El Gobierno admite "sensación de aglomeración" en hora punta en transportes

Vagones de trenes abarrotados, andenes repletos de viajeros y largas esperas por la reducción de la afluencia del transporte público. Así han amanecido algunos puntos de Barcelona y Madrid tras entrar en vigor las restricciones impuestas por el Gobierno el pasado sábado tras el Consejo de Ministros, que limitan la circulación de personas a lo imprescindible y fomentan el teletrabajo para que no aumenten los contagios por coronavirus. Una vez superada la hora punta, el transporte público de las dos ciudades ha quedado desierto.

"Somos conscientes de que ha habido algún problema operativo específico que ha hecho que en algún tren concreto haya habido cierta sensación de aglomeración. Es inevitable que haya ciertos problemas operativos de cuando en cuando, pero se está trabajando para solucionarlos", ha asegurado María José Rallo del Olmo, secretaria general de Transportes. En el caso de la Comunidad de Madrid, el consejero de Transportes, Movilidad e Infraestructuras, Ángel Garrido, ha reconocido a 'Telemadrid' que "en algún momento puntual" estaciones concretas se han "podido ver afectadas", tras lo que ha incidido en que "todo el mundo evite coger el transporte público" en la medida de lo posible.

Según el decreto del Gobierno, el nivel de ocupación de trenes, metro o autobuses no puede superar un tercio de la capacidad máxima, lo que ha resultado imposible a primera hora de este lunes en algunas de las líneas. Las quejas en las redes sociales han sido continuas, porque aparte del alto volumen de pasajeros, los trenes Renfe en Atocha, por ejemplo, pasan cada más de 20 minutos y, cuando llegan, la concentración de gente es tal que no se puede mantener la distancia de seguridad.

Además, se ha rebajado a la mitad la oferta de los servicios de transporte público de viajeros por carretera, ferroviarios, aéreos y marítimos de competencia Estatal, con la excepción de Cercanías ferroviarias, que en principio iba a ofrecer más servicios para garantizar la movilidad en las condiciones que aconsejan las autoridades sanitarias. Las quejas, sin embargo, se han repetido a lo largo de la mañana por la afluencia de viajeros en el transporte público de algunas ciudades.

Según explican desde Metro Madrid, entre las 6:00 y las 9:00 de este lunes, el metro ha registrado 118.121viajeros, lo que supone un 75,27% menos que el mismo día de la semana anterior y casi un 57% menos que el último día laboral, que fue el pasado viernes: "La demanda de viajeros de Metro de Madrid continúa reflejando el descenso en el número de viajeros forma significativa".

"Ayer, 15 de marzo, se registraron 125.477 viajeros, un 88% menos que el mismo día de la semana anterior, y un 46% menos que el día anterior, sábado", señalan. "A pesar de que el pasado viernes ya Metro registró entre las 6:00 y las 9:00, tan solo 248.985 viajeros, los datos demuestran que los viajeros siguen bajando cada día. En total, durante todo el día hubo 891.826 viajeros, lo que supone 63,05% menos que el mismo día de la semana anterior".

Más allá de la capital, también se han producido críticas en Barcelona, ciudad en la que a primera hora de esta mañana, los vagones estaban llenos en las líneas más habituales, como la L-5 o la L-1.

Aunque en menor medida, alrededor de las 09:00 horas, en Bilbao también se han podido ver vagones llenos, apesar de la reducción del número de pasajeros. Se produce después de que el lehendakari Iñigo Urkullu estableciera un ajuste de los servicios de transporte público a un 50%.

En el caso del Metro de Madrid, una vez que se ha superado el pico de la hora punta de afluencia de pasajeros, los vagones y vías han quedado desiertos. Aunque desde la entidad afirman que las aglomeraciones se han dado en líneas puntuales y que en el resto la afluencia ha sido muy escasa: