El bloque de la moción enfría la intención del PP de investigar la gestión del Gobierno

Los grupos parlamentarios que formaron el bloque de la investidura se oponen a que la comisión en el Congreso para impulsar unos pactos de reconstrucción se convierta en una comisión para investigar la gestión del Gobierno durante la crisis del coronavirus, como pretende el PP. A falta de concretarse el formato y los contenidos, los partidos que dieron a Pedro Sánchez la mayoría que necesitaba para la investidura se prestan a participar en dichos acuerdos, pero con unos objetivos que poco tienen que ver con los de los populares e, incluso, con los del Gobierno, que busca amplios consensos más allá de los partidos y pactos transversales en distintas áreas.

El portavoz del PNV, Aitor Esteban, afeaba en el pleno de este miércoles que Sánchez aceptase la exigencia de Pablo Casado vinculando su presencia en los pactos a que en lugar de mesas de diálogo se crease una comisión parlamentaria, como finalmente se hará. “No hacían falta tantas vueltas para este viaje”, lamentaba Esteban, a lo que añadía, en referencia a PP y Vox, que “no vamos a colaborar para que aprovechando una situación grave algunos intenten socavar las instituciones” porque "aquí nos conocemos todos". Desde ERC, avanzan que estarán "en cualquier foro", pero fuentes de la formación aseguran que nada indica que vaya a haber una comisión de investigación y que en cualquier caso ese no sería el mejor formato para alcanzar acuerdos. Bildu tampoco comparte la óptica de los populares y añade que tampoco ve a Sánchez facilitando esta utilización de la comisión.

La pretensión del PNV es que los acuerdos se centren en construir una respuesta a la crisis económica que se derivará de la crisis sanitaria del coronavirus. En una línea similar se mueven ERC o Bildu. Los republicanos plantearán "una salida social de esta crisis", mientras que Bildu se refiere a "una segunda gran transformación social y económica de progreso para que no vuelva a ocurrir lo que está ocurriendo".

Los soberanistas vascos, además, vincularon este miércoles su apoyo en el Congreso a que los pactos sirvan "para proteger a los sectores más desprotegidos, pero no para un pacto que posibilite políticas de derechas", según recalcó su portavoz, Mertxe Aizpurua. Los guiños se sucedieron este miércoles en el Congreso entre los portavoces de estos grupos y el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, tanto en la sesión de control como en el debate de las propuestas de resolución, escenificando la reconstrucción de un bloque que se está fracturando durante las últimas semanas como consecuencia de la gestión de la crisis por parte del Ejecutivo, con reiteradas acusaciones de los independentistas y nacionalistas de recentralización.

El bloque de la investidura volverá a tener la llave sobre los pactos de reconstrucción y ya ha enfriado la posibilidad de que la comisión parlamentaria se ciña a investigar al Ejecutivo. Aunque por motivos que nada tienen que ver, desde Ciudadanos también se rechazan las intenciones de Pablo Casado. El PP, por tanto, se quedaría solo con Vox y sin la mayoría necesaria para convertir este foro en una comisión de investigación en la práctica. Esto es, solicitar comparecencias de ministros, altos cargos y expertos, así como exigir las actas de sus reuniones en la comisión pactada con Sánchez.

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Las pretensiones de Sánchez de descentralizar estos acuerdos en cada comunidad autónoma y ayuntamientos, como afirmó este miércoles, taponan todavía más la estrategia del líder de los populares, pareciendo fijarse más en el bloque de la investidura y también en Ciudadanos: "Manifiesto mi parecer favorable a la consecución de pactos de reconstrucción en los diferentes escalones de nuestra geografía. Acuerdos de reconstrucción que incorporen ese espíritu de unidad y de trabajo en común en cada comunidad autónoma, en cada ayuntamiento, gobierne quien gobierne".

A pesar de la celeridad que pretende dar el Gobierno a los acuerdos de reconstrucción, todavía siguen en el aire tanto la concreción de su formato como sus contenidos. Es por ello que el grupo republicano prefiere esperar para "escuchar qué tipo de criterios se proponen para la recuperación social y económica", mientras insisten en que "la gravedad de la situación exige medidas sociales con carácter inmediato y constante".

Desde Bildu, su portavoz aseguraba que "más allá del nombre de esa comisión o mesa o lo que vaya a ser finalmente, acudiremos a estas reuniones que se convoquen, porque la reconstrucción social debe realizarse sobre otros valores y debe servir para construir estructuras que protejan a la gente y fortalezcan los servicios públicos debilitados durante los últimos años". Asimismo, establecía condiciones: "Si la inspiración y la materialización suponen políticas de progreso desde la izquierda, con respeto a la soberanía de los pueblos, estaremos ahí".

Más allá de intensificar los contactos para reconstruir el bloque de la investidura, la vicepresidencia segunda está desarrollando también la propuesta social que se encargará de defender en estos foros. Una propuesta que tiene como eje central el blindaje de los servicios públicos y los cuidados, al entender que esta crisis ha puesto en el centro "que lo esencial y lo importante para tener vidas dignas y seguras es disponer, y poder acceder todos a ellos, de unos servicios públicos de calidad". Se insiste en que "es el momento de defender el interés general" y se tiene la convicción de que esta crisis dejará nuevos consensos.