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El Espíritu Santo, un cortado y 7 horas de trabajo al día: así ultima Vox la moción
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Ignacio Garriga la defenderá

El Espíritu Santo, un cortado y 7 horas de trabajo al día: así ultima Vox la moción

La formación que lidera Santiago Abascal afronta una semana en la que volverán a ser los protagonistas y a copar el foco mediático con la moción de censura contra Pedro Sánchez

Foto: Momento de la presentación de la moción en el registro. (EFE)
Momento de la presentación de la moción en el registro. (EFE)

El próximo miércoles se someterá a debate la moción de censura que Vox avanzó a finales de julio. El objetivo de sacar de Moncloa a Pedro Sánchez no se cumplirá —será, salvo sorpresa, la moción menos apoyada desde 1978—, pero el partido aspira a significarse como la verdadera alternativa al Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos y retratar a un PP que ya ha avanzado que no respaldará una iniciativa condenada al fracaso. El candidato a la presidencia será su líder, Santiago Abascal, mientras que el encargado de defenderla será Ignacio Garriga, su candidato a la Generalitat catalana. El diputado por Barcelona se encomienda al Espíritu Santo para que todo vaya bien y al trabajo preparativo para que nada falle en su discurso.

"[Son días] intensos. Esto parece una oposición para notaría, macho. Me preparo las cosas de forma muy estoica: con unos horarios, fijando bloques, las ideas...", explica desde la Ciudad Condal Garriga, que acostumbra a ir y venir de Barcelona al Congreso de los Diputados en el mismo día desde que es representante en las Cortes, aunque esta semana opta por pasarla en la capital porque la ocasión lo merece. "Me instalo el lunes y pasaré allí la semana. Rollo concentración de futbolista".

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE)

Cuenta que está trabajando siete horas diarias exclusivamente en la preparación de la moción de censura para su papel de defenderla, el mismo rol que jugó Alfonso Guerra en la primera que se presentó tras el franquismo. "Tengo un horario establecido aquí en Barcelona de levantarme bien pronto, llevar a los hijos al colegio cuando puedo y luego me encerraba en el despacho que tenemos en la sede unas cuatro horas por la mañana. Después comía con mi mujer, que es importante, y otras tres horas. Sobre todo leer, escribir y reescribir", relata Garriga, que reconoce que está entrenando la voz porque no está acostumbrado a discursos tan largos.

El diputado asegura que no recurre a bebidas energéticas para que no se le caigan los ojos mientras se prepara el texto, aunque admite ser muy cafetero. Un cortado para desayunar y a partir de ahí café solo, "bien largo si puede ser".

La moción apunta a ser, con 52 síes, la que menos apoyos reciba desde la restauración de la democracia en España y ha sido criticada por PP y Ciudadanos como un instrumento carente de utilidad y que solo sirve para hacer ruido y gastar dinero público. Garriga se muestra convencido, sin embargo, de que conseguirá con su discurso justificar la presentación de la iniciativa. Tanto es así que el grueso del discurso es suyo, aunque los asesores de la formación han ayudado a perfilarlo: "He preparado todo yo. Lo trabajamos con un equipo del partido, pero la última palabra la tengo yo", comenta el dirigente, que forma parte de la dirección de la formación.

Me instalo el lunes y pasaré allí la semana. Rollo concentración de futbolista

El presidenciable, Abascal, también se redacta sus propios discursos, tal y como explican desde el partido, aunque fuentes consultadas por este medio evitan dar detalles sobre su preparación. Garriga señala que si él buscará esbozar todos los motivos que los llevan a presentar la moción, el líder de Vox será quien presenta la otra vía: "La alternativa será sobre todo el discurso de Santiago". El partido ha tratado desde la conformación del Ejecutivo actual de retratarse como la verdadera oposición en lugar del PP.

El diputado catalán calcula que tendrá reuniones para retocar su texto hasta el día previo, el martes por la mañana, pero prefiere no estar repasando hasta el último momento. "El martes tengo claro que voy a desconectar. Me iré al Cerro de los Ángeles (Getafe, Madrid). ¿Qué mejor sitio que estar a los pies del Sagrado Corazón y su 'Reinaré en España'? Descansar, desconectar y relajarme… No tiene sentido que el día de antes esté ahí… El trabajo ya lo he hecho. Hoy [con relación al viernes] termino de maquillar algunas cosillas y el lunes también, pero ya está. El martes a descansar", esboza el dirigente de Vox, que tendrá que cumplir con las restricciones del estado de alarma en la capital, salvo que se levanten antes de la moción.

"El miércoles desayunaré normal y me encomendaré al Espíritu Santo para que me ilumine en la exposición de los motivos y diga las cosas que he de decir. Miraré al cielo y pediré ayuda a mi madre, que murió hace tres semanas y que fue la principal responsable de inocularme el virus político", explica Garriga en conversación telefónica con este medio y admite que nunca había pensado en protagonizar algo así y que tiene nervios de cara a la moción: "Sería un irresponsable si no los tuviera".

La mascarilla

El equipo del representante catalán avanza que llevará una corbata que le regalará su hermano, Pablo. Otro elemento de moda que se ha incorporado al vestuario en los últimos meses es la mascarilla. Abascal ha portado distintos tipos con insignias de las Fuerzas Armadas o la Guardia Civil. "Santiago ha tenido más contacto con el Ejército o la Guardia Civil, entonces tiene más acceso. Yo casi siempre llevo quirúrgica. No voy a ir a hacer un show".

La ropa elegida para ese día, explica, no vendrá impuesta por asesores del partido. "La vestimenta la decido yo. Cómo no, con la mejor asesora que uno puede tener, que es la mujer, en este sentido, que también tiene buen criterio".

Vox ha sido acusado de aprovechar la moción de censura para aupar a su candidato en las catalanas de febrero, aunque este lo niega: "Hablaré de Cataluña, pero no en esa clave, sino porque es el primer Gobierno que fija una mesa de diálogo que es una mesa de la traición", argumenta el hombre escogido por Abascal para las grandes citas en la región: diputado por Barcelona en las Elecciones Generales, candidato al Ayuntamiento de Barcelona —sin éxito— y ahora cabeza de lista al Govern. El reciente anuncio del Gobierno de que tramitará los indultos de los presos del 'procés' y la reforma del delito de sedición han vuelto a poner, de forma parcial, el foco en la crisis territorial.

Quiero un discurso con las cosas claras, sin cosas grandilocuentes

Garriga avanza un discurso "larguito" de más de 40 minutos en el que aparentemente confirmará el viraje de la formación en su intento de capitalizar el descontento social: "Quiero un discurso con las cosas claras, sin cosas grandilocuentes. Es dar voz a los españoles de la calle, a los de los ERTE... De tú a tú, directo", incide desde Barcelona. Los intentos por disputar el voto tradicional de izquierda se han intensificado con la crisis. El más claro y reciente es el lanzamiento de un sindicato, Solidaridad.

La presentación de la moción de censura no parece estar lastrando electoralmente a los de Abascal. El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) les da una subida de ocho décimas hasta el 12,5% de intención de voto, que les permite quedarse con la tercera plaza. También es cierto que el PP recorta la brecha con el PSOE a 11,9 puntos tras cosechar la misma subida que Vox respecto al sondeo de septiembre.

Tras comunicar a finales de julio su intención de presentar en septiembre una iniciativa para derrocar a Sánchez, el partido apuró hasta el penúltimo día del mes para presentarla y será debatida 22 días después de entrar en el registro. Salvo sorpresa mayúscula, se convertirá en la cuarta moción que fracasa en España, en los últimos 42 años, de las cinco presentadas.

El próximo miércoles se someterá a debate la moción de censura que Vox avanzó a finales de julio. El objetivo de sacar de Moncloa a Pedro Sánchez no se cumplirá —será, salvo sorpresa, la moción menos apoyada desde 1978—, pero el partido aspira a significarse como la verdadera alternativa al Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos y retratar a un PP que ya ha avanzado que no respaldará una iniciativa condenada al fracaso. El candidato a la presidencia será su líder, Santiago Abascal, mientras que el encargado de defenderla será Ignacio Garriga, su candidato a la Generalitat catalana. El diputado por Barcelona se encomienda al Espíritu Santo para que todo vaya bien y al trabajo preparativo para que nada falle en su discurso.

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