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En primera persona: "Tosí sangre, me hospitalizaron y ya lo he superado"
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recuperado del covid-19 con 41 años

En primera persona: "Tosí sangre, me hospitalizaron y ya lo he superado"

El miércoles tuvo unas décimas de fiebre y dolor muscular, el sábado parecía recuperado y el domingo tosió sangre. Jorge cuenta su experiencia con el coronavirus en un hospital de Madrid

Foto: Jorge Álvaro Manzano.
Jorge Álvaro Manzano.

Me llamo Jorge Álvaro, tengo 41 años y soy fotógrafo. Colaboro a menudo con El Confidencial y suelo enviarles retratos de políticos, escritores, empresarios... Ahora les he enviado un retrato de mí mismo: me he hecho un selfi en la habitación de mi casa, en la que llevo varios días encerrado. Todo empezó el pasado martes 10 de marzo, cuando el coronavirus era todavía una amenaza muy difusa. Doy clases en una academia y, al volver a casa, me noté cansado. Iba en el metro notando un malestar extraño. Me dolía todo el cuerpo.

El miércoles, las niñas no tenían cole y me quedé en casa con ellas. Tenía un poquito de fiebre, 37,2, febrícula, apenas unas décimas. La comida me sabía rara o directamente no me sabía a nada. Al día siguiente: lo mismo. Me subió un poco más, hasta 37,5. El viernes 13 ya empecé a darle importancia, porque me dolía bastante el pecho. Llamé al centro de salud y me dijeron que me llamaría mi doctora. Lo hizo a las pocas horas. Le conté los síntomas y me dio una cita inmediatamente. Al llegar me hizo un electrocardiograma que salió bien. Las pulsaciones, bien también. No veía nada, así que me mandó para casa. Me recetó Diazepam para relajarme por si era de los nervios. Aunque yo nervioso no estaba.

placeholder Jorge Álvaro Manzano.
Jorge Álvaro Manzano.

Al día siguiente, sábado 14, me levanté bastante bien. No me dolía el cuerpo y parecía que el problema estaba arreglado. Pero el domingo 15 me levanté tosiendo y escupí un poco de sangre. Ahí sí me asusté. Llamé al 112 y, al comentarlo, me mandaron una ambulancia a casa para verme en el hospital. Me llevaron al Clínico, que es el que está más cerca de mi casa, y estuve allí todo el día. Me hicieron una radiografía, donde vieron que tenía un punto de neumonía, en el pulmón izquierdo, en el lado del corazón. Seguramente había sido provocado por el coronavirus, me dijeron. Después me hicieron la prueba y a los dos días me confirmaron que lo tenía.

Por lo que había ido leyendo, me asustaba lo de la neumonía. Eso parecía un poco lo más problemático, pero si te digo la verdad, no estaba muy asustado, por mi edad y porque no tengo patologías previas. En ese rango no veía un riesgo muy grande. Lo que sí me asustaba es habérselo pasado a mi pareja, eso me daba un mal rollo que te cagas. Aunque no tiene ninguna patología previa, pero me daba mucho miedo. En Urgencias no esperé más de la cuenta, porque el brote estaba empezando y no había muchos casos. Esperé lo normal. Tardaron algo en darme una cama, pero como cualquier otro día en Urgencias. Estuve en un 'box' con más enfermos del corona... Había, por ejemplo, una pareja de ancianos de Jaén y una mujer. Me acuerdo de la pareja porque la mujer era positiva, pero al no tener neumonía, les dieron de alta. Ahí me quedé pensando, porque veía que a los que teníamos neumonía no nos dejaban irnos.

En ningún momento me dolió la garganta y la fiebre no pasó de unas décimas, no pasó de 37,5, yo creo. Tos solo tuve el domingo, cuando tosí sangre. Pero ni siquiera mucha. En fin, que estuve en Urgencias toda la noche y luego nos llevaron a planta a las dos de la mañana. En planta ya estaba aislado y yo solo en la habitación. Cada vez que entraba alguien, me tenía que poner la mascarilla. Y ellos venían con sus plásticos, mascarillas y guantes. Ahí evolucioné muy bien. Sufro un poco de migrañas y me dolía a ratos la cabeza, pero es que eso lo tengo yo de serie. Y poco más.

Desde que entré en el hospital, me volvió el sentido del gusto y no me notaba dolor en el pecho, ni cansancio. Evolucioné bastante bien y bastante rápido. En dos o tres días, estaba recuperado. ¿Medicación? En cuanto confirmaron que era coronavirus, el martes, empecé a tomar un tratamiento específico para combatirlo: Dolquine y Kaletra. Son las mismas medicinas que tomé cuando pillé la malaria en Guinea Ecuatorial, cuando vivía en África. El doctor me dijo que este tratamiento no se lo podían dar a todo el mundo. A los que tenían problemas cardíacos... complicado. A mí me lo recomendaron y me advirtieron de que podía tener efectos secundarios. La verdad es que no tuve ninguno. Lo he tenido que estar tomando cuatro días más y ya te digo: estoy bastante bien.

En ningún momento me dolió la garganta y la fiebre no pasó de unas décimas, no pasó de 37,5 yo creo. Tos solo tuve el domingo, cuando tosí sangre

El día 18 me dieron el alta y decidí irme andando a casa porque las ambulancias ya estaban bastante petadas y había mucha espera. Salí con mi mascarilla y mis guantecitos, y me fui para casa. Al llegar, me metí a una habitación que me había preparado mi chica, y aquí estoy aislado absolutamente desde entonces. No he salido más que al baño. Todos los días me llama la enfermera de mi centro de salud y me pregunta por la temperatura y qué tal estoy. Me llaman una o dos veces al día. Y también me ha llamado mi médico. Están pendientes.

Es una maravilla tratar con esta gente, esa es la reflexión más importante que quiero hacer. Si necesitas silencio, te dicen las cosas pausadamente. Si necesitas charla, te hablan. Es increíble lo bien que funcionan. No solo en el trabajo con los pacientes, sino también psicológicamente. Te tranquilizan. No solo a mí, porque vas viendo cómo tratan a la persona mayor que llega asustada, al joven. Es increíble. Se agradece mucho. Al estar solo, te puedes llegar a rallar y se agradece sentirte tan atendido. Había gente que llevaba mucho tiempo y... Los días que estuve no noté la saturación, ni nada especial. Lo más fuerte ha debido de venir después.

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Jorge Álvaro Manzano.

Estando hospitalizado empecé a seguir las noticias y pensaba sobre todo en qué haría al salir, cómo teníamos que cumplir todos el confinamiento. Me fijaba mucho en la gente que se va recuperando. Por cada fallecido, varios se recuperan. A eso me agarraba bastante. Tenía bastante claro que yo podía ser uno de ellos, de los que se recuperan. Y pensaba que era difícil que se me complicara el pulmón porque estaba cogido a tiempo, era solo un puntito... Ya te digo: cuando leía en Twitter o en los medios las cifras… Yo me fijaba en las cifras de los que se van recuperando. Me puse a seguir en Twitter cuánta gente se estaba dando de alta.

En casa, sin problemas. Tengo dos niñas y no se enteran de mucho. Una es un bebé y la otra va a cumplir cuatro años. La mayor pregunta por qué estoy aquí, pero se lo expliqué bastante y lo entiende. Echa más de menos lo de ir a la calle. Y yo un poco lo mismo. Ahora ya me encuentro perfectamente y solo me preocupa que caiga mucha gente. Pero viendo cómo trabaja esa gente en el hospital... vamos a superarlo.

* Jorge Álvaro es fotógrafo y uno de los primeros recuperados del Covid-19 en Madrid. El texto es una transcripción redactada de una conversación telefónica con él.

Me llamo Jorge Álvaro, tengo 41 años y soy fotógrafo. Colaboro a menudo con El Confidencial y suelo enviarles retratos de políticos, escritores, empresarios... Ahora les he enviado un retrato de mí mismo: me he hecho un selfi en la habitación de mi casa, en la que llevo varios días encerrado. Todo empezó el pasado martes 10 de marzo, cuando el coronavirus era todavía una amenaza muy difusa. Doy clases en una academia y, al volver a casa, me noté cansado. Iba en el metro notando un malestar extraño. Me dolía todo el cuerpo.

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