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Castells sigue sin despejar la incógnita del curso universitario y las incidencias crecen
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PROBLEMAS EN LAS PLATAFORMAS 'ONLINE'

Castells sigue sin despejar la incógnita del curso universitario y las incidencias crecen

Desde el Ministerio de Universidades, han establecido una serie de recomendaciones a modo de guía en que la apuesta principal pasa por la evaluación continua. No habrá aprobado general

Foto: El rey Felipe (d) y el ministro de Universidades, Manuel Castells, durante la reunión que mantuvieron el pasado jueves en el Palacio de la Zarzuela. (EFE)
El rey Felipe (d) y el ministro de Universidades, Manuel Castells, durante la reunión que mantuvieron el pasado jueves en el Palacio de la Zarzuela. (EFE)

"Yo no comunicaré, en último caso, lo que comunicará será mi obra". Esta es una de las máximas del ministro de Universidades, Manuel Castells, que explican su perfil bajo no solo en la crisis del coronavirus sino ya previamente, aun a riesgo de incrementar en este contexto la incertidumbre entre los estudiantes, que todavía no tienen certezas sobre lo que sucederá con su curso académico y cómo serán evaluados. De las 44 comparecencias de ministros contabilizadas desde el inicio de la crisis del coronavirus y hasta el final de la pasada semana, ninguna corresponde a Castells. El pasado viernes, se canceló a última hora su presencia en una rueda de prensa en la Moncloa que iba a compartir con la ministra de Educación, Isabel Celaá, y el de Ciencia, Pedro Duque. Desde su equipo, tienen previsto que comparezca esta semana, mientras las incidencias crecen en las universidades por fallos en las plataformas que ponen en duda la evaluación a distancia y mantienen en vilo a los estudiantes y profesores.

Este lunes, fue el caso de la Universidad de Granada (UGR), que durante varias horas tuvo su plataforma caída coincidiendo con la realización de exámenes 'online' que no se pudieron entregar o que lo hicieron por métodos alternativos como el correo electrónico —externo, pues el de la universidad tampoco estuvo operativo—. El mismo problema con el que se topó la UNED la pasada semana en un simulacro de examen telemático, quedando inutilizado su servidor por el elevado número de alumnos conectados a la vez. No son los únicos problemas: desde la UGR, una alumna pone el foco también en los profesores: "De cinco, solo uno de ellos está cumpliendo su horario regularmente en las clases virtuales", lamentan, añadiendo que se programan exámenes con escasos días de antelación y que no se siguen los mismos criterios de evaluación, sino que cada uno improvisa el suyo.

Los centros universitarios cuentan con autonomía para decidir sus procedimientos de evaluación en este contexto de confinamiento, y en cualquier caso deben tomar las decisiones en colaboración con las respectivas comunidades autónomas, que son las administraciones con el marco competencial. Con todo, desde el ministerio, han establecido una serie de recomendaciones a modo de guía en que la apuesta principal pasa por la evaluación continua. Siempre a través de la implantación de métodos flexibles, en función de las numerosas casuísticas, y buscando soluciones académicas alternativas a las pruebas tradicionales presenciales, como "preguntas tipo test, orales, casos prácticos, etc.".

Además de los problemas con las plataformas debido a picos de conexiones por la realización de las pruebas, otros problemas paralelos tienen que ver con la posibilidad de fraude. Para ello, Universidades ha propuesto métodos que garanticen la autoría de los alumnos, como herramientas de reconocimiento facial y el uso de 'webcams'.

Métodos que generan dudas entre el estudiantado, especialmente en lo relativo a la protección de datos por la grabación de imágenes, como trasladaron este fin de semana durante una reunión con el ministro los representantes de estudiantes de la comisión permanente Consejo de Estudiantes Universitario del Estado (Ceune) y la presidencia de la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (Creup). En dicho encuentro, estas organizaciones reclamaron también que se eliminen los requisitos académicos para poder acceder a las becas.

Más allá de las indicaciones generales de la evaluación continua, existen multitud de casuísticas que se deberán abordar por carreras, asignaturas y hasta casi de manera individualizada. No pocas materias requieren una evaluación práctica, ni todos los alumnos residen en zonas con conexiones de banda ancha.

Las dudas son muchas y variadas, cuando todo parece indicar que no podrá ser posible retomar las clases presenciales antes de que finalice el curso lectivo. Se espera que Castells despeje en rueda de prensa algunas de las múltiples incógnitas que mantienen en vilo a los estudiantes. Lo que sí se descarta es un aprobado general, como llegó a exigir el Sindicato de Estudiantes, pidiendo también la cancelación de todos los exámenes, aunque desde el departamento que dirige Castells subrayan que existe el acuerdo generalizado de que ningún estudiante pierda este curso por causa de la epidemia.

La esperada comparecencia de Castells, el único ministro que no ha comparecido a excepción de Carmen Calvo e Irene Montero, por estar en cuarentena tras dar positivo en Covid-19, romperá con un silencio que acrecienta la incertidumbre en la comunidad universitaria. Sus últimos cuatro artículos publicados en la prensa escrita desde que se inició el estado de alarma no hacen referencia a la situación de las universidades, centrándose en abordar las consecuencias de la epidemia desde una visión más global y sistémica. Aun en este contexto, los ritmos de Castells siguen siendo particulares, y es que apenas dos semanas después de tomar posesión de su cargo sorprendía a propios y extraños al irse durante 10 días de viaje personal a EEUU. Lo hacía dejando pendientes los principales nombramientos del ministerio y alimentando una impresión un tanto caótica entre un sector de los funcionarios y de responsables en universidades públicas.

"Yo no comunicaré, en último caso, lo que comunicará será mi obra". Esta es una de las máximas del ministro de Universidades, Manuel Castells, que explican su perfil bajo no solo en la crisis del coronavirus sino ya previamente, aun a riesgo de incrementar en este contexto la incertidumbre entre los estudiantes, que todavía no tienen certezas sobre lo que sucederá con su curso académico y cómo serán evaluados. De las 44 comparecencias de ministros contabilizadas desde el inicio de la crisis del coronavirus y hasta el final de la pasada semana, ninguna corresponde a Castells. El pasado viernes, se canceló a última hora su presencia en una rueda de prensa en la Moncloa que iba a compartir con la ministra de Educación, Isabel Celaá, y el de Ciencia, Pedro Duque. Desde su equipo, tienen previsto que comparezca esta semana, mientras las incidencias crecen en las universidades por fallos en las plataformas que ponen en duda la evaluación a distancia y mantienen en vilo a los estudiantes y profesores.

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