierno impulsada por Vox, y los socialistas incrementan la presión sobre el principal partido de la oposición. El secretario de Organización y ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha vinculado un voto en contra de los populares a la apertura de "un tiempo nuevo" en el que los dos principales partidos podrían llegar a acuerdos para desbloquear renovaciones pendientes como la del CGPJ. No se trata de una condición, según ha aclarado Ábalos, pero sí entiende que será la prueba del algodón para dilucidar si el partido presidido por Pablo Casado "está de acuerdo en romper con el discurso extremista de la ultraderecha y generar las condiciones para llegar a grandes acuerdos de país" o si por el contrario se mantiene en el bloqueo.

Ábalos ha llegado a exigir a Casado que vote no para "romper el cordón umbilical que le une" a Vox, al entender que se trata de la única estrategia para facilitar acuerdos. "Le pedimos que vote para decir no a la extrema derecha y decir sí a la moderación política y a los grandes acuerdos para la reconstrucción del país", ha exhortado en rueda de prensa en Ferraz tras la ejecutiva del partido. Para los socialistas, una abstención equivaldría a un apoyo a la moción impulsada por el grupo de Santiago Abascal.

En esta línea, ha urgido al PP a fijar su posición insistiendo en la dicotomía de si los populares quieren ser "alternativa de gobierno o su alternativa solo es concebible en compañía de Vox". El dilema de Casado, ha concluido, tendría también que ver con que la ultraderecha le retire el apoyo en las comunidades donde gobierna gracias a sus votos.

Tras arremeter duramente contra un PP que Ábalos ha calificado de "desnortado" y cuya estrategia ha tildado de "partido antisistema que niega la legitimidad democrática del Gobierno de la nación y que practica una oposición de tierra quemada", el dirigente socialista ha dejado un puente tendido para el entendimiento y ha mostrado cierta esperanza en que se produzca un "acercamiento" tras el debate de la moción de censura para negociar la renovación del CGPJ. La propuesta presentada por los populares este lunes en el Congreso para la reforma de la Ley del Poder Judicial, después de que los socialistas presentasen la suya propia junto a Unidas Podemos, se interpreta de hecho como una forma de "presión para ese acercamiento".

A pesar de ello, desde el PSOE, siguen rechazando la condición de los populares de excluir a Unidas Podemos para sentarse a negociar. "Se trata de dar reconocimiento al conjunto del Gobierno. No podemos entrar en esos planteamientos. Todos sabemos que es una excusa, y poco democrática, pero el acuerdo se hace con el Gobierno en su conjunto", concluyó el ministro de Transportes, para añadir que en cualquier caso a quien le corresponde negociar es al ministro de Justicia, Juan Carlos Campo.

En el PSOE, se contempla que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, intervenga en la moción de censura. "Es una gran oportunidad para confrontar alternativas", defienden, y más allá de quien la propone y de que se trata de una moción de censura fallida antes de nacer —será la que menos apoyos tenga de todas las presentadas—, concluyen que se trata de un instrumento constitucional que "no se puede banalizar". "El debate se afrontará con el máximo respeto debido".

Regulación de alquileres y PGE

El Ministerio de Transportes pretende incluir la regulación del precio de los alquileres en las zonas altamente tensionadas dentro del proyecto de ley de vivienda. Se trata de una medida que forma parte del acuerdo de gobierno y para la que ya se ha elaborado como punto de partida el índice de precios de referencia de los alquileres. El anteproyecto de la ley de vivienda, que recoge el plan anual normativo como una de las iniciativas a promover antes de que finalice el año, sería, en palabras de Ábalos, "el marco jurídico en el que encajar este instrumento".

Con todo, el ministro ha evitado hablar de plazos y ha matizado que por la situación actual de la pandemia el mercado "no se está comportando de forma normalizada", por lo que ven necesario "despejar incertidumbres" hasta de materializar este compromiso programático.

Tampoco se han adelantado plazos respecto a la presentación en el Congreso de los Presupuestos. Este martes, llegará el techo de gasto, y de forma paralela se siguen manteniendo conversaciones informales "a todos los niveles y con todas las formaciones políticas". La pretensión del Ejecutivo pasa por tener listo el proyecto antes de que finalice el presente mes de octubre, aunque previamente los socios de la coalición deberán cerrar el borrador presupuestario. Las diferencias en fiscalidad y gasto están retrasando el acuerdo.

En las conversaciones exploratorias mantenidas los últimos días, el Gobierno ha trasladado a algunos grupos que su intención pasa por aprobar el proyecto de Presupuestos el 27 de octubre, en el último Consejo de Ministros de este mes. Se maneja así el 26 de octubre como plazo máximo —y ahora mismo, el más factible— para cerrar y presentar el borrador. De esto último se encargarían el presidente, Pedro Sánchez, y el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, en un acto conjunto. A pesar de los retrasos, desde Hacienda se sigue confiando en aprobar las cuentas "a finales de diciembre o principios de enero". En este contexto, el Gobierno asume como un escenario factible que se tenga que producir lo que denomina una "prórroga técnica" de los Presupuestos actualmente en vigor, los elaborados por el popular Cristóbal Montoro para el año 2018. Al menos, durante los primeros días de 2021.